• 009 •

2.8K 264 137
                                        

El tiempo transcurrió de manera rápida sin que ellos lo notasen, llevándose así los tediosos días de castigo en la cafetería donde estaban obligados ha pasar la mayor parte del tiempo que les quedaba libre, pero eso finalmente había acabado hace un par de semanas atrás.

A pesar de eso, ahora tenían mucho más trabajo que de costumbre, y eso se podía observar en el instituto al que asistían, en donde cada alumno corría de un lado a otro con objetos en sus manos o simplemente acomodando algo apresuradamente. El festival escolar estaba a la vuelta de la esquina y todos estaban dando su mejor esfuerzo para poder terminar su segundo ciclo de estudio y así disfrutar plenamente de sus vacaciones de verano.

En ese momento de ajetreo, un alto y muy atractivo chico de cabellos rubios caminaba en medio de todos los alumnos siendo detenido a cada momento por chicos preguntándole su punto de vista acerca de sus trabajos a medio terminar, donde el opinaba o aprobaba sugerencias que le proponían; solo que en ese momento le importaba más reunirse con alguien que cumplir con su cargo de presidente del cuerpo estudiantil.

Con algo de dificultad logro librarse de todos los chicos que lo perseguían para bombardearlo con preguntas y se apresuro para llegar al salón de clases de Yuu como lo habían acordado cuando llegaron juntos al instituto.

-Yuu-chan, lo siento por hacerte esperar. Estaba- -tan rápido como llego a su destino empezó a excusarse para disculparse con el menor, pero paro su hablar al momento que se dió cuenta que el salón se encontraba vacío a excepción del chico de cabellera negra que estaba dormido en su pupitre.

-¿Yuu-chan?-a pesar de saber que no obtendría respuesta quiso confirmarlo.

Camino de manera sigilosa hacía el chico tratando de no hacer ningún ruido que pudiera despertarlo y al estar frente a él tomo el asiento del pupitre delante de Yuu, colocándolo en la parte delantera de la mesa de su acompañante y reposo su cabeza a un lado de la de el moreno, contemplándolo mientras dormía. Nunca se cansaría de hacerlo.

Verlo de esa manera le recordaba todas esas veces que se infiltraba en el departamento del moreno para despertarlo he irse juntos a la escuela o también cuando dormían juntos en la cama del azabache. Lo habían hecho tantas veces que ya el rubio no tenia que pedir su consentimiento.

Dormir en la cama de Yuuichirou claro esta.

Y es que su relación de amistad ahora era más confiable y llevadera, aunque todavía tenían que cumplir con la orden de Guren de ser tutor y aprendiz no se trataban como tales. Desde que habían dormido juntos aquella vez todo había cambiado, y eso no podía hacer más feliz a Mikaela.

Sonrió para si mismo al recordar todo lo que ambos habían logrado cambiar en su relación de amistad.

Y es que en todo el tiempo que habían permanecido juntos habían aprendido a convivir y a conocerse mejor, dándose cuenta de la infinidad de gustos en común que compartían y como podían congeniar con facilidad. En muy poco tiempo
Mika sentía todo su ser muy apegado a Yuu, y es que en todo ese tiempo acompañado con él lo había hecho sentir diferentes sentimientos.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un suave quejido de su acompañante y como este comenzaba a moverse y abrir sus ojos lentamente, bajo la atenta mirada de Mika.

-Buenos días bello durmiente - dijo el rubio dulcemente con una bonita sonrisa en sus labios, haciendo que el menor terminara de despertar de golpe y con un gran sonrojo en sus mejillas al tenerlo a tan solo centímetros de distancia.

-¿¡Estuviste mirándome mientras dormía!?

-Si, igual que ahora en la mañana y ayer por la noche ¿lo recuerdas?- respondió con simplicidad, sonriendo al ver como el sonrojo de Yuu incrementaba un poco más ante sus palabras.

▪Llámame Senpai▪ [Mikayuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora