wrong way|min yoongi

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2016 actualidad,

El joven Min Yoongi se sentó en la cama. Se quitó los zapatos junto con los calcetines y se estiró en el colchón de sábanas blancas. Un suspiro se escapó de sus labios.

Había sido un día duro. O mejor dicho, una noche dura, y es que él trabajaba mayoritariamente de noche.

Habían pasado tres días desde la última vez que Haeri le dio señales de vida.

Miro su teléfono, aquella era la cuarta vez que lo hacía en aquella hora.

Pero no había nada. Mensajes de su madre, mensajes de Taehyung, de Hoseok y mensajes de su padrastro. Pero ni rastro de Kwon Haeri.

Min Yoongi pasó su mano por su pelo, despeinándolo. Hacia unos segundos, en el tren, mientras se quedaba dormido, soñaba con ella. Recordaba lo inocente y dulce que era. Recordó el por que la gente le comenzó a llamar Suga. Recordó la mascota que compartió por poco tiempo con Haeri.

Y ahora estaba solo. Tirado en su cama y mirando al techo. ¿Cómo podía desearla tanto? Sólo hacia tres día que no la veía, pero sentía que si no la veía iba a morir allí mismo.

En aquel momento el rubio deseaba pegarse a sí mismo por sonar tan tonto en sus pensamientos.

Había encendido la televisión, el ruido de fondo le hacía compañía.

Se prometió a sí mismo no llamarla, ni enviarle mensajes. Tenía que ser fuerte. No quería ser el que más quería de la relación, si es que aquello se podía llamar relación.

Pero su corazón pedía ir a buscarla, apartarla de las manos de Jin y besarla. Porque era suya. No le importaba cuán estúpido sonaba aquello. Cualquier otra persona diría que nadie es de nadie, que no se tienen dueños, que las personas no somos objetos. Pero Min Yoongi supo en el mismo momento de besarla por primera vez, que ella era suya y que él también le pertenecía.

[...]

"Estoy trabajando, no puedo hablar"

Aquel había sido la última respuesta que Yoongi había obtenido de Haeri.

No quería molestarla. Sonreía sabiendo que trabajaba en una galería de arte, lo que ella siempre había soñado.

Pero aquella sonrisa se borró de su rostro cuando la vio pasar caminando del brazo de su hermano.

El corazón le dio un vuelco y su estómago se removió. No se sentía bien. Apretó sus puños de la rabia.

"¿Todo bien en el trabajo?:)"

Le envió. Mas ella, aún notando la vibración de su teléfono, ni lo miro.

"Me gusta el vestido que llevas hoy"

Le volvió a enviar un mensaje indicándole que sabía como iba vestida, para que supiera que le había visto.

Haeri miró su teléfono pero no tardó mucho en guardarlo en su bolso, para así ignorando.

—¿Qué mierda le pasa?—se preguntó Min Yoongi.

"Que disfrutes de tu día con mi hermano"

Fue lo último que le envió. La cara de Haeri palideció. Se paró por un momento, pero cuando Seokjin volvió a hablarle, volvió a su estado natural, sonriendo. Sonriendo como si nada hubiera pasado.

Min Yoongi se marchó de allí sintiéndose un perdedor. Su lucha estaba perdida, pero a él siempre le costo rendirse tan fácilmente.

Se sentía horrible por hacerle eso a su hermano. Hacerle eso por una chica. Pero estaba enamorado hasta las trancas.