Feels like Vegas, don't it?

7

By Bucky:

Erán aproximadamente las 7 de la tarde, habíamos volvido de un pequeño paseo que me dio Steve por la ciudad, ya la conocía o por lo menos varios de los lugares pero de todas formas tuve que actuar impresionado pues no quería acabar con su ilusión, pequeños detalles de ella me habían impresionado como por ejemplo el hecho de que nadie en la calle se había detenido a ver Steve, todos parecían demasiado preocupados en sus asuntos personales como para darse cuenta de qué ocurría a su alrededor por lo cual llegue a una conclución durante toda la tarde, la gente está loca.

En varios momentos quedé maravillado ante el paisaje de lo que veía, pero al ver a Steve ahí, hablándome acerca de sus aventuras en aquellos lugares era algo que me impresionaba, lo hacía con una pasión y dedicación increíble la cual te hacía sentir que lo que te estaba contando lo habías vivido con él y seamos sinceros, el hecho de que Steve estubiese ahí hacía todo paisaje unas 80 veces mejor, rara vez hablamos de mi ya que practicamente no sabía qué decir, finalmente nos sentamos en una banca y Steve no dejo de hablar lo cual sinceramente agradecí. Luego de unos minutos ahí sentados repare en lo que había a mi alrededor, mucha gente paseando por la pasarela en la que estabamos y al frente de nosotros había una banca en la que un tipo estaba sentado, de contextura y apariencia se podría decir que se parecía bastante a mi sin embargo era obvio que no era yo porque yo estaba aquí, ¿cierto?, el tipo no nos miraba y parecía ser sólo yo quien notaba su existencia, ni si quiera Steve se había dado cuenta, no era sospechosos para nada pues se veía que no le haría daño a nadie, estaba mirando al piso en lo que parecía un uniforme de los militares lo cual me tranquilizó un poco más pero el no poder ver su cara me inquietaba bastante, mire a Steve quién al parecer me había formulado una pregunta pero al estar yo tan preocupado de aquel tipo no le escuche

-¿Cómo?.- Le pregunté al ver cómo esperaba una respuesta.

-Jajaja, nada Buck ¿a quién miras tanto?, ¿ya estás coqueteandole a alguien?.- Bromeó, pero al girarme a ver al tipo para mostrarselo a Steve ya no estaba, se había evaporado en el aire o algo así.

Al caer un poco la noche Steve propuso devolvernos a su departamento, las calles estaban vacias ya, no había casi nadie paseando, Steve se acerco un poco más a mi y dijo en un susurro: "Te he extrañado mucho Bucky", bajo su mirada cuando me volteé a verlo, parecía avergonzado ante esta afirmación, yo sabía que conocía a Steve pero de dónde o cuándo no, supongo que desde nuestra infancia, pero saber qué había ocurrido era un lío completo, no recuerdo casi nada y digo casi porque después de todo ya gran parte de mi pasado estaba más claro para mi, pero ante las atrocidades que había hecho era mucho mejor hacerce el desentendido y fingir que no sabía nada. Sin embargo la parte que más me importaba saber aún seguía siendo algo incógnito para mi, lo cual a decir verdad detesto profundamente.

Llegamos al departamento sin haber dicho nada desde esa afirmación que Steve había hecho, no supe qué responderle pues no quería mentir ni darle una respuesta forzada con un "yo también", espero pueda entender mi situación, entramos y Steve dejó las bolsas con las compras en la mesa, comenzó a ordenar mientras yo me sentaba en el sofa a observar con detalle cada uno de sus movimientos, en estos momentos eran tan tranquilos que hasta parecían delicados e indefensos, sin embargo tras verlo en combate está más que claro que no lo son, me quedó mirando al ver como lo observaba sin ningún descaro lo cual me forzó a agachar la cabeza, se comenzó a acercar más a mi hasta que se agachó frente mio, tomó mi barbilla con la misma ternura de hace un rato y susurro en mi oído, "conmigo no te debes avergonzar de nada... nunca", estos pequeños movimientos que hacía Steve de manera casi automática quiero suponer, me ponían los pelos de punta y eran capaces de paralizarme como ningún arma o golpe lo ha logrado nunca, era algo que debía cuidar pues estaba dejando mi guadia baja sin embargo esta sensación de vulnerabilidad pero protección a la vez que sólo Steve me parecía poder brindar debo admitir que me encantaba, sentir su olor así de cerca era algo que me provocaba casi como un acto reflejo cerrar los ojos y dejarme llevar dispuesto a hacer todo lo que él podría desear, se alejó mirandome unos segundos cómo volvía a reaccionar a la realidad.