Capitulo 2: El pueblo sin nombre

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El recorrido hacia el pueblo sin nombre fue tedioso, caluroso y decepcionante, tuve que llamar a un taxi para que me llevara al desierto rojo. Yo creía que aquella hermosa mujer tenía arreglado todos los preparativos del viaje, que nos iríamos en su flamante auto con aire acondicionado incluido, y que su agradable olor a perfume se combinaría con aquella brisa fría transformando el ambiente en un rico aroma de seducción orgásmica. Desgraciadamente las cosas no salen como uno se lo espera, terminé pagándole a un taxista maloliente cuya esposa le escribió por mensaje de texto que había escapado con su ex y que se llevó todo el dinero de la caja fuerte, ya saben, cosas de taxistas.

No sé que era peor, tener que soportar el calor abrasador o aguantar los ruidosos llantos del despechado hombre. No volví a ver a aquella mujer desde que nos despedimos en el bar, ella se fue por un lado y yo me fui por el otro. Tenía en mente la probabilidad de que esto fuera un engaño, que tal vez ella fuera cómplice de algún sujeto que me quería matar, si ese fuera el caso igual no me importaba, ya he lidiado con suficientes hombres que pretendían asesinarme, de todas maneras mi trabajo ya había comenzado y fuera engaño o no, debía terminarlo. El taxista cada vez lloraba más y más fuerte, así que tuve que hacer de doctora corazones rotos para poder callarle la boca de una vez:

--Oye amigo, puedes contármelo todo, nadie lo sabrá—

--Esta...está bien, le di los mejores 5 años de mi vida...nif...le planchaba la ropa, le cocinaba, la buscaba del trabajo y le compraba muchos zapatos que al final no se ponía, ¡¿Qué fue lo que hice mal?!—

--Hiciste todo mal amigo—

--¿Enserio?—

--Si, las mujeres no quieren estar con un hombre afeminado que las complacen en todo, tienes que ser un macho dominante, tratarla con brazo firme, saber cuándo decir que no, ser todo un perro en la cama y perderte en la calle toda la noche--

--Pero eso las alejaría más—me contestó

--No no no, eso es lo que quieren que tú pienses, ¿por qué crees que cuando un hombre se pierde toda la noche en la calle bebiendo con sus amigos y volviendo a casa al día siguiente borracho, agresivo y probablemente contagiado de alguna enfermedad venérea, la mujer totalmente angustiada sigue estando con él en las buenas y en las malas?, ¡Porque les encanta¡ la angustia combinada con los extraños cambios de humor que tienen ellas se mezcla con las hormonas provocando una bomba de placer que estalla a la hora de tener esos fuertes orgasmos durante el sexo—

--¿Entonces qué debo hacer ahora?—

--Ve a la farmacia, compra la mejor crema de estimulación sexual, págate la mejor puta de tu calle, y mientras te cabalga encima marca el número telefónico de tu esposa, pones el teléfono en alta voz y le dices que estas teniendo sexo con otra mujer en su cama, veras que se arrepentirá por haber dejado a un hombre tan viril que le vale vergas ser abandonado—

--Tienes razón... ¡tienes razón! Eso hare—

Finalmente llegamos al pueblo sin nombre. No había nadie quien me recibiera, tal vez porque nadie se esperaba que llegara

--Bueno señor serán 250 con 23 centavos—

--¿¡Que!? Te doy consejos amorosos que mejoraran tu vida ¿y todavía insistes en cobrarme?—

--Pero es mi trabajo...—

--No me vengas con esas mierdas, ahora entiendo porque tu mujer te dejó, eres un ingrato de pene pequeño—

--De acuerdo no me debe nada—

Me baje del taxi antes de que el hombre se diera cuenta de que esos consejos que le di fueron puras patrañas.

La muerte negra (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora