Te amo

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No tenia idea del porque la vida le jugaba esos retos, él no quería competir con ella, ya sabia que era peligrosa y no quería arriesgarse. Pero tampoco quería verse débil frente a ella, aun sabiendo que todo él dolor que en su alma aguardaba era suficiente para dejarse caer en un suspiro. Por suerte conoció la fuerza que lo ayudó a sostenerse, a comenzar a ver la vida de otra manera, conoció a aquel rizado que saco lo mejor de él y que siempre estaba a su lado, ayudándolo, protegiéndolo, amándolo.

- Quiero que me prometas algo Harry-. Se hizo presente la voz del ojiazul quien aun seguí sollozando por él dolor tan grande que oprimía su alma y su cuerpo.

Él rizado beso su frente y bajo la mirada encontrándose con esos tristes, pero hermosos ojos azules que tanto quería, aquellos ojos azules tan profundos como él mar, donde sin duda alguna se perdería sin esperar ayuda de nadie, porque ese seria su paraíso, todo lo que tiene que ver con Louis es su paraíso.

- Dímelo y sabes que lo hare-.
Sabia que lo que su bonito le pidiera él obedecería sin protestar, porque quería hacerlo feliz, después de todo él daño causado a aquel chico de ojos azules, él quería lograr reanimar su corazón y así lo haría.

- Promete que nunca me dejaras solo, prometelo Harry, porfavor-. Mientras dejaba salir aquellas palabras no pudo evitar sentir las gotas de agua salada y caliente resbalar por sus mejillas, quería que él rizado se quedara a su lado sin importar que, quería estar con él toda la vida, si eso se pudiera.

Harry lo miro con amor y algo de lastima, nunca pensó que su bonito le hiciera prometer algo así, era mas que obvio que jamas, nunca de los nunca lo dejaría solo, ya no. Le cumpliría aquella promesa, no importa si cuando estuvieran viejitos él muriera por una enfermedad, él estaría con Louis hasta él ultimo día de su vida, de eso ya estaba bastante seguro.
Se acerco al ojiazul y tomo su rostro con sus manos, era tan suave, tan cálido.

- Nunca te dejaría solo Lou, ni aunque tu me alejarás, yo siempre estaría detrás de ti hasta que me permitieras ser parte de tu vida de nuevo-. Se acerco lentamente a sus labios, ya con un poco mas de confianza, desde la ultima vez Harry sentía esa necesidad de probar los labios de su bonito a todas horas. Sus narices rosaban delicadamente y dejaban en ellos unas pequeñas cosquillas que recorrían todo sus rostros, ya no quedaba ninguna distancia entre ellos y los alientos se iban mezclando conforme sus labios se pegaban a los otros.

Fue un beso lento, lento y dulce. Sentían que en cada roce él mundo se detenía y ellos era los únicos que podían moverse y sentirse, era un beso tan dulce que cualquier azúcar era demasiado amarga a comparación de los dulces labios de ambos unidos y mezclando sus Salivas, eso sin duda era él paraíso para ambos.
Él beso duro lo demasiado para que él aire faltara en los dos cuerpos, por mas que deseaban deshacerse en aquel beso, tuvieron que separarse.

- Te lo prometo bonito-. La voz de Harry se hizo presente mientras que acariciaba la mejilla de Louis dulcemente, siempre le encanto su piel y aunque sonara algo pervertido quería navegar toda su piel y dejar marcas de besos en toda ella, sentir como toda la piel del ojiazul le regalaba a sus manos y a su boca esa sensación de calma y deseo.

- Te quiero Harry-.
Pronuncio él ojiazul ahora mirando directo a los ojos verdes que tanto lo hacían enloquecer, valla que tenía suerte y demasiada.

- Yo mas amor -. Siguió con aquella caricia en la mejilla para luego tomarlo de la mano y llevarlo hacia la cocina - Supongo que no haz comido, así que vamos a preparar algo juntos-.

Louis solo sonrió y siguio al rizado hasta donde iban, no tenia hambre pero sabia que Harry no iba permitir que él se negara a cenar algo, él rizado siempre se preocupo por Louis, cada segundo del día, a todas horas. Quería lo mejor para su bonito siempre.

Hermoso Entrevistador. (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora