Capítulo 21

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—Hola soy Chloe. ¿Cómo estás? —estaba muy nerviosa de llamarla o no, pero al final lo hizo.

—Que sorpresa. No esperaba tu llamada. Estoy bien, ¿y tú? —la DJ suena muy feliz al otro lado de la línea.

—Pues bien, ¿recuerdas lo que me dijiste en el bar? —cuestiona dudosa.

—Dije muchas cosas Chlo... —la pelirroja suelta una risita nerviosa. No sabe cómo pedírselo.

—¿Podríamos  Aubrey y yo, quedarnos en tu apartamento? —por un momento todo es silencio, —¿Beca? —piensa que ha colgado pero no es así.

—Si... Claro, tengo una habitación libre... —otra vez silencio. Ninguna lo admitirá pero las dos están emocionadas por convivir en el mismo espacio. Beca porque aún siente algo por ella y Chloe porque quiere recuperar su pasado. —¿Te parece si vamos por un café en la tarde y luego pasó a recoger sus cosas? —sugiere la pequeña DJ.

—Suena perfecto —responde muy animada la pelirroja.

—Bueno, seguiré con mi trabajo. Así termino pronto y voy a buscarlas —ambas chicas tiene esa cálida sensación en el pecho ante la idea.

—Gracias Beca —la Pelirroja y luego cuelga.

Será un día largo para Chloe, pues justo ese día dan de alta a la pequeña Alice y aunque quisiera y por ella y llevarla a casa, no puede, servicios infantiles se hará cargo. Con los recientes problemas con el señor Sanders, la pelirroja ha obtenido vacaciones, dos semanas sin nada que hacer.
Grandioso, ¿no? Un psicópata quiere matarla y a ella la recompensan con días libres.

Chloe toma un café pues es apenas las 9:00 am y no desea desayunar, toma su móvil y abandona la cafetería en la que se encontraba. Sube a su auto y se encamina al hospital. En la entrada de encuentra al guardia que se ha encargado de cuidar a Alice. La pelirroja entra al lugar dirigiéndose hacia la habitación de la pequeña pero el guardia la detiene.

—Lo siento Chloe, no puedes entrar —ella ignora el comentario y de igual forma entra. Para su sorpresa la cama está vacía y no hay nadie en la habitación.

La pelirroja se apresura y sale de ahí hasta el pasillo donde está el guardia.

—¿Dónde está? —cuestiona.

—Ahí —señala. Chloe se gira y observa que la pequeña viene de la mano de una mujer joven quien viste con un traje negro, su falda deja mostrar esas blancas piernas y su cabello negro se mueve al compás de sus pasos.

—¡Chloe! —dice la pequeña al verla, suelta la mano de la mujer y corre hacia los brazos de la pelirroja.

—Hola pequeña —dice al envolverla en un abrazo.

—Ya estoy mejor, ya no te veré —la pequeña se aferra más a la pelirroja y pronto comienza a sollozar en su hombro. Por lo cual Chloe debe contener sus emociones y no acabar en un mar de lagrimas también.

—Estarás bien, ve con ella —la niña se aleja del abrazo y observa a la pelirroja —te quiero Chloe —le da un ligero beso en la mejilla y sin voltear camina hacia la mujer de traje quien con lentitud se lleva a la pequeña lejos de ella.

Dejar que Alice se marche le destroza el corazón, si por ella se tratase la habría adoptado, pero es algo que no se puede hasta que encuentren al señor Sanders. La pelirroja sale del lugar y con su mirada acuosa sube a su auto, ya en el, toma largas respiraciones para no romper a llorar, debe admitir que se ha encariñado mucho de esa niña.
Pero también acepta que ahora estará más segura.

El sonido de su móvil la sobresalta, busca su bolso y lo toma.

—¿Chloe Beale? —cuestiona una voz masculina la cual desde hace los últimos días escucha mucho.

Yo me opongoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora