Ambiente electrizante
Justo frente a la casa de los Clarkson, los pasos de los jóvenes se volvieron irregulares, los pasos lentos continuaban mientras el olor de la incomodidad se desplegaba en el aire. Una ráfaga de viento le removió los cabellos, cerrando los ojos por un instante. Al siguiente, ambos se miraron.
El corazón de Byron se aceleró cuando se dio cuenta que no podía desviar la vista. La intensidad en los ojos de Angie era demasiada para él, que sin darse cuenta había acortado a un metro la distancia entre ellos.
Un estruendo en el interior del hogar les provocó un sobresalto. Parecía haberse roto algo pesado.
—¿Qué fue eso? —inquirió Byron.
Angeline elevó los hombros con poco interés.
—Debes saber qué cosas como estas o peores son muy comunes aquí. Mis padres tienen alma de adolescentes, y mis hermanos, bueno, ya conoces a Elliott, mientras que Camyl… ella es la única buena.
Hizo sonar el timbre y en menos de tres segundos apareció Ailyn con una respiración agitada y sonrisa destellante.
—¡Angie! —dijo antes de llegar a percatarse de la presencia de Byron. Cuando sus ojos verdes se posaron en él, su rostro se convirtió en uno de confusión —. ¿Byron?
Ellos se conocían extraoficialmente, simplemente de vista. Elliott nunca estuvo muy motivado a dar a conocer a sus amigos a sus padres, y mucho menos para llevarlos a casa. Sin embargo, Angie sabía de él, debido a que su hijo siempre lo mencionaba.
Fue así que el ambiente se volvió todavía más tenso.
—Hola, señora. —La voz de Byron tembló.
—Hola… —respondió del mismo modo, sin embargo, algo en su mente no encajaba. Siendo más específicos, recordaba que su hija mayor odiaba a ese chico, peo ahora ella tenía las mejillas sonrosadas y las manos se ocultaban en su espalda. Esa posición no encajaba según su estilo.
—Mamá, ¿lo recuerdas? —Angie señaló a Byron con la cabeza —. Byron Logan, el mejor amigo de Elliott.
—Sí, lo conozco —respondió con obviedad. Le tendió la mano —. Aunque ésta es la primera vez que nos presentamos adecuadamente. Mi nombre es Ailyn.
Byron respondió al saludo de una forma torpe, temiendo que se diera cuenta del temblor de sus dedos.
—Es un gusto.
Él no sabía si se había percatado de su nerviosismo, pero sí lo hizo lo ignoró. Les hizo pasar al interior, y cuando estuvo ahí, se sintió pequeño. Él apenas vivía en un lugar con dos habitaciones, cocina y baño, por lo que contemplar un hogar cuatro veces más grande que la suya, se quiso hacer de piedra.
—Por cierto, escuché que se quebró algo, ¿qué pasó? —preguntó Angie saliendo de la cocina con una bolsa de galletas con chispas de chocolate.
La sonrisa de Ailyn volvió a su rostro, y rejuveneció unos cinco años.
—Ángel, y sus intentos de hacer malabares con las velas de cristal… —Su mano apuntó un sitio en la sala, que estaba repleto de vidrio y cera —. Se fue corriendo a la habitación, gritando que un pedazo de vidrio se encajó en su pie. Es un niño. —Puso sus ojos en blanco —. Iré a ver cómo está y a reírme un poco de él. Siéntete cómodo Byron, estás es tu casa. —Le giñó el ojo y se fue, dejándolos solos.

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La bizarra familia Clarkson
RomanceSECUELA DE DOCTORA CORAZÓN. Los Clarkson podrían ser la familia menos ejemplar de todas. Quizás muchos pensarían que los padres son unos irresponsables que no saben educar a sus hijos. Otros quizás creerían que los adolescentes son los del problema...