Zona Z

En todo el mundo

Los ladridos de Tobi y el timbre hicieron despertar a Daniel.
Era muy poco común encontrar a gente fastidiarlo un jueves por la mañana y también algo muy incomodo.
Daniel salió a la puerta con cara de pocos amigos, sus ojeras se notaban de par en par.
Después de calmar al perro abrió la puerta.
Una mujer vestida con una bata blanca y una mascarilla apareció, tras ella un camión del ejército la esperaba. A Daniel ese asunto ya le estaba empezando a preocupar.

-¿Si? - preguntó al ver a la mujer.
- Buenos días- dijo en tono serio, casi gélido- hemos venido a hacerle unas preguntas, solo serán unos minutos-Antes de que Daniel hubiera podido decir que no la mujer ya había sacado su tabla de preguntas- ¿A tenido fiebre o malestares los últimos días? ¿ Tal ves dolor de cabeza o nauseas?

- No, estoy bien- cruzo los brazos-¿que es lo que esta pasando aquí?- la mujer hizo caso omiso y continuo.

-¿A estado usted en contacto con alguna persona enferma?

-No...pero pue...

-¿Tiene ya usted su mascarilla propia?

-  No creo que sea necesario

- Pues lo será- la mujer le entregó una en una bolsa plástica- ¿vive usted solo?

- Si.

-¿Completamente? Necesito examinar sus ojos- con una pequeña linterna y abriendo los ojos de Daniel de par en par los examinó.

-¿Podría alguien explicarme que es lo que pasa?

-Responda.

- Si, maldición...

- Gracias por su tiempo, recuerde usar mascarilla en las calles o lo tendremos que llevar a juicio por atentar a la salud pública.

- ¡¿Disculpe?!- antes que pudiera hacer alguna cosa, la doctora (o al menos eso aparentaba ser) ya había entrado al camión resguardado por tres soldados que iban armados hasta los dientes.

El carro se alejó a una velocidad increíble y tras de ellos decenas iban hacia la ciudad. Sin duda alguna algo feo estaba pasando.

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Daniel se tumbo el la banca de madera que tenía en el porche de su casa a hablar por teléfono con Lisa. La tarde de los viernes era una de los momentos que mas esperaba en toda la semana. Lisa lo llamaba y hablaban durante una hora de sus pequeñas aventuras en la escuela. Pero ese día algo estaba mal. Y no solo por la rareza de su día.

- Hoy la escuela no abrió y estuve todo el día con Mami- Dan y lisa rieron.

- ¿Y se puede saber el porque?

- Dicen que la cerrarán hasta nuevo aviso, porque algunos compañeros se han puesto enfermos y hoy los policías entraron y se llevaron a mi profesora que también estaba mal- Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo a Daniel - y luego nos mandaron a casa con unas mascaras para los doctores, también me dieron una para mami.

- ¿Los policías?- Daniel no sabia como tomar eso- cariño, ¿te has sentido enferma estos días?

- No papi. Si no también me hubieran llevado con mi profesora porque se llevaron a mi amiga que estaba enferma.

- ¿Que decían los policías?- una gota de sudor resbaló por su frente-cuando se los llevaban digo.

- Que habían doctores que iban a curarlos, porque mi profesora tenía los ojos un poco amarillos, papi, mami dice que debo hacer las tareas nos vemos mañana.

Daniel no respondió. Cuando la llamada se cortó mil cosas pasaban por su mente. En un día normal un atardecer rojo como ese lo hacía sentir en paz, pero ese día era señal de un mal presagio.

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Daniel prendió la televisión para ver algo mientras comía. CNN apareció como canal principal. No había tocado la tv en ido el día y era lógico que aparecería ese canal, pero por extraño que fuera nadie hablaba sobre lo que estaba pasando. Un pequeño titular se aproximó por ahí pero solo decía algo sobre un hombre enfermo de lo que dios sabe que estaba matando a la gente, que había atacado a los doctores de un hospital en Alemania. Seguro era un puto loco que se había enojado porque no querían dejarlo salir del hospital.
Por ahí otro titular en el que informaban que Albania había cerrado los aeropuertos hasta nuevo aviso.

Pero por otro lado nadie informaba lo que e realidad estaba pasando. Todo seguía normal en la televisión y eso era lo que mas asustaba a Daniel.