Jack

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Jack sabía que Louis se traía algo con ese cantante que tanto odiaba, no le quedaba duda que su plan saldría mejor de lo que esperaba. Lo quebraría, su carrera, su vida, su corazón. Tenía que buscar ayuda del ojiazul y sabía que con manipularlo lo lograría.

Se acercó a ellos con pasos lentos mirando los rostros de confusión de ambos chicos. El de Louis transmitía algo de miedo, el sabía que Jack no era de fiar.

- El gran Harry Styles, es un orgullo tenerte en las oficinas de Gloss-. Le tendió la mano y el rizado la aceptó dudoso.

Ese rostro se le hacía conocido, pero por más que trataba de recordar ninguna persona le llegaba a la memoria.

- Muchas gracias ¿Usted es?-.

- Sabía que no me reconocerías, eras un niño cuando te conocí. Ya has crecido tanto-.

- Disculpe, sigo sin entender ¿Ya nos conocíamos?-.

- ¿No recuerdas al tío Jack?-.

Un recuerdo llegó a la mente del rizado. No, el no podría ser aquel hombre que intento separar a sus padres y que arruinó la carrera de Des. Simplemente no podía serlo.

- No mencioné a ese hombre en mi presencia-. Su cara estaba más seria y su voz con un toque de enojo.

- Lo siento Harry, soy yo-. Dijo con una sonrisa, si que era despreciable.

Louis miraba todo desde atrás de él rizado, no entendía nada, sólo miraba la escena y se escondía detrás de Harry para evitar un regaño por parte de Jack.

El rizado lo pensó por unos momentos en si agarrarlo a golpes o sólo irse indiferente. Al fin y al cabo su familia estaba bien, estaban felices y el era un gran artista, no podía quejarse. Sólo apretó los puños y la mandíbula, no se iba desnivelar por una tontería.
Tomo a Louis del brazo y se dio la vuelta para marcharse.

- Vámonos Louis, no quiero terminar preso por idiotas como este-.

Este no sabía que hacer, pero optó por irse con el rizado hasta que la voz de Jack lo hizo frenar.

- ¿A donde vas Tomlinson? Que yo sepa tu hora de salida aún no llega-.

- Yo...y-yo sólo iba a-acompañarlo a la salida-.

- Esta bien, vuelves a tu trabajo-. Después de dar la orden se fue muy tranquilo a su oficina, tenía una sonrisa sínica.

- Lo siento Harry, tengo que trabajar-.

- No puedo creer que te haigas dejado manipular por sus palabras, pensé que eras más inteligente Louis. Ese maldito no merece que alguien como tú trabaje para el-.

Louis sólo bajo la mirada, sabía que el rizado estaba diciendo la verdad. Esos cinco años trabajando con Jack habían sido como el mismo infierno, pero no le quedaba de otra.

- Yo no tengo todo el dinero del mundo como tu Harry, tengo que sostenerme con algo y aunque tengas razón no me queda otra opción-.

- Yo podría ayudarte, conseguir un empleo estable para ti, pero si sigues aquí con ese hombre tu vida no sera la mejor de todas, el es repugnante-.

- Yo no se que problemas tengan ustedes dos, pero entiende que aunque el nos trate mal aquí seguiré trabajando, no quiero ayuda de nadie, lo siento pero es asi-.

- Bien, no insistire más, pero por lo menos dejame ir a verte a tu casa está noche. Sabes que de noche porque tengo que cuidarme de los paparazzis-.

- Esta bien, dejaré la ventana abierta, ahora vete tengo que volver a mi trabajo-. Empujo al rizado hasta la salida, pero este se devolvió a darle un beso en la mejilla.

La recepcionista los miraba con una mirada tierna, le daba un poco de envidia no poder ser Louis pero ellos realmente se veían lindos.

- Te veré en la noche bonito-. El rizado le guiño un ojos y se fue a su auto.

'Bonito' pensó Louis. Se escuchaba hermoso y más saliendo de los labios de Harry.
Camino de regreso a su oficina y de nuevo sintió la mirada de la recepcionista. La volteo a ver y miro la sonrisa que ella tenía en el rostro y le regaló una igual. No pararía a hablar con ella, siempre se metía en cosas que no le interesaban y eso a el ojiazul le molestaba un poco.

Llegó a su oficina y se sentó a seguir con su trabajo, ese día Liam había faltado porque estaba enfermo así que ese día era aburrido sin un Liam que hablará de sus romances y libros preferidos todo el tiempo.
Se dispuso a realizar su trabajo viendo el reloj a cada rato, ya quería que la noche llegará, ya quería ver a aquel rizado.

Hermoso Entrevistador. (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora