wrong way|min yoongi

02

Jueves 28 de abril del 2016,

Todo estaba a oscuras. En el centro de la habitación había una enorme cama con sábanas blancas dónde se encontraba el joven Yoongi.

Su habitación era muy simple, pero estaba hecha un desastre; había ropa tirada por todas partes, acumulándose en la silla de su escritorio e incluso encima de la cena de la noche anterior. Se podía decir que su armario había quedado vacío, y que toda su ropa estaba esparcida por aquel cuchitril.

El teléfono comenzó a sonar. Yoongi lo ignoró.

Si había algo que él odiaba con todas sus fuerzas, era que le quitaran tiempo de sus 10 horas de sueño diarias. Se las merecía, había trabajado unas 12 horas la noche anterior.

Sin embargo el teléfono siguió sonando. Yoongi se resistió para no agarrarlo y tirarlo por la ventana, porque de verdad tenía ganas.

De un momento a otro, se levantó de la cama y miró aquella pantalla que no paraba de sonar. Tenía 13 llamadas perdidas.

"Jin Hyung~"

—¿Qué hace molestándome a estas horas?—.Se preguntó a sí mismo mientras pasaba la mano por su pelo, despeinándolo aún más.

Intentó pensar qué podría estar pasando antes de contestarle.

—Oh mierda...—Yoongi se levantó corriendo al recordar que había prometido asistir a una cena con él y su nueva novia.

Llegaba una hora tarde.

[...]

—No entiendo Jin, ¿por qué lo estamos esperando?— pregunto frustrada— A pasado una hora.

Jin parecía nervioso. Pero confiaba plenamente en su hermanastro, en los tres años que se conocían, se habían convertido en hermanos, en mejores amigos. Sabía que él era despistado y que seguramente estaría durmiendo, pero también sabía que no le iba a fallar, no con algo tan importante.

—Co...Confía en mi, esperemos un poco más.

Justo entonces, un joven desarreglado entró al restaurante.

Yoongi no tuvo que buscar mucho para encontrarlos. De lejos vio la pequeña figura de una chica rubia, a su lado, el que parecía ser su hermano, le pasaba el brazo por encima del hombro.

"Woah...le he enseñado bien" se dijo a sí mismo.

Se apresuró a llegar a la mesa.

Cuando llegó, pudo ver a su hermano sonreírle. Jin, de alguna manera sabía que no iba a fallarle. La chica estaba agachada bajo la mesa recogiendo lo que parecía ser un tenedor que se le había caído al suelo.

Cuando se levantó, el corazón le dio un vuelco.

El joven Min Yoongi se quedó sin palabras, sus pequeños ojos se abrieron de par en par y su boca hacía una perfecta "o".

No podía creer lo que estaban viendo sus ojos.

—¿Algún problema?—preguntó su hermanastro.

El restaurante se estaba quedando vacío, sólo quedaba una mesa con el ya nombrado Min Yoongi, su hermanastro y la causante de la incredibilidad del joven:

Era ella. Era ni más ni menos que su primer amor.

Sin embargo, ahora se encontraba en los brazos de Jin, su hermanastro.

Una lucha se libraba dentro de él. Apretó los puños y se preguntó si pegar o no a Jin. Pero recordó que Jin jamás supo de su relación con ella.

Había pasado ya mucho tiempo, pero aún podía reconocerla. Aún que cabe destacar que ella estaba muy, pero que muy cambiada.

Ahora llevaba el pelo corto y era rubia. Incluso llevaba maquillaje. Parecía más mayor, más madura, parecía que la niña de hace cinco años atrás había desaparecido.

Sin embargo, Min Yoongi podía reconocer su mirada, sus labios y su rara manía de pestañear mucho cuando estaba nerviosa.

—No me digáis que os conocéis—preguntó Jin divertido.

Kwon Haeri miro a los ojos a Yoongi, enfrentándolo. Estaba tan sorprendida como él, pero logró esconderlo mejor.

—No.

—Sí—dijo él.

Lo dijeron al unísono. Seokjin los miro confundido.

Yoongi sintió como alguien lo golpeó debajo de la mesa.

—Es decir...—, se aclaró la garganta— no la conozco, pero su cara me es familiar, como si la hubiera visto en algún lugar.

Mintió.

Haeri bebió agua, lo necesitaba. Todo esto era muy fuerte para ella.

—Debe ser porque ha salido en algunos anuncios publicitarios—, comentó Jin.

Yoongi comenzó a toser. Se golpeó mentalmente por no ver lo suficiente la televisión como para verla en aquellos anuncios.

—¿Entonces...entonces eres modelo?

Había un aire de incomodidad, el cual Seokjin no logró captar.

Yoongi sintió curiosidad, la última vez que le habló, ella soñaba con trabajar en la galería de arte de Seúl, y con pintar. Amaba pintar.

De un momento a otro, millones de preguntas aparecieron por su cabeza.

¿Donde has estado todo este tiempo?

¿Cómo está tu hermano pequeño?

¿Qué ha sido de tus sueños?

Y lo más importante de todo:

Después de todo este tiempo, ¿has conseguido olvidarme?