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By Bucky:

El sol me golpeaba de manera directa la cara, tenía las sábanas pegadas al cuerpo y estaba tapado hasta la mitad, estiré la mano en busca de algo que me diera calor pero sólo encontré el frío de una cama vacía, entrecerré los ojos para ver algo y no vi nada o mejor dicho a nadie, Steve no estaba.

Me senté en la cama con ambas manos en la cara recordando lo ocurrido la noche anterior, los besos, las caricias, las sensaciones y los orgasmos, seguía teniendo el olor de Steve inundándome las fosas nasales y casi podía seguir escuchando sus gemidos exclamando mi nombre, fue todo tan utópico que hasta me parecía irreal casi volviéndome a sentir igual que un "antes", pero ya no estaba, ¿Se abra molestado por algo, me habrá dejado?. Fueron preguntas que llenaron mi mente por algunos segundos hasta que sonreí mirando al sol por la ventana... no, Steve no haría eso.

Giré la cabeza hacia su mesita de noche y encontré una nota en la que ponía: "He salido por un rato, si tienes hambre come lo que sea estás en tu casa, vuelvo pronto, cuídate. Steve". La tomé entre mis dedos y como un acto idiota pero espontáneo acaricie la letra de Steve, su ortografía y caligrafía eran perfectas, como él. Me levanté re acomodándome la ropa interior (osea volviéndome a colocar ropa interior) y salí así sin más hacia la cocina, bostece un par de veces y eché un vistazo a mi alrededor para asegurarme que estuviese todo en su respectivo lugar y así estaba, abrí el refrigerador y saque un poco de leche, la serví en un vaso y me preparé un pan algo suave para empezar, ví la hora y eran las 10:23 de la mañana ¿A dónde habrá ido Steve un domingo tan temprano?.

Estaba terminando de comer cuando la puerta sonó, alguien la estaba tocando y dudaba que fuese Steve pues tendría llaves obviamente de su propio departamento, abrí la puerta sólo un poco esperando un ataque en cualquier momento pero sólo recibí un brusco empujón de alguien que se disponía a entrar con o sin autorización del respectivo dueño, sujete con fuerza la puerta para impedirle la entrada al intrépido e impetuoso visitante asomando un poco la cabeza para ver de quién se trataba pero sólo vi su cabellera rubia y su mirada confundida y temerosa mirándome, era la amiga de Steve.

-¿Se encuentra Steve?.- Me preguntó sin saludarme o reparar si quiera en mi existencia, quizás fuera otra de las personas que sólo se mostraba amable cuando Steve estaba cerca.

-No, ha salido lo siento.- Le respondí como despedida pero puso su pie en el marco de la puerta impidiéndome cerrarla por completo.

-¿Ah sí?... ¿Dónde fue?.- Me volvió a preguntar dudosa, como si yo tuviese algo que ocultarle a una mujer como ella.

-No lo sé, no me dijo sólo se fue...- Me quedó mirando con inquietud y ya su prescencia me comenzaba a molestar por lo que después de un intenso silencio lleno de contacto visual me dispuse a volver a cerrar la puerta pero otra vez me interrumpió.

-¿Puedo pasar?.- Me preguntó queriendo hacerse la amistosa obviamente con una sonrisa de oreja a oreja, está demás decir que era falsa pero como quien dice el que nada hace nada teme me hice a un lado para que pudiese entrar, al momento de poner un pie en el departamento comenzó a revisar habitación por habitación gritando su nombre.- ¡Steve, Steve!, ¡¿Steve dónde estás!?.- En lo de impetuosa no me había equivocado.

-Te dije que no estaba.- Le dije desde la puerta con una mirada un tanto extraña.

-¿Qué le haz hecho?.- Me preguntó mirándome como si estuviese mirando a un delincuente cualquiera.

-¿Perdón?.- Le dije levantando una ceja.- ¿Qué le iba a hacer yo?.- Bueno, aparte de una mamada y quizás en un futuro no muy lejano follármelo, calma James no le puedes decir eso.

Feels like Vegas, don't it?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora