No supo qué decir, ni por dónde empezar. Bajó la mirada y comenzó a jugar con sus dedos. Delante de él se encontraba un inexpresivo Jin.
Su cara de póquer no hacía más que ponerlo nervioso. Tomó aire y lo expulso lentamente y aquel suspiro fue lo único que se escucho desde el cuarto de hora que llevaban allí sentados.
"Te lo explicaré todo hyung."
Fue lo que le envió. Lo había ensayado, se había repetido a sí mismo una y otra vez todo aquello que podía decirle. Sin embargo no podía hablar. Por recordar no recordaba ni su nombre.
El joven Jin tenía ojeras, estaba más delgado y pálido. Miraba a la nada y no parecía querer probar nada del plato de carne que su hermano le había pagado. Aún no sabía qué hacia ahí, aún no podía comprender cómo ese último atisbo de confianza hacía a Yoongi aún no se había desvanecido.
Estaba deprimido y no sólo lo podías notar por sus ojos rojos de haber llorado, no sólo lo podías notar en su mirada perdida en la nada. Podías notarlo en su físico, en los quilos que le faltaban después de unas semanas, y en los puños con los nudillos rojos de dar golpes en la pared.
Jin, el chico que siempre sonreía, el que confiaba plenamente en las personas y miraba al mundo como si todo fuera de color de rosas, ese chico, ahora había descubierto el mundo real. Donde las personas que menos esperas pueden llegar a hacerte daño.
Donde por egoísmo y sin pensar en el otro, uno es capaz de hacer daño.
Yoongi pudo ver con sus propios ojos el cambio que su hermano había hecho. No volvería a ser el mismo. No confiaría en nadie como antes lo hacía. Le rompió el corazón, no quería verlo así, mucho menos sabiendo que era su culpa.
Quería hablar y quitarse ese peso de encima. Dios, era tan egoísta...sabía que hacia eso para dejar de sentirse culpable.
Buscó de nuevo las palabras que podía soltar, ¿cómo podía decirle que la quería, que no la iba a dejar ir y que lo sentía?
Bajó sus manos en la mesa sin controlar su fuerza, por lo que Jin se sobresaltó y volvió en si. Yoongi sintió a todo el restaurante mirándolos por unos minutos. Se dio un golpe mental por haberlo hecho tan fuerte. Eso no era lo que pretendía.
Abrió la boca y por fin consiguió pronunciar algo:
—Le amo.
Jin le miró a los ojos. Lo decía enserio. Su hermano y su ex novia se amaban. El no pintaba nada allí. Le habían engañado y habían conseguido librarse de él, o al menos eso era lo que él sentía.
—No espero que me perdones fácilmente.
—No lo haré, tenlo por seguro.
Respondió. Por fin abrió su boca pero las palabras que salieron no eran precisamente las que Yoongi esperaba. O quizás si. En el fondo sabía que no iba a perdonarle así porque si.
—Ya veo...—se rascó la nuca nerviosamente y chasqueó su lengua en busca de más palabras.—La conocí cuando aún era un niño, jamás llegué a hacerle caso, pero cuando más sólo estuve, cuando mis padres se separaron y ni mi madre me apoyo en mi decisión de no ir a la Universidad y trabajar como productor musical, cuando todo eso pasó, ahí estaba ella.
Yoongi hablaba sin mirar a su hermano. Había cogido confianza y las palabras salían solas de su boca, sabía que si le miraba volvería al punto inicial y se perdería.
—Haeri era una niña aún, vulnerable, extremadamente cariñosa y con las mejillas sonrojadas todo el día. Ella era insegura y recuerdo que me parecía muy lindo como al momento de ponerse nerviosa, un tick aparecía en ella. Pestañeaba muchas veces y muy rápido. Salimos juntos bastante tiempo. Si no hubiera sido por ella yo...yo no sé de donde hubiera sacado las fuerzas para seguir adelante. No tenía sueño alguno a parte de la música. No quería hacer nada. No quería estudiar, trabajar...ni siquiera quería despertarme de la cama.
La camarera vino a llevarse los platos, el de Yoongi vacío y el de su hermano, aún lleno. No había probado bocado alguno.
La mesa volvió a quedarse en silencio durante un minuto. Les habían interrumpido y no sabían como continuar.
—Sé que estoy siendo un egoísta y que soy un monstruo. Siempre lo fui...pero igual la quiero a mi lado, no la quiero dejar ir. Es lo único bonito que la vida me ha dado. Cuando estoy con ella, muchas cosas buenas pasan. Cuando no estoy con ella no es que pasen cosas malas...es que no pasa nada, no tengo vida, no soy nadie. No hago nada.
Jin aún se preguntaba qué hacía sentado, escuchando todo lo que él le decía. ¿A caso era masoquista?
Quizás quería sufrir, sentirse dolido y pasar por todo ese sufrimiento. Si lo hacía, así por lo menos le odiaría y dejaría de amarla. Así por lo menos dejaría de confiar en su hermano. Dejaría de ser tan idiota.
—¿Has terminado de hablar?
Yoongi asintió. Sentía que aún quería aclarar más cosas, pero sabía que Jin no quería seguir escuchando.
—Pues me voy.
Dicho eso, Seokjin se levantó. Aunque Yoongi había pagado por su comida, el sacó su billetera, agarró un billete y lo tiró en la mesa. No quería deberle nada. No quería verle durante un tiempo, o quizás toda una vida.
Se dirigió a la puerta, la abrió y se fue. Dejando a un Min Yoongi sin palabras. Con la boca abierta y sin saber qué pensar.
Seokjin se marchó de allí y no volvió. No volvió en horas, no volvió en días, no volvió en semanas, no volvió en meses.
-FIN-
Antes de que me matéis, dejadme decir que Jin sigue vivo. Sólo que no volvió.
Haré un epílogo
DECIDME QUE HABÉIS VISTO EL MIXTAPE DE AGUST D!
Morí.

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wrong way|min yoongi
Fanfiction"Esto esta mal, vamos por mal camino." •Min Yoongi •Kim Seokjin •BTS •Drama •Heterosexual -shysandy