Andrew en multimedia.
Capítulo 7: Andrew
(N/A: EL CAPÍTUO DE HOY SE LO DEDICARE A UN PERSONA QUE ME CAE BIEN AUN QUE NO HABLO MUCHO CON ELLA JAJAJA, TIENEN QUE IR A SU PERFIL Y VER SU HISTORIA, ES MUY BUENA VAI)
Odio los Domingos, simplemente los odio, fueron creados con el único y asqueroso propósito de recordarnos que al día siguiente es Lunes y volveremos a nuestras asquerosas rutinas de siempre, en mi caso: comienzan las clases.
Agh, quisiera que existiera un trabajo en que te pagaran por dormir, ver Netflix y comer todo el día, sería perfecta para ese trabajo, y sería millonaria. Sería increíble.
Pero lamentablemente en la realidad tendrás que pasar el resto de tu miserable vida con el trasero pegado en una silla muy incomoda mientras alguien te diga que hacer. Sí, hermoso.
Cuando eres pequeño, en lo único que piensas es en el momento de ser adulto, trabajar, tener una familia, y estar solo, sin nadie quien te diga que hacer, claro, suena grandioso, pero ya que lo somos, apesta, queremos volver a esa etapa y darle una cachetada a nuestro niño del pasado y decirle que coma tantos dulces como pueda y se raspe las rodillas las veces que sea posible. Por que, eso, nunca vuelve.
Con un gran quejido me levante de mi hermosa y cómoda cama, al parecer mi vejiga eligió el momento en el que estaba más cómoda para llenarse; Pequeños pedazos de mi cabello caía sobre mis ojos tapando mi vista, los ignore y camine hasta el baño, me pare frente al espejo y me decidí a a abrir los ojos, salte un poco del susto y quite mi vista de mi reflejo fijándola en el piso, hice mis necesidades y me lave los dientes, con mis calcetines de conejito fui hacia las escaleras, de tan solo verlas tenía ganas de lanzarme, hoy no tenía ganas de nada, la pereza gobernaba sobre mi cuerpo y planeaba hacer nada al respecto.
Dí de nuevo otro vistazo y solté un gran bostezo, regrese a mi habitación y tome una almohada que tenía desde hace muchos años, es más larga que yo por unos treinta centímetros, La puse al comienzo de las escaleras y me acosté sobe ella boca abajo, con mi frente pegada a la almohada y mis pies aun lado sobre el piso,, tome la esquina de ella y con mis pies de un pequeño impulso, la almohada empezó a resbalar hasta llegar al primer piso.
Me quede ahí acostada por unos minutos y despues rodé hasta la cocina, sí, rodé.
Una vez que llegue tome la silla y me apoye en ella para ayudarme a subir, una vez de pie me quede mirando el techo, sacudí mi cabeza y fui hasta el refrigerador por leche y a la alacena por cereal, tome un tazón y lo serví, tome una cuchara y me senté a comerlo.
-Buenos días hermanita- Derek entro a la cocina revolviendo lo que quedaba de mi moño desordenado.
-¿Qué tienen de buenos? - gruñí y tome otra cucharada de mi cereal.
-Que tu seas una amargada con la vida es otra cosa, pequeña. - Tomó una barra energética y le dio un mordisco.
-Yo soy la positiva y tu eres el negativo.- rodé los ojos y el soltó una carcajada, lo mire mal.
-Hasta un simio sabe que eres la persona más negativa y mamona [1] de este planeta. - Dio un ultimo mordisco a su barra y fue hacia el bote de basura a tirar la envoltura.
-Tú eres un simio y no lo entiendes - deje el tazón en el lava platos y me fui de nuevo a mi cuarto.
¿Por que no tenemos un elevador?
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Bad boy, Good lips.
Humor- Entonces...¿Es cierto? - su cercanía me ponía demasiado nerviosa, tanto que no tenia poder sobre mi misma, no sabia lo que estaba diciendo. - ¿Qué? - Ladeo la cabeza y lamió su labio inferior mientras se acercaba mas, trague y me obligue a ver sus...