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By Steve:

La noche caía fresca sin embargo la lluvia calaba hasta los huesos, los árboles se alzaban en su esplendor hasta las nubes y su profundidad no dejaba ver más allá de lo qué se veía al igual que el sonido del río sólo orientaba de norte a sur, el croar de las ranas era algo alternativo al igual que el tintinear de las hadas, todo un bosque perfecto para estar en soledad pero yo no lo estaba, él estaba conmigo y aunque no lo veía lo podía presenciar. Di un paso con mis pies descalzos el cual hizo crujir una rama, genial me había delatado y al unisono él saltó sobre mi, con un movimiento certero hacia atrás lo esquive por poco y su espada casi me toca, blandí la mía y lo miré directamente a los ojos.

-Peter Pan.- Me saludó.

-William Garfio.- Lo saludé.

Comenzamos a movernos en círculos sin darnos la espalda en ningún momento y dando a mostrar nuestras relucientes espadas, debido a la oscuridad del bosque sólo notabamos nuestras figuras y una que otra vez debido a la luz de los relámpagos podíamos ver nuestras caras, la suya se mantenía seria tal y como debe ser la de un niño que se convertirá en pirata, en cambio la mía era de un niño que jamás crecería.

-En guardia bacalao.- Me detuve y deje la espada apuntando hacia él, sin embargo ya no estaba.- Te sigues escondiendo William... ¿Cobarde como tu padre?.- Lo provoqué, pues sabía que el honor de su padre era algo importante para él desde que... bueno, alimenté a los cocodrilos con él.

Con el sonido de un trueno y sin que yo me diera cuenta saltó sobre mi desde mi espalda dándome fuerte con la boca en la tierra húmeda del bosque, al parecer la lluvia se había intensificado.

-Ya basta, honraré su nombre y acabaré con todos ustedes malditos niños enfermizos de una vez por todas.- Susurró en mi oído, tome un poco de tierra con la mano y se la lancé a la cara para dístraerlo.- ¡MIERDA!.- Gritó debido al escozor de la tierra en sus ojos y yo aproveché para soltarme de su agarre.

-Jamás podrás contra nosotros William, ni tu padre pudo ni tu lo harás, somos invencibles.- Dije con orgullo, pues mis compañeros eran fieles a mi y nunca me abandonarían.

-Empiezas a sonar como un adulto Peter... supongo que falta poco para que lo seas.- No, eso nunca pasaría.

-¡NUNCA SERÉ UNO DE LOS DE TU CALAÑA BACALAO!.- Grite para defenderme con todas mis fuerzas, ¿renunciar a ser un niño para ser un pirata mal oliente?, ¡Ni hablar!.

-Puede que ya sea demasiado tarde.- Y otro relámpago iluminó la escena, me lo encontré de frente hacia mi a unos escasos centímetros, su pelo largo caía sobre su nuca y caían de él pequeñas gotas de lluvia las cuales se dirijan a su brazo de acero, supongo que él tuvo peor suerte que el Capitán quién sólo perdió su mano, o bueno se la quité. Acerque mis dedos a su brazo izquierdo sintiendo el frío directo del metal, su mano derecha se coló en mi cintura apegándome más a él, así era nuestra "amistad" con William, fingíamos pelear lo suficiente como para alejarnos de las costas y los ojos de los piratas, adentrándonos lo suficiente en el bosque para distanciar a los niños perdidos y sus trampas, ese era nuestro lugar seguro, sin hadas que nos espíen, piratas que nos griten o niños que nos interrumpan, éramos enemigos eso sin duda alguna, pero nuestra atracción el uno por el otro era más fuerte que todas las ideas en las que pudieramos chocar.

-Nunca es demasiado tarde.- Susurré en su boca antes de unirnos en un beso, sus manos recorrían mi espalda baja y se concentraban en mi cintura mientras que la mías navegaban por sus hombros a su cuello.- Ven conmigo .- Le rogué.- Piérdete conmigo, sin piratas, sin niños sólo tu y yo en Nunca Jamás.- Juntamos nuestras frentes hasta que él comenzó a besar mi cuello, me empujó levemente para hacerme caer con él encima mio, volvimos a juntar nuestros labios esta vez en un beso descontrolado, lleno de "amor" que más bien era deseo, deseo carnal del uno por el otro.

Feels like Vegas, don't it?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora