Capítulo 21

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Pov Lucas
Que le habrá pasado a Elízabeth?. Estará bien?. Aún no puedo quitarme lo último que me dijo Estoy bien, solo estoy un poco cansada. No me lo creí, pero para no molestarla más, preferí no seguir insistiendo en cuanto al tema, después de que me haya preguntado si tenía novia se puso muy extraña, podría decir que hasta se enojó porque le dije que nada más éramos amigos, pero...No es eso lo que somos?, admito que últimamente he experimentado ciertos sentimientos hacia a ella que antes no estaban. Y todo comenzó el día de la fiesta, ella se acordará de lo sucedido? no sino me lo hubiese dicho, a veces hay cosas que es mejor no saberlas. Y además desde que me defendió a mí y a mi hermana de mi padre, esa pulgarcita tiene valentía, ni yo en todos estos años que he estado sufriendo por mi padre me habría atrevido a hacer lo que ella hizo, gracias por ella fue que me alcé hacia a él y pude salir hasta los momentos de la cárcel en la que estaba, le dio un nuevo significado a mi vida, me mostró que a pesar de las circunstancias se puede salir adelante. Hasta le mintió a sus padres para proteger a Emma y a mí...Joder que me pasa? No me digas que me estoy enamorando de Lizzy, es mi amiga, me ha ayudado en los momentos difíciles, por ella estoy mejor ahora, he vuelto a sentir que tengo una familia con estas personas que no sea nada más Emma y yo. Es simplemente...cómo sería la frase correcta? Agradecimiento, pero yo no sólo siento agradecimiento hacia a ella, siento cariño, admiración...amor. Joder! Me enamoré de Elízabeth y no me había dado cuenta, me pregunto si ya no me gustaba desde el momento en que la conocí, ese día quedará grabado en mi mente para siempre. Aún recuerdo cuando vagaba por los pasillos perdida, una pequeña pecesita en un mar lleno de tiburones. Se veía muy asustada, fue muy lindo cuando nos tropezamos y sin querer tumbé sus libros, tenía las mejillas sonrosadas por la vergüenza. Y cuando me preguntó dónde era la oficina de administración su voz me sonó como el canto de los Ángeles, desde ese día ella ha estado en mi memoria y sabía que haría cualquier cosa por ella si algún día nos volvíamos a encontrar. Y aquí estamos ella en su habitación y yo aquí sentado en el sofá de la sala de su casa, viendo una película que ni siquiera le he prestado atención alguna, y un plato de comida que descansa en mis piernas a medio comer, tenía un hambre de demonios, pero ahora con todo el asunto de Elízabeth se me quitó el apetito.
Me levanto del sofá dispuesto a revelarle mis sentimientos a Elzabeth, aunque no sería sensato decirle ahora pero a la mierda con eso! Quiero que sepa que me gusta y que se preocupara por si estoy con otra chica, porque no lo estaría, quiero estar con ella y sólo con ella, se convirtió en mi soporte y le ha traído felicidad a mi vida desde que la conocí. La quiero, y la quiero mucho, más de lo que se debería, pero no importa nada, solo importamos nosotros, que si cae, yo caigo, si ríe, yo río, si se quiere arrojar de un precipicio, no me arrojaría con ella porque nunca la dejaría caer.
Exactamente el momento en que voy en camino en subir las escaleras a su habitación siento un golpe muy fuerte proveniente de la cocina, me alarmé mucho de que le haya podido ocurrir algo así que fui corriendo inmediatamente hasta ésta.
Al entrar en la cocina me llevé un susto de muertos, me encontré a Elízabeth tirada en el suelo con su celular a un lado, en la pantalla aparecía que había terminado una llamada, pero no le presté atención a eso sino a Lizzy que estaba tirada en el suelo quizás inconsciente. Me agaché y le tomé su cabeza con cuidado de no lastimarla. Tomé tres de mis dedos y se los puse en su cuello, así como nos enseñó el profesor de primeros auxilios Si está respirando me llevé un gran alivio al descubrir que sus signos vitales estaban bien.
Oigo pasos que vienen detrás de mí pero no les presto atención, me concentro en Elízabeth y la cargo de brazos, rumbo a su habitación.
-Qué le pasó a Elízabeth?- pregunta Charles el hermano menor de Lizzy.
-No lo sé, solo la encontré en el suelo tirada inconsciente, tuvo que ver algo para desmayarse, pero estará bien, no te preocupes- le respondo a Charls que es como le suele decir Lizzy y se me pegó el nombre.
Voy caminando con Elízabeth en brazos hasta su habitación con Charles atrás. Ya al frente de su puerta, la abro y me dispongo a colocarla encima de su cara. Le toco la frente para comprobar si tiene fiebre pero no está caliente. Seguro que se impresionó por algo y eso le causó que se desmayara, t el golpe por el suelo le tuvo que haber creado una contusión y no despertará hasta que se le pase, mientras tanto hay que esperar y no me separaré en ningún momento de ella.
Escucho que tocan la puerta en la planta baja, qué raro? Que yo sepa hoy no venía ninguna visita, y el padre y la madre de Elízabeth no llegan a esta hora de trabajar, así que quién podrá ser?. Maldigo en mis adentros el puto timbre que no deja de sonar, no quería separarme ni por un segundo de Lizzy pero las circunstancias no me dejan hacer otra cosa.
Le digo a Charles con una mirada que vigile a su hermana por si despierta, a lo que él asiente con la cabeza. Bajo rápidamente, para no perder tanto tiempo, camino hacia la puerta, la abro y me encuentro con la persona que menos pensé que que estaría aquí.
-Hola hermano!, como andas?- Liam estaba parado allí saludándome, y yo que todavía no me despertaba y no entendía totalmente porque estaba aquí contesté un poco tarde.
-Qué haces aquí Liam?- respondí con la peor cara posible, dando a entender que no era invitado a estar aquí.
-Lizzy vino a verme, a donde van todos los chicos, quería mi ayuda en una misión secreta- se echa a reír como el típico bruto que es, yo no estaba para jueguitos ahorita, tenía a Elízabeth arriba que necesitaba mi ayuda, así que respondí de la forma más fría y directa que pude.
-Mira Liam, no sé qué traes entre manos, pero a Elízabeth no las metas en tus asuntos descarrilados, de seguro es mentira que te fue a ver. Además no quiero oír tus excusas, mejor vete y así nos ahorras el trabajo- cuando estaba a punto de trancarle la puerta en la cara él lo impide y atraviesa su mano en ésta, abriéndola nuevamente y entrando en la casa sin permiso.
-Qué tus padres no te enseñaron a no entrar en las casas ajenas?- pregunto ya no muy contento de que estuviera aquí.
-La verdad no hacía ningún caso a lo que mis padres dijeran- dice con total naturalidad, entrando en la cocina, agarrando un vaso de la alacena y sirviéndose agua en éste.
-Se nota- digo ya muy fastidiado de su comportamiento de chico malo?aunque admito que yo una vez fui un chico malo, pero eso cambió cuando conocí a Elízabeth- Di de una buena vez que quieres porque te prometo que llamo a la policía para denunciarte a entrar a propiedad privada sin permiso- él se bebe el agua de un sorbo y consecuentemente toma otro vaso del líquido, tomándoselo al igual que el otro.
- Enserio? Eso es lo mejor que tienes? Me hand dicho peores cosas, además me han amenazado bastantes veces con llamar a la policía pero siempre los detengo, quieres ser el siguiente?- dice él dándome una sonrisa sí iva, de verdad que éste tipo está loco, no sé cómo Elízabeth lo aguanta.
-No te tengo miedo sabes?, al igual que tú se luchar. Y te juro que si le haces algo a Elízabeth te las pagarás conmigo, no importa que interfiera, pero haré todo lo posible por mantener a ella alejada de ti. Me vale madres si en compañeros en biología, cuando te vea así sea respirando el mismo aire que ella, te daré la paliza de tu vida, yo puedo ser muy bueno, pero también muy malo, así que no me provoques- así dio por terminada mi amenaza hacia Liam, que por lo visto no le causó ninguna emoción, porque esta inmune mirándome fijamente.
- Elízabeth te trae loco, verdad hermano? Se ve desde lejos que estas flechadito por ella, no lo sabes disimular muy bien , eh? Sabes, ella es muy bonita y ardiente, ya entiendo porque te gusta, tienes unos...- señaló hacia su pecho dando a entender que son los senos- y un...- señala detrás de él dando la impresión que es el trasero- buenísimos, me pregunto cómo será en la cama, según dicen que las inexpertas son las que la hacen mejor...- no dejé que terminara porque enseguida me abalancé hacia él y le comencé a impartir muchos golpes en varias partes del cuerpo, el estómago, la cara y más que todo se vieron dañadas la nariz y los ojos, le va a quedar un gran moretón después, pero me vale verga lo que le quede y no le quede. Menospreció a Elízabeth, la estaba nombrando como si fuera una cualquiera, lo cual no es, Lizzy es hermosa he inteligente, no se rebajaría al nivel de las chicas de las que él estaba tratando de decir que era ella, pero no lo es, y éste es un hijo de puta por pensarlo.
Hubiera seguido golpeándolo sin cesar hasta dejarlo inconsciente si no fuera porque una voz me llamó a mis espaldas, una pequeña y diminuta voz.
-Lucas...- era mi hermana Emma, que estaba viendo el atroz acto que estaba haciendo, me daba hasta vergüenza que ella me haya visto así. Nunca la dejé que saliera de su habitación cuando mi padre y yo peleábamos, y ahora que ella me haya visto hacer esto, me sentí sucio, de igual manera en la que mi padre me hacía sentir, ahora yo soy el agresor, y no quería que ella piense que soy una mala persona, solo me salí de control y no medí lo que estaba haciendo.
Me paro rápidamente de él y me encamina hacia Emma, la cual me ve con carita de cachorrito asustado pero no se retira.
-Emma, lo que acabas de ver, no sé que me pasó, me salí de control y no medí lo que estaba haciendo, no quiero que pienses cosas malas, o que soy igual a papá porque no lo soy, solo fue un impulso, esto no va a volver a pasar te lo prometo- por último la abrazo, para que así sepa que no tiene nada que temer, Emma es muy frágil y se puede romper fácilmente, por eso le deje las cosas claras, para que así no piense cosas que no son.
Le cuesta un poco entender, pero al final acepta mi abrazo, ella es muy pequeña, otra cualidad que me acuerda a Elízabeth, a quien dejé con cuidado de su hermano en su habitación debería subir para ver cómo está y si ya despertó.
-Emma acompáñame arriba para ver cómo sigue Lizzy, no quiero que te quedes abajo junto con él- señaló detrás de mí al cuerpo de Liam tirado en el suelo, aún respira lo oigo desde aquí, solo está buscando recuperarse. Cuando se despierte buscará venganza, pero eso es lo mínimo que me importa, primero tengo que ver por la salud de Elízabeth.
Voy subiendo las escaleras junto con Emma de mi ladra y cuando ya estoy por llegar al segundo escalón tocan el timbre nuevamente. Qué tendrá la gente hoy que no se puede quedar en su casa? Es insoportable, pero no me queda de otra que ir, sino el que está tocando la puerta se quedará allí hasta que le abran.
-Emma, ve junto con Charles al cuarto de Elízabeth, avísenme si despierta i presenta algún cambio si?- ella asienta y se va rumbo al cuarto de Lizzy.
Cuando veo que pasa al cuarto me encamino nuevamente hacia la puerta, esto ya es exasperante, no tuve una buena reacción con la primera persona que la tocó, ya no me imagino la segunda.
Bajo las escaleras y cuando ya estoy en frente de la puerta la abro. Inmediatamente, una figura de mujer se atraviesa en mi camino y entra a la casa, también sin pedir permiso. A estas personas no le enseñaron modales o que?.
-Dónde está Elízabeth- pregunta la chica, que ahora que estoy más consciente veo que es Maddie, la amiga de Lizzy.
-Maddie? Qué haces aquí?- pregunto un poco curioso de que haya entrado de tal manera tan desesperada.
-Elízabeth me llamó asustada que al parecer alguien la había amenazado de muerte o algo así, me dijo que viniera pronto. Se oía muy asustada- espera qué?! Alguien amenazó de muerte a Elízabeth? Por qué razón alguien lo haría? Es por eso que se desmayó, tal vez la llamaron diciéndole que Tena 48 horas de vida o cosas por el estilo, esto no puede estar pasando.
- Cómo que la amenazaron de muerte?!- pregunté o más bien grité, estaba nervioso, asustado de que algo le podría pasar a ella. Ya que si algo le pasa, no sabría lo que haría de mí y más al descubrir que tengo sentimientos por ella.
-Te lo cuento todo después, pero primero me tienes que decir dónde está Elízabeth- no sé si es de la impresión, de la impotencia o no sé que coño tengo pero no podía hablar, así que me limité a señalar hacia arriba, por lo que Maddie fue corriendo al cuarto de Lizzy.
Me quedé un tiempo viendo al vacío para analizar toda la situación que estaba pasando, pero no le encontraba sentido. Quién en su sano juicio le haría daño a Elízabeth? Y lo más importante, por qué razón? Porque quien sea que estuviera detrás de esto tiene sus motivos para hacerlo. Busco y busco pero no le encuentro respuesta a la pregunta.
Siento una presencia a mi espalda, así que me giro y me encuentro con Edward, no se desde cuando está aquí pero no me importa. Tal vez vino con Maddie y ha estado todo este tiempo observándome, pero por alguna extraña razón no me molesta.
Al principio si estaba un poco resentido con él porque no quería que estuviera con Elízabeth, pero con el pasar del tiempo me he dado cuenta que es un gran chico, y que solo quiere el bienestar de Lizzy al igual que yo, solo que de manera diferente, él no ve a Elízabeth como yo la veo.
-Has estado aquí todo este tiempo verdad?- digo cuando ya termina nuestra guerra de miradas.
- No por mucho, Maddie bajó antes que yo del auto, la vi subiendo las escaleras y a ti a quedarte allí estático en tu lugar sin decir nada, no quise subir porque quería saber cómo te sientes- tengo que decir que eso me sorprendió más aún sabiendo que no teníamos una amistad como tal todavía, pero de igual manera él está buscando ser amable conmigo, gesto que agradezco mucho.
-No tanto, Elízabeth se desmayó y la llevé a su cuarto, luego vino ese tal Liam...- al escuchar el nombre Edward hace un gesto de desagrado- si, a mí tampoco me agradó que viniera aquí, dijo unas cuantas cosas malas de Elízabeth y lo molí a golpes, la última vez estaba tirado en la cocina- Edward asiente, y luego hace un gesto para ver si puede pasar, yo acepto y cierro la puerta detrás de él.
Juntos vamos a la cocina para ver cómo estaba el perro ese, cuando llegamos justamente él se estaba levantando del suelo, le costaba ponerse de pie y tenía moretones por todo el cuerpo, de verdad que lo dejé muy mal.
A Edward no le importó como se veía, más bien le daba odio que estuviera en la casa al igual que yo, es una de las pocas cosas que teníamos en común. A ambos no nos gustaba Liam, y como se comportó hoy, aclara mis dudas de la clase de persona que es.
-En serio que eres un maldito perro, por tener la indecencia de venir hasta acá. Que te trae aquí de todas formas, te advierto que si te acercas a Elízabeth Lucas no va a ser el único en darte una paliza- habla Edward para así intimidar a Liam para que tenga las cosas claras de lo que hacía, pero éste solamente se dispuso a ponerse en su lugar y mirarnos con cara de indiferencia.
-Ustedes creen que me pueden hacer algo, pero no me conocen, no saben de lo que soy capaz de hacer. A su amuguilla, Elízabeth, ella fue la que me gusto a mí para empezar...- lo interrumpí.
-Mientes- iba camino a él para darle su segunda tanda de golpes pero Edward me tomó del brazo impidiéndome avanzar.
-Deja que termine de hablar, su después de lo que te dice aún sigues sin creerle lo podrás golpear todo lo que quieras, pero mientras espera a que termine de contar, porque sino van a haber muchas dudas sin resolver- resignado asiento a lo que él dice porque es razonable, sino dejó que termine, me voy a quedar con las mismas dudar que al principio.
-Como decía, ella fue a buscarme porque a ella la están acosando por mensajes un tal Liam, y fue a verme para ver si era yo el acosador, pero no soy yo lo prometo...- fruncí el ceño no muy convencido, de éste chico me puedes esperar cualquier cosa, y no me extraña que para asustarla le envíe esos mensajes tan perturbadores- en serio, no soy yo. Pero conozco a la persona que le puede decir quién es, por eso vine aquí porque le prometí a Elízabeth que la ayudaría. Busqué en varios contactos que tengo y pregunté en quien le había dado el número de teléfono de Elízabeth, me tomó unas horas pero lo pude hallar y vine aquí para decirle el nombre, es Tom, un compañero que ella tiene en matemáticas- buscaba en mi cerebro, algún nombre parecido pero no encontraba nada. Hasta que al fin me acordé que una vez la vi hablar en el pasillo con un chico, y si mal no recuerdo su nombre era Tom, debe ser ese chico, pero no parecía un mal sujeto, algo friki pero no como una persona que daría números de otras personas para que las acosen, pero bueno, las apariencias engañan. Falta que despierte Elízabeth para contarle todo lo sucedido.
Exactamente cuando pienso eso, Charles aparece en la puerta de la cocina un poco cansado, de seguro corrió por las escaleras.
-Elízabeth despertó- es lo único que tuvo que decir, para salir disparado corriendo las escaleras arriba hacia el cuarto de Lizzy, los demás me seguían atrás pero no les presté mucha atención.
Al llegar en frente de la puerta todos miraban a la chica de pelos dorados, ahora sentada en su cama, con una mano en su cabeza de seguro con una fuerte contusión, la cual se le pasará con las horas.
- Qué pasó? Por qué están todos aquí?- preguntó al ver la cantidad de gente que se encontraba a su alrededor, ya ni se debe acordar de lo que le causó tal desmayo.
-Eso es una historia muy larga- contesta Maddie, pero yo estoy concentrado en Lizzy, por lo que sonrío gratamente al ver que se encuentra bien, y que si le hubiera pasado algo no me lo habría perdonado, por qué? Porque la quiero, y se lo voy a decir cuando se encuentre mejor.

La Vida No es como un Cuento de HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora