P.D.V Alaska
Mire el reloj de nuevo, este marcaba las cuatro treinta de la mañana, últimamente esto ocurría a menudo, tener constantes pesadillas en medio de la noche levantarme y tener esa sensación de sentirse desprotegida, era agobiador pero más que eso era muy desagradable. Me levante y camine hacia el baño, en donde jure ver una sombra detrás de la puerta de la ducha, al abrirla no encontré nada y decidí dejarla como estaba, lave un poco mi cara y salí de nuevo a mi habitación. En casa todos dormían, Melissa junto a papá y Daniel en su habitación, incluyendo a la pequeña Amber con el tío Jan, yo era la única que no conciliaba el sueño, y todo debido a esas cosas tan extrañas que me llegan.
Aunque en realidad todo esto comenzó hace algunos meses, comencé a recibir hojas de un color peculiar en donde me daba el resumen de mi día anterior, algunos paquetes con fotografías desde mis seis años, algunas cartas amenazantes. No le he comentado nada al respecto a mis padres o a alguien ya que sé que mi familia es un tanto paranoica debido a los pasados de ellos, y creo que es una broma de muy mal gusto de algún estupido en la escuela.
Esta mañana sobre mi mesa del salón se encontraba una caja la cual solo decía mi nombre en letras rojas, no tuve el valor de abrirla así que cuando llegue a mi casa la coloque sobre mi escritorio. Eran las cuatro treinta de la mañana, no tenía sueño y la curiosidad me mataba, tome aquella caja y comencé a abrirla. Su contenido era algo extraño, no sabía que tenía que ver tantos cables conmigo, cerré de nuevo la caja, dejándola como estaba. Mire de nuevo el reloj y este marcaba ya las cinco de la mañana, mi papá debería estar ya despierto.
Salí de la habitación y camine hacia la cocina, donde nadie se encontraba, tome un vaso con agua y volví a mi habitación.
P.D.V Mafer
- ¿Juan Pablo? ¿Tan siquiera me estás escuchando? - grite
- si, ¡con esos gritos todos en la ciudad se enteraron que me estás gritando! - dijo irónico
- deja el maldito celular un rato, ¿qué pasó contigo?, yo te quiero demasiado pero, tú comportamiento hacia mi se me es tan indiferente, no siento lo mismo, ¿qué nos está pasando?
- nada, no está pasando nada - dijo irritado - me iré a dormir a la sala, para que descanses - dijo tomando una almohada y saliendo de la habitación.
Me dejo ahí, parada con las palabras en la boca, no pude evitar llorar, puesto que esto nunca había ocurrido antes, si, hemos tenido discusiones pero no a tal grado de que se valla a dormir a otro lado. Tome asiento en la cama, creo que tenía que respirar y tranquilizarme un poco, la puerta se abrió y yo con la esperanza de que fuera Juan Pablo me encuentro con la mirada confusa de Pablo.
- ¿mamá estás bien? - preguntó sentándose a mi lado - vi a papá dormir en el sofá
No pude articular palabra alguna y baje la mirada, Pablo tomó asiento junto a mí y acaricio mi cabello, demostrándome apoyo.
- tranquila mamá, sea lo que sea lo resolverán
- sí hijo, eso espero
Trate de calmarme y me quede dormida.
P.D.V Danna
La mañana comenzaba, hoy sería un día complicado para mí hermana quien tendría su primer visita con la psicóloga, ella la ayudara a que poco a poco recuerde estos últimos seis años que ha olvidado. Julia insistió en que la acompañara al consultorio de la doctora Frida Klanson ya que no le agradaba la idea de entrar sola.
- ¿estás lista? - pregunté a mi hermana, ella asintió - prométeme que pondrás de tu parte para que te recuperes pronto.
- lo prometo - hablo esta vez.
Julia estaba un poco callada gracias al hecho de que la había obligado a desayunar, como todo estos días. El doctor me dijo que tenía que comer bien, ya que no sólo se recuperaba de un accidente, si no que también de un parto y aveces la falta de nutrientes es la que en verdad la debilita.
Junto a mi hermana, a quien llevaba en una silla de ruedas llegamos al consultorio de la doctora.
- buenos días Julia - dijo amablemente, sin obtener respuesta alguna de mi hermana. - bueno, veo que hablas muy poco. ¿Quisieras decirme cómo te sientes?
- cansada - murmuro
- ¿quieres compartir tus últimos recuerdos? - hablo de la misma manera que antes.
Julia negó y llevo una mano a sus labios y comenzó a morder sus uñas, yo arreglé algunos de los mechones que ella tenía sobre la cara y delicadamente tome su mano para alejarla de sus labios.
- prometiste hacerlo - hable
Mi hermana comenzó a platicar un poco de su atroz experiencia y de lo poco que recordaba, lo que me sorprendió en realidad fue que no se acordara en lo absoluto de Jan.
- recuéstate aquí linda - hablo la doctora
Ayudé a mi hermana a recostarse en el sofá largo.
- coloca tus manos aquí - las acomodo un poco más abajo de su abdomen - ahora cierra los ojos, relájate.
La mujer comenzó a decir algunas palabras relajantes, al parecer estaba hipnotizando a mi hermana.
- ¿puedes recordar lo que te sucedió? - preguntó con la voz calmada la doctora
- si - respondió mi hermana aún con los ojos cerrados
- ¿qué ves?
- me despedí de alguien esa mañana
- ¿sabes quién es?
- No
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Creo que había tardado en actualizar un poco, no se me está gustando el color que esto va agarrando.
Quiero saber qué esperan de todo esto en los comentarios y si les gusto voten mucho.
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Venganza || Mario Bautista || tercera temporada
FanfictionHay aveces en las que prometemos no cometer los mismos errores, o que simplemente jamás sucederán. Pero nunca digas nunca, ya que la vida tiene una forma divertida de darle la vuelta a las cosas. Los seis chicos tendrán que tomar sus viejas técnicas...