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By Bucky:

No sé cuánto tiempo llevaré aquí, según mis cuentas han pasado hasta hoy 27 noches contando el tiempo que quizás estuve en coma será un mes, un mes y nada, ninguna muestra de hostilidad, ninguna clase de tortura o peor aún ninguna orden, no sé qué estará planeando esta gente, no sé qué querrán de mi pero no lo conseguiran, e incluso no sé qué querrá ese tipo Steve, quién dice conocerme y se esmera por recuperarme, le doy credito por eso aunque parece no dar buenos resultados, sin embargo varias de sus palabras suelen despertar bucles de recuerdos en mi mente seguidos por imagenes de lo que he hecho o de lo que creo haber hecho. Durante todo este supuesto mes nunca me ha dejado sólo, al principio me molestaba pero ya después de las primeras semanas se me hizo costumbre y hasta casi me agrada, pero no te puedes fiar de nadie y menos en mis condiciones, aunque si me hubiese querido atacar ya lo habría hecho ¿Qué estará esperando?, si acaso piensa enfrentarme cuando esté mejor sería un estúpido pues no tendría oportunidad contra mi, o si piensa sacarme información de HYDRA sería el doble de estúpido pues nunca lo podrá lograr si yo no la consigo primero.

El día avanzaba como de costumbre, me despertaba sólo a las 06:00 a.m. como siempre, a las 10:00 llegarán los médicos como siempre, ignorando cualquier tipo de contacto que no fuera el ya previamente permitido, podía oler su miedo hacía mi desde que entraban por la puerta sin pedir permiso e intentaban cambiarme las vendas que tenía en el torso, las enfermeras tenían movimientos torpes y los médicos pasaban de mi sólo veían mi monitor y algún que otro papel mientras me miraban de reojo, sin embargo algo en hoy cambio y es que Steve ya no estaba no es que me preocupara mucho pero con él por acá algunas personas por lo menos finjían ser amistosos y entender la situación pero sin él se transformaban en bloques de hielo sin emociones, en su remplazo llegó esta chica pelirroja sentándose en el puesto de Steve lo cual me molesto un poco pero no dije nada.

-Buenos días, traje tu desayuno.- Me dijo apenas llego extendiéndome una bandeja con café y pan, por supuesto no lo recibí, eso sí o sí debían estar envenenado, luego de haber perdido la paciencia pidiéndome que comiera lo dejó en la pequeña mesa a un lado de la camilla.- Me llamo Natasha pero supongo que tu ya sabes quién soy.- Pues no, no lo sé me hubiese gustado decir pero algo en su voz me llamó la atención como una posible amenaza y guarde silencio mientras rechazaba su mirada.- Steve está en una misión por ahora, me pidió que te cuidara mientras él no estaba.

-No necesito que nadie cuide de mi.- Contesté seco, no sé quién se cree Steve pero no necesito de ninguna niñera.

-Mh, yo no diría lo mismo si fuera tú, él es lo único que te ha mantenido a salvo de nosotros hasta hoy por lo que si quieres pasar esta semana será mejor que mejores tu actitud, creéme puedo hacer que parezca un accidente.- Me contestó seria amenazándome con su voz y mirada.

-¿Nosotros?.- Pregunté ignorando todo lo previamente dicho.

-Somos S.H.I.E.L.D. una organización de defensa e inteligencia dedicada a eliminar amenazas para el mundo y tú estuviste en la lista de los más buscados durante décadas.

-¿Y hace cuanto que nos están escuchando?.- le pregunté con una pequeña sonrisa mientras veía como sus expresiones cambiaban de amenazante a sorprendida, hasta pude ver algo de intriga en sus ojos.

-¿Perdón? aquí sólo estamos nosotros dos, los medicamentos te deben tener algo paranoico.- Contestó queriendo confundirme.

-Sí, deben ser los medicamentos, o tu audifono el cuál escondes en tu pelo pero vi apenas entraste.- Esta vez sonreí victorioso, te tengo.

-Vaya, al parecer tus leyendas deben ser ciertas, me pregunto si tu lista de víctimas será igual de larga como dicen.- me dijo mientras se sacaba el audifono y lo apagaba, supongo que ahora será personal.

Feels like Vegas, don't it?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora