-¡¿Qué?!-gritó exasperado Lucas al decirle que iba a ir ala fiesta de Ashley.
-Como escuchaste, voy a ir a la fiesta de Ashley éste sábado- dije un poco molesta por como reaccionó al mencionárselo.
-No vas a ir a esa fiesta, ¡te lo prohíbo!- ¡¿qué?!, ¿por qué me iba a prohibir ir a una fiesta?, no tenía ningún derecho a prohibirme nada.
-Tú no puedes prohibirme nada, no eres mi padre para decirme lo que tengo o no tengo que hacer.- Estaba enfadadísima, ¿quién se creía que era él?.
-Te lo digo por tu propio bien Elízabeth, esas fiestas son un tanto alocadas, no quiero que te pase nada allí, me importas demasiado como para que algo te ocurra.- Ante ese comentario me relajé un poco, pero aún así seguí con mi semblante molesto, lo le iba a dejar ganar ésta.
-Aprecio que te preocupes Lucas, pero de igual manera tienes que comprender que no soy una niña pequeña, se defenderme ante cualquier situación. Más bien antes de llegar a éste país había ido a clases de defensa personal, por si algo me llegase a pasar, todo está bien, confía en mí ésta vez ¿si?-le pregunte poniendo la cara de cachorro, a la cual sabía que no podía decir que no.
-¡Ay!, no pongas esa cara, porque sabes que voy a terminar cediendo- seguí con mi cara de cachorro indefenso, hasta que vi que se resignó y asintió con la cabeza- está bien, pero no digas que no te advertí.
Y sin decir más se fue por la salida del colegio, en la cual ya habíamos salido de clases hace diez minutos y se nota porque no hay ni un estudiante por los pasillos.
Miré nuevamente por el lugar en el que se fue Lucas y suspiré, está enojado pero ya se le pasará, no conozco lo suficiente para saberlo.
Luego de quedarme unos minutos viendo la salida decidí irme a mi casa, era lunes y tenía que hacer muchos deberes escolares.
(...)
La semana pasó rápido y con ello la llegada del fin de semana ya estaba en nuestras narices. Maddie no ha dejado de hablar de la fiesta y sus pros y contras de ir. Es muy divertido verla así porque a veces está muy contenta por ir y en otra parte está muy enfadada que por culpa de Edwar tenemos que desperdiciar su preciado tiempo de vida, está realmente muy pero muy bipolar.
Edwar nos ha estado comentado todos estos días d los chismes de la fiesta, que al parecer por lo que se está escuchado, va a hacer una "bomba total". Él está súper emocionado por ir, esa sonrisa de su rostro no se la quita nadie.
Lucas por su lado no lo he visto desde nuestra última conversación a la salida del colegio, he intentado contactarme con él pero siempre me envía al buzón y cada vez que le envío un mensaje no me responde y me deja con un maldito visto. No se cuánto tiempo más va a estar enojado conmigo, y espero que no se alargue mucho más de aquí. También a faltado a todas las clases de ésta semana, no ha ido a literatura, y por lo que rumorean sus amigos, tampoco a ido a sus otras clases, solo espero que se encuentre bien.
Ahora mismo estamos en el salón de belleza, Maddie, mi madre y yo, ésto es para al menos vernos un poco "hermosas", pero la verdad no me entusiasma mucho esa idea, me conformo con algo más sencillo, pero al parecer esa no es la idea de mi madre que al poner de excusa que es mi "primera fiesta desde que estoy en una nueva escuela", hasta siento que está más emocionada con esto de la fiesta que yo misma. Y Maddie, pues, ella sólo sigue la corriente y va por lo que mi mamá dice, al parecer le da igual, pero aún así su cara de emoción es inigualable.
Nos estamos haciendo la manicura y pedicura, para luego pasar a hacernos un peinado.
-Esta es la primera vez que vengo a un salón de belleza- susurra Maddie para que yo solo la escuche.
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La Vida No es como un Cuento de Hadas
Teen FictionLa Vida puede cambiarte de un minuto a otro, y lo que nos enseña es que hay que aceptar esos cambios y enfrentarlos, aunque sea duro y difícil el camino, tenemos que seguir hacia adelante, para no derrumbarte y caer, aunque caerás varias o más bien...