Les dejo foto de Susan Oliver.
El aeropuerto estaba lleno como un hormiguero, miraba sobre los hombros de la multitud, se suponía que el avión en el cual venía mamá ya había aterrizado. Zaid levantaba un cartel con su nombre, y Jonathan recorría con su vista esperando ver a su esposa en cualquier momento.
-Ahí está, ya la vi. -Grité con entusiasmo, señalando una figura alta y delgada, con el cabello largo, recogido en una cola.
-Mamá. -La llamé. Ella escuchó mi voz y ubicó el gran cartel con su nombre.
Me recibió con un caluroso abrazo, me abrazaba tan fuerte que sentí que no podía respirar.
-Mamá me asfixias.
Mamá lloraba mientras me tenía entre sus brazos.
-Mamá estoy bien, no llores.
-Voy a matar a tu padre por todo lo que tuviste que pasar, y pensar que fue mi idea que vinieras, que locura, si algo te hubiera ocurrido.
-Estoy aquí Susan, no me ignores.
-Dijo Jonathan algo indignado.-Contigo no quiero hablar por el momento, estoy molesta, ¿Cómo pudiste? ¡Por Dios! ¿Y si este joven Jamîl no la encuentra? ¿Qué sería de nuestra hija ahora?
-Susan no voy a discutir contigo aquí, si quieres que hablemos será cuando lleguemos a casa de Zaid, ¿Te parece?
Mamá lo mira con verdadero enfado pero accede.
-Hola Zaid, que gusto volverte a ver, gracias por ofrecerme la hospitalidad de tu hogar.
-Hola Susan, nos agrada mucho tenerla con nosotros.
Salimos del aeropuerto y nos montamos en el vehículo de Zaid. Durante el transcurso del viaje un incómodo silencio reinó, hasta que no pude más y hablé.
-Mamá, no hagas esto.
-¿Hacer qué?
-Lo que haces cuando estás molesta, la ley del silencio, papá no lo merece, no ha sido su culpa.
-Él ha debido protegerte y no dejar que esa gente te raptara.
-Él no lo podía evitar, y si tú hubieras estado aquí las cosas se darían igual.
-Me estoy perdiendo algo, ¿Desde cuando defiendes a Jonathan y le llamas papá?
-Desde que nos reconciliamos, algo por lo cual debo agradecer que me insistieras en que realizará este viaje, y a favor de papá debo agregar que él envió a Jamîl a buscarme, y al final me encontró, estoy bien mamá, es lo importante.
Mamá guarda silencio, papá escucha la conversación pero no interviene, llevaba suficientes años casado con ella como para saber cuando debía mantenerse al margen.
Akil ayudaba a bajar las maletas, Tiaret aguardaba en la puerta, intercambian una mirada que hace que Tiaret sonría. Su rostro reflejaba ilusión, entre Akil y Tiaret florecía una relación, ya era obvio para todos, que los jóvenes se gustaban, y me alegraba por mi amiga, que encontrara un hogar en casa de Zaid y que conociera el verdadero amor al lado de Akil.
Era tarde, mamá y papá ya se habían retirado a su habitación, subí a la azotea. Hasta ese momento no le había contado a nadie sobre mi sueño el día del rapto. ¿Sería posible que yo de verdad fuera la reencarnación de la Reina de Saba? se dieron tantas coincidencias que llegué a creer que era cierto.
-¿Te puedo acompañar? -Jamîl apareció colocándose a mi lado.
-Claro, no hemos podido estar solos desde que llegamos.
-Sí tu padre está pendiente de cada movimiento que hacemos.
-Dale tiempo, es cuestión de que asimile nuestra relación. Yo.....
-Dudé si continuar hablando o no.-Dime.
-Piensas que yo sea Ayra.
-Sí, lo creo.
-¿Por qué?
-Yo te levanté del camino de fuego ¿Recuerdas?
-Como olvidarlo, las cicatrices de mis pies son testigo fiel.
-Yo vi la marca Nadia, sólo estuvo unos instantes pero estuvo ahí.
-¿Acaso es posible?
-Jamás te engañaría y lo más extraño es que ya te conocía, es decir no en persona pero...
-Lo sé, lo mismo sentí cuando te vi por primera vez.
Le conté a Jamîl el sueño, y lo que más nos sorprendió es que esa noche ambos soñamos exactamente lo mismo.
-Quizás en aquel momento no pudimos estar juntos, pero ahora sé que estamos predestinados el uno para el otro. -Agregó él.
-Me agrada como suena eso.
-Respondí ruborizada.-Nadia Oliver, que este sea nuestro secreto, basta de sectas, seguidores y profecías, no quiero perderte otra vez.
- Jamîl Salim, ni una palabra saldrá de mi boca.
-Tengo algo para ti. -Y diciendo esto me muestra el collar de zafiros.
-¿De dónde lo sacaste? Se lo diste al comerciante de esclavos.
-Ramsés lo recupero y yo,bueno, lo tomé prestado cuando trajeron el tesoro, nadie se dio cuenta, tranquila, es tuyo, te pertenece.
-En realidad me identifico mucho con él.
- En la pintura de la cámara oculta, la reina lo traía puesto.
- Y yo lo tomé cuando ingresé.
-Ella quería que lo tuvieras.
-De cierta forma pienso que sí.
Jamîl se acerca a mí, sabía lo que sucedería y anticipando mis deseos me besó por segunda vez. Permanecimos abrazados unos minutos y luego ingresamos, lo que menos queríamos era que notaran nuestra ausencia.
**********
Se acerca el fin ¿Qué les pareció la historia? cortita pero sustanciosa creo yo.
Feliz domingo.
ESTÁS LEYENDO
NAPKANAJI (El Secreto De La Pirámide De Saba)
Misterio / Suspenso"Yo reinaré por siempre" "Mi nombre será reconocido por generaciones" "Jamás quedaré en el olvido" "Yo soy Saba, Reina del Corazón del Ébano" "Y regresaré de entre los muertos para gobernar de nuevo" Nadia Oliver, jamás creyó que esta profecía tendr...