Carol los observo, feliz, desde el otro lado del salón.
Además, le gustaba estar en compañía de humanos y esas fiestas le recordaban a las que organizaban sus padres y sus tíos
-¿Señorita Caroline?-
La voz del joven de cabellos rojizos la volvía a la realidad
- Perdone, lord Beked. Estaba pensando en otra cosa- se disculpó, mientras sonreía a Lucas Beked.
Estaba sentada en un sillón de terciopelo blanco, después de bailar con el joven Lord
- No, se preocupe, señorita. ¿Quiere una copa de vino?
- Gracias, pero al contrario de mi primo, no soy muy aficionada a la bebida. Le agradezco sinceramente por acompañarme en esta pieza de baile , fue muy agradable , pero tengo que volver con mis primos- se levantó del sillón y camino hasta ellos
Lord Beked solo sonrió maliciosamente.
Su amo de seguro querría, dentro de algunos años, a la nueva señorita Valerius a su lado. Solo era cuestión de esperar quince o veinte años
Carl se quedó tieso y helado desde su lugar. Se había colado a la fiesta.
Casi pega un grito cuando observo a Drácula entrar con dos hermosas mujeres.
Una era ¡Carol! ¡ La bruja Wicca, que, según averiguo, la habían asesinado vampiros!
Bueno, por ese momento tenía varias teorías
1. Era una de las novias de Dracula...pero, si era vampiresa por que pudo estar bajo la luz del Sol todo el dia por dos semanas
2. Era rehén de Drácula, eso tenía mayor sentido
Pero cuando vio a Anna... embarazada y besándose con Drácula.
Debía decírselo a Van Helsing y a Velkan de inmediato...
Velkan suspiro con tristeza. Desde hace dos meses, se había habituado a suspirar con tristeza
¿Que le estaría haciendo el maldito Conde a su hermana?
Estar con esa intriga de no saber si Anna estaba bien o ya había ido al purgatorio le dolía en el alma
Ahora solo podía pensar en dos personas, Anna... y Carol.
Era en verdad extraño, pues él nunca había tenido tiempo para enamorarse, debido a que estaba pendiente de mantener a él y a su hermana con vida para acabar con Drácula, y que toda su familia y antepasados pudieran entrar al Cielo.
Pero, hace dos meses, había llegado Carol.
Cuando la vio, esos enormes y bellos ojos azules, su forma de ser, divertida y alegre... se enamoró, a pesar de solo haber estado juntos una semana.
Y, luego la noticia de que vampiros la habían asesinado cuando regresaba de la casa de su primo.
Otra vez el Conde volvía a quitarle a alguien que amaba.
Conseguiría su venganza. Si o sí.
-¿Velkan? –
La voz del cazador lo trajo de vuelta a la realidad.
Venía acompañado de Carl
- Carl trajo información. Cree saber dónde está el Conde-
- ¿¡Que!?
- Hoy a la noche me cole en una fiesta, la fiesta de Santa Eva, para ser más exactos. Vi a Drácula entrar con dos mujeres
- ¿Sus novias? Pero , según mis fuentes Verona y Alera aún están en Transilvania – comenzó a decir Velkan
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Atrapada entre las sombras
VampireTú por tu hermano. Le daré el antídoto y volverá a ser el de antes. Tienes un día para pensarlo, ni un segundo más. Después de la última campaña de media noche la maldición será irreversible. ¿Lo sabes, verdad?- y se inclinó hasta llegar a su cuel...