Capítulo diez: Peta.

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Una alarma sonó antes de que la puerta de metal se abriera, un vidrio separaba a todas las reclusas de su visitante y en mi caso no era una excepción. Pero aún así estaba inquieta, esta mujer que antes me había querido matar, ahora quería ayudarme o eso había entendido en el mensaje.
El guardia acompañó a Peta hasta su asiento y desde que apareció en mi vista no había dejado de mirarme. Tenía la misma llamativa belleza de antes, pero ahora no parecía una mujer segura de si. Algo había cambiado en ella... o la emoción que se mostraba en su perfecto rostro era arrepentimiento.
Ambas agarramos el teléfono situado en la pared y ella comenzó a hablar.

-Dawrer... -comenzó,- siento mucho lo que ha pasado con respecto a ti y James -yo trague en seco. - y lo que Daniel y yo le hemos causado. Y por eso quiero advertirte. Daniel Cloud no es un hombre que olvide fácilmente, y eso viene de familia. He cometido errores por causa del egoísmo y uno de ellos fue contratar a Abby.

La mención de esa mujer llamó mi atención. Que tenía que ver ella con todo esto.

-Abby es... es hermana de Daniel y quiere a James.

-¿Qué? -aún no salía de mi asombro. Abby... esto no podía ser-

-Ella dijo que me iba a ayudar a seperarlos por mi. Pero fue todo una trampa hecha por ella, y no le importó que su hermano terminara en la carcel con tal de quedarse con James. Por eso no debes permitir que los aleje.

Era tarde, había dejado a James en frente de su puerta envuelto en papel de regalo y un listón en la cabeza con una nota que decia "Aquí lo tienes, es tuyo"  ¿Ella habría sido la que le envió las fotos de ellos juntos? No lo podía saber, pero algo detrás de mi nuca, una sensación, me decía que así había sido y otra vez había caído en una trampa de parte de la familia Clouds.

-Mia... no dejes que los separen, James te ama -ella miró hacia otro lado al decir eso.- No dejes que lo aparte de tu lado.

-Tal vez ya sea un poco tarde -dije.- Nos estamos distanciando. James no quiere decirme porque esa mujer consiguió esto, y tal vez es porque no quiere tirarme la verdad en la cara y decirme que ya no me ama.

-Esas son estupideces.- Peta pasó su mano por su cabello corto.- Él te ama, Mia. Y tal vez esa misma es su razón para ocultarte las cosas.

De repente algo se me cruzó por la cabeza. Peta sabía algo más.

-¿James vino a visitarte? -la chicharra sonó y la puerta de metal estaba abierta. La visita había terminado. Ella mordió su labio para no contestarme. - ¿Peta, James estuvo aquí? ¿Qué te dijo, qué sabes?

Ella se levantó y comenzó a caminar hacia la salida, golpeé el vidrio un par de veces hasta que desapareció pero ella no volteó.
Había venido aquí a resolver muchas preguntas y sin embargo me había ido con más de las que tenía.

Abby Clouds, era hermana de Daniel y quería tener a James en sus brazos.

Debía encontrar a mi pad... a Edward y ver que quería decirme y si podía aclarar mis preguntas.

*****

Di vuelta la página de otro contrato con otra empresa. Ultimamente en eso se basaba mi vida, en revisar contratos, hacer contactos y hacernos buena fama. David tenía su zona de juegos en mi oficina y era la única persona que me podía desviar de todo el trabajo. La puerta se abrió de golpe y nos asustó a ambos, Kendall entró muy feliz con un sobre en la mano. Su sonrisa era contagiosa y yo sonreí, David comenzó a llamar mi atención. Ya me había acostumbrado, cada vez que Kendall entraba él se ponía quisquilloso, era como que de algún modo hacía la vigía por el padre. Me acerqué a David y lo tome en mis brazos, Kendall estiró el sobre hacia mi y yo lo miré con recelo.

-Abrelo, vamos .- me di cuenta de que el llevaba otro sobre igual en su otra mano. -

-¿Qué es esto? -abrí el sobre y dentro había dos Invitaciones color pastel y con letras doradas. - ¿Invitaciones para qué?

-Una gala de caridad, ya sabes dónde se hacen donaciones... habrá un montón de personas importantes contribuyendo a la causa y estamos invitados.- sus hoyuelos se marcaron más si cabía y me gust... agradaba- Tienes dos por si Maslow quiere ir contigo, a mi también me han dado dos.

-Creo que mi cita será David .-murmure para mi mientras leía la tarjeta. - ¿Quién es Madam Lustriegh?

Al pronunciarlo parecía francés.

-Es esposa de Lambertville un francés adinerado, lo debes conocer. -si lo hacía, allí empezó todo.- Se que Lambertville hizo negocios con James, por eso lo digo.

-Si lo conozco -metí las invitaciones en el sobre y le sonreí a Kendall antes de que una pregunta se cruzara por mi cabeza. - ¿Qué harán por aquí? Me refiero además de hacer fiestas de caridad.

-Tal vez debas preguntarle a tu esposo... -la cara de Kendall me advirtió que otra vez iba a tocar el tema.- Y convencerlo de hacer negocios con nosotros...

-No es que tenga que convencerlo a él, Ken. -dije con pocos ánimos. - Es que yo no quiero hacerlo.

-Entonces yo lo haré.

-Si, y terminarás haciendo negocios con su esposa otra vez .- me burle. El me fulmino con la mirada pero me sonrió. Era tarde y debía ir a casa. - Ya me voy ¿Te veo mañana?

La Nueva Jefa. -James MaslowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora