NAPKANAJI (El Secreto De La Pirámide De Saba)

LA VISITA A LA PIRÁMIDE

Dedico este capítulo a Marlhen1979.

Al despertar miré por la ventana de la habitación que daba a la calle, aún no amanecía pero Jonathan me llamaba.

-¿Qué quieres? Aún no ha salido el sol, ¿Qué vamos a hacer tan temprano?

-Nadia, es un largo recorrido hasta la ubicación de la pirámide. Queda más allá del Valle de los Reyes.

-¿Y de qué distancia estamos hablando?

-Alrededor de 654 kilómetros del Cairo al Valle de los Reyes y de ahí hay que recorrer otros cinco kilómetros, así que haz el cálculo.

-Nadie me dijo que sería un viaje de días, esto es una pesadilla.

Papá no pudo evitar soltar una carcajada y cuando dejó de reírse musitó: -Hija ¿En qué siglo crees que estamos? En camello quizás se demoraría algunos días pero en vehículo no tardaremos más de 10 horas a lo máximo.

-Gracias por reírte de mi ignorancia, muy amable.

-Oh vamos Nadia ¿Dónde está tu sentido del humor?

-Se quedó en Inglaterra donde debería estar yo en estos instantes.

-No hagas que me arrepienta de haberte traído, si no quieres estar aquí tampoco te obligaré a quedarte, te mandaré de regreso con tu madre.

-¿Sola?

-Por supuesto que sola, no esperabas que te acompañara.

-Solo tengo 17 años, ¿Y si me ocurre algo?

-Ya no eres una niña, no te comportes como tal.

-Te odio.

-Sé que no me odias y será mejor que te vayas levantando, no quiero que seas la causante de atrasar la excursión.

Aún medio dormida me levanté, no terminaba de alistarme cuando el jeep de Zaid se parqueaba frente al hotel, eran las 4:00 a.m.

-Nadia ya es hora. -Gritó papá mientras se apresuraba a sacar todo su equipo a la vez que un ayudante lo acomodaba en el vehículo.

Salí con el fastidio que me causaba todo esto reflejado en mi rostro. ¿Por qué me torturaba mamá de esta forma?

Akil me sonríe, manejaba otro vehículo, un pick up negro, herrumbrado y viejo, el motor sonaba como la vieja lavadora de mi tía Gertrudis.

-¿Lista para iniciar esta aventura?
-Me preguntó Akil entusiasmado.

-Como si tuviera otra opción.
-Agregué dedicándole a mi padre una mirada fulminantemente al decir esto y cruzándome de brazos.

Zaid y Akil intercambiaron una mirada pero no dijeron nada. Lo único bueno ha sido que acompañé a Akil en la pick up, digo bueno por su compañía, porque el ruido de la lavadora era realmente molesto.

-No entiendo ¿Por qué viniste a Egipto? claramente no soportas el lugar.

-Verás Akil, de ser por mí, no estuviera aquí, pero mi madre creyó que sería conveniente que pasara más tiempo con Jonathan y bingo, aquí estoy en medio de la nada.

-No es tan malo, ya verás. -Y comenzó a hablarme sobre las atracciones del país, sus majestuosas pirámides, los faraones y famosas reinas como Nefertiti. No tenía la menor idea de quién era esa mujer, después leería sobre ella. Además mencionó la mezquita de Mohamed Ali en una ciudadela de nombre Silah-Al Din que fuera construida por alguien del mismo nombre de la mezquita y otras maravillas como Mhenfis, la Ciudad de los Muertos, el Mercado Central Khan El Khalili, si él iba conmigo quizás las visitaría.

Aunque con gorra y ropa fresca, el calor era insoportable, sentía que ardía literalmente como si en cualquier momento alzará en llamas. Nos detuvimos en un establecimiento para desayunar. Me sirvieron lo que parecía una tortilla de harina y aparte unos trozos de queso, tenía buena apariencia y su sabor no estaba mal, luego sirvieron hogazas de pan, eran de color oscuro pero me encantaron y de bebida un zumo de naranja, quedé satisfecha, luego de hacer una visita al baño continuamos con el tedioso recorrido.

Tipo 2:00 p.m. llegamos a la dichosa pirámide, me quedé dormida a la mitad del camino, no estaba acostumbrada a levantarme tan temprano. Akil me tocó el hombro con delicadeza. -Ya llegamos. -Me indicó. -Despierta bella durmiente.

Me dijo "Bella durmiente", pensé para mis adentros, me sentí alagada por el comentario. Me enredé con el cinturón de seguridad al bajar, caí ante la mirada de todos. Creí que se reirían por mi torpeza pero muy al contrario Jonathan corrió a levantarme.

-¿Estás bien?

-Estoy bien Jonathan, gracias.

-Me gustaría que algún día me volvieras a llamar "papá"

-Si bueno, cuando lo merezcas.

Bajó la cabeza, los demás ignoraron haber escuchado tal aseveración, ocupándose de bajar el equipo.

Había ya un campamento en el lugar, nos recibió otro arqueólogo de nacionalidad inglesa, un tal Thomas Astley, obviamente conocido de papá que lo llevó de inmediato a una gran carpa donde tenían lo que habían encontrado recientemente y para mostrarle algunos papiros. El lugar se encontraba completamente sellado, después Akil me explicó que era para que el ambiente y la temperatura no estropeara los papiros, no quise entrar, me quedé cerca del jeep, sin saber muy bien qué hacer.

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Hola, como vi que les gusto la historia, les dejo otro capítulo. Por fa coméntenme qué tal les está pareciendo la novela y si les gusta, valoro sus votos.

saludos,