▪Llámame Senpai▪ [Mikayuu]

• 011 •

Pequeño Lime en disculpa de mi ausencia (╥_╥) Gomenasai

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-Yuu-nyan~ lo siento pequeño no puedo abrir la ventana.- se disculpó el rubio con su bonita mascota que rascaba el vidrio de la ventana de su habitación intentando salir.

El pequeño gato de pelaje negro lo miró con sus ojos verdes suplicante, maullando de forma aguda como sabia que enternecia a su dueño.

Y como siempre Mika no pudo resistirse a los hermosos encantos de su mascota

-¡Dios, bebé! - dijo el rubio ocultando con sus manos el sonrojo enternecido que invadio su rostro- No me hagas esos ojos, me recuerdan tanto a los de Yuu-chan.

Sin duda estar dentro de su casa tanto tiempo era una tortura, y más lo era para Mikaela al ver maullar a su pequeño gato todo el tiempo frente a la ventana cerrada por donde siempre salia para ingresar al apartamento del azabache y tomar sus largas siestas sobre la alfombra que desde hace un tiempo se había vuelto su favorita.

Pero aunque le gustaba mimar a su minino esta vez no podía hacerlo.

Habían pasado dos días desde lo que paso en el baile del festival escolar y hasta el momento ninguno de los dos chicos se había animado a mirarse de frente. A pesar de que ya no quedaba nada que esconder, no querían ni sabían como podrían hablar con normalidad luego de tremendo encuentro que tuvieron en el salón de química.

Y es que ¿Como podria ir y tratar a Yuu con normalidad después de que casi lo hace suyo contra la pared del salón? La vergüenza lo invadió de solo recordarlo.
Si bien su Yuu-chan no había rechazado sus besos ni sus caricias sabia que se había dejado llevar por sus impulsos, dejando libre el deseo que tenia de poder besar y sentir a Yuu tan cerca de él que olvidó la formalidad para establecer una relación seria, como debería de ser. O por lo menos esperar a que todo sucediera a su tiempo.

-Lo arruiné todo, estoy seguro que Yuu-chan esta enfadado conmigo - dijo para si mismo mientras se recostaba en su cama observando el techo sumido en sus pensamientos.

Solo que...¿Por que no se sentía arrepentido a pesar de que sabia que no habían hecho lo correcto? Y la única respuesta era que el solo hecho de que su amado haya disfrutado y aceptado de sus toques lo llenaba de un indescriptible deseo, porque tenia la posibilidad de ser correspondido totalmente y poder entregarse en cuerpo y alma a la persona que estaba seguro era el indicado.

Tal vez no todo había resultado tan malo.

Debido a la emoción no pudo evitar estremecerse al recordar la melodiosa voz del menor pronunciando su nombre incontables veces mientras lo tocaba y como algunos de sus gemidos eran ahogados con el entrelazo de sus lenguas al besarse. En su mente revivió el momento en que vio su rostro lleno de placer al hacer contacto entre sus intimidades y sin poder evitarlo sintió como una oleada de excitación lo invadía de repente al imaginarse hasta donde habrían llegado si la llamada de Guren no los hubiesen interrumpido.

Revivió la increíble sensación que sintió en el momento en que sus labios hicieron contacto por primera vez en el baile y de como los saboreo por completo luego de eso en el salón de clases.

Aquel momento había sido perfectamente delicioso, comprobando como hacer contacto intimo con su amado era mil veces mejor que imaginarlo junto a él en sus más oscuras fantasías. Sin duda el ojiesmeraldas lo traía loco completamente.