Capítulo 19 : Entrada al Paraíso

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El príncipe se quedó helado al ver a Carol, que estaba delante de un sillón, espada a la mano

-¿Así que era verdad? ¿Eres una de las novias de Drácula?

- En realidad, su prima-

-¿Así que su prima, no?- se burló el hombre lobo.

- Velkan, Van Helsing déjeme a esta demonio a mí-se acercó peligrosamente.

Carol pensó en ganar más tiempo, quizás si se transformaba....

Intento atacarlo pero el licántropo fue más rápido. Le saco la espada y la arrincono en la pared, dejando ver al cazador y al príncipe a Anna con su bebe en brazos

-¿Anna?- pregunto Velkan, preocupado furioso al ver a esa cosa con vida

- Tranquila, ya todo acabo. Luego de esta noche, el Conde y todas sus creaciones, incluyendo esa cosa...

-¡No te atrevas a llamarla cosa!-

- Anna, por favor, estas confundida. Ese moustruo te forzó y te obligo a cargar con eso. Te están confundiendo

- No me forzó, yo me enamore de el-

Eso dejo a los tres hombres asombrados

- Hermana, el Conde solo está jugando con tu mente. Los vampiros son moustruo , los monstruos no pueden amar. Y nadie puede amar a un moustruo .

Carol atrapada en la pared lloro. Estaba en lo cierto. Velkan jamás la amaría.

-¿Y Carol?- pregunto Anna, comprendiendo todo

-¡Ella te ama!-

-¿Que?- por eso momento, un pensamiento nublo su mente.

-Era solo una espía de su primo. Solo estaba jugando conmigo-

- Yo jamás...- Carol se detuvo, se soltó del agarre del licántropo y lo lanzo con fuerza al otro lado de la pared, dejándolo inconsciente.

Van Helsing disparo flechas, pero, por fortuna, ninguna le dio en el corazón, mientras la vampiresa usaba por única vez en su eternidad su tristeza para darse fuerzas, fuerzas para luchar.

Uso su velocidad y tomo al cazador por los hombros y bebió de él.

Sus ojos azules cambiaron a rojos.

Velkan retrocedió. No tenía más que con que defenderse que con su espada y su arma.

No podría dispararle a esa cosa, pues podría herir a su hermana

Esperaba que la vampiresa lo atacara, pero esta simplemente hablo

- Yo jamás te mentí Velkan – dijo , con la voz al punto del llanto

- Si quieres matarme, hazlo. No tengo por qué seguir viviendo, después de lo que dijiste Aunque debo agregar que me hubiera encantado que me conocieras como era yo en vida.

El príncipe apretó la empuñadura de la espada en su mano.

Carol tenía la boca llena de la sangre de Van Helsing. Sus lágrimas de sangre corrían por sus pálidas mejillas.

Sim embargo, a pesar de todo, seguía siendo para el Carol Graw, la alegre joven de la que se enamoró.

- Mátame, pero a Mavis no le hagas nada. Es solo una hermosa bebe vampiro... con alma. No quieras castigar a mi primo con la muerte de tu propia sobrina. Si llegas a hacerlo, te arrepentirás de por vida. ¿Acaso pensaste los momentos maravillosos que podrías compartir con ella? Aparte sé que jamás le harías daño a alguien que ama a Anna. Eso es todo

Atrapada entre las sombrasWhere stories live. Discover now