La habitación de tonos rosados era enorme, llena de espejos de diferentes tamaños y formas. El olor de las flores de los grandes jarrones que reposaban en cada esquina del vestidor inundaba las fosas nasales de cualquiera que estuviera dentro de el. Las cortinas celeste reposaban en las ventanas para que, si a alguien se le ocurriera mirar desde afuera, no pudiera.
Unas diez chicas corrían de acá para allá maquillando, vistiendo, peinando y fotografiando cada momento.
Habían muchas mesas pequeñas con tazas de té y pastas, en ellas, una docena de chicas hablaban y hablaban sin parar.
—Esta muy bella, el vestido le favorece—sonreía falsamente una de ellas.
El sonido de tantas mujeres hablando de cosas banales a la vez no hacía más que estresarla.
Su futura suegra lo notó con tan sólo mirarla. Le sonrió y le susurró "todo irá bien" intentando calmarla, pues veía que sus hombros estaban más que tensos.
Haeri se miró de nuevo al espejo. Respiró hondo y pensó de nuevo en lo que su futura suegra le susurró, se mentalizo repitiéndose lo mismo una y otra vez como si se tratara de un mantra.
En el espejo podía ver la imagen de una mujer bastante atractiva, no se creía que aquella mujer fuera ella.
Tenía el pelo recogido en un moño bastante elaborado con trenzas y una pequeña corona dorada no muy llamativa y bastante simple que adornaba su peinado. Sus labios estaban rojos, como a Yoongi le gustaba, pero a parte de la base y un poco de rímel y rubor, no tenía nada de maquillaje en su cara. No llevaba ni pendientes ni collares y sus hombros estaban al aire debido al escote palabra de honor que llevaba puesto. Su blanco vestido caía acentuando su figura en forma de S y acababa en una gran falda mas abajo de su cintura. Todo era blanco, todo era muy básico, pero sin embargo se veía hermosa.
—¡Corran chicas!—gritaba Saelim—¡Debemos hacernos fotos antes de salir!
Haeri rodó los ojos y el fotógrafo la miró preguntándole con la mirada si accedía a lo que su amiga pedía. Sonrió y asintió dulcemente.
Su cabeza estaba en otro mundo, sólo sonreía y posaba una y otra vez con diferentes personas.
—¡Llegó la hora de salir!—gritó la organizadora.
Las casi treinta mujeres del salón corrieron gritando de aquí para allá algunas nerviosas, felices por Haeri y otras retocando y retocando una y otra vez el maquillaje, el peinado y el vestido de la joven.
—¡El velo!—gritaba Saelim mientras corría a ponérselo—¡El velo!
[☁️]
Las puertas de la iglesia de abrieron de par en par y la luz del exterior cegó por un momento a Yoongi y a los invitados que se habían girado para contemplar quien aparecía detrás de ella.
Yoongi tragó saliva tan fuerte que media iglesia logró escucharlo. Sus mejillas llevaban todo el día con un leve tono rosado y en su mente se repetía una y otra vez que no debía sudar ni cometer errores, pero estaba tan nervioso que no podía evitarlo.
Cuando Haeri dio el primer paso al altar, Min Yoongi juro estar a punto de desmayarse. Se veía demasiado hermosa como para ser real, se preguntaba a sí mismo si pronto despertaría y tendría otra vez dieciocho años, los mismos años que tenía la primera vez que se fijó realmente en ella.
En menos de un segundo, un flashback pasó por su mente haciéndole recordar cada pelea, cada beso, cada mentira, cada verdad, cada traición y cada promesa que tuvieron que dar hasta ese momento. Una enorme sonrisa se mostró en sus labios y se dijo a si mismo;

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wrong way|min yoongi
Hayran Kurgu"Esto esta mal, vamos por mal camino." •Min Yoongi •Kim Seokjin •BTS •Drama •Heterosexual -shysandy