¡Hey, Pecoso!

[P .O. V: Y A M A C U T I E]

Levantarse, sonreír, fingir, estudiar, sonreír, ocultarse, soportar, volver, sonreír, recostarse, llorar, dormir. Aquello es el ciclo que Yamaguchi Tadashi, un adolescente de 15 años, vive día a día. Es el típico chico atrayente de burlas y que no destaca en nada, algo muy cliché para su gusto.

-"Aunque tampoco es como si pudiera cambiarlo" -Ironizó soltando una risa rota mientras se levantaba del piso, ¿Qué hacia allí? Oh, simplemente fue victima de una zancadilla, un truco viejo pero que sigue haciendo efecto en alguien tan distraído como él.

De forma completamente literal él era el blanco de las bromas preferido del mundo, o puede que tal vez él Dios de la desgracia le había premiado al nacer con tal peculiar Don. 

Lugar en el que estuviera, ambiente en el que se desarrollara, personas con las que se relacionara, siempre era igual, los mismos sujetos reaparecían en su vida cada vez que cambiaba de casa o escuela, la única diferencia era que su nombre y rostro variaban; Sin embargo él los ve a todos iguales, todos comparten aquello, todos están entrelazados por una cosa, y esa cosa es él .

Todos se divierten al mofarse de su persona.

Y no crean que eso era un trabajo simple, ¡Para nada! Por favor, sólo piensen en los pobres abusadores que debían ponerse de acuerdo para usar diferentes trucos a costa suya, teniendo que planificar las estrategias y tener que planear nuevos insultos, ¡Ser un matón de seguro es un trabajo tan complejo! 

No obstante, Tadashi debía reconocerlo, ¡Cada vez estaban siendo más predecibles! 

-Es eso o es que yo ya me los sé todas las posibles combinaciones de bufonadas de memoria -Dijo suspirando con el semblante caído al ver como su casillero, que acababa de limpiar hace apenas 2 días, ya estaba completamente lleno de cartas insultantes, mensajes y de dibujos bastante vulgares.- Dios... Y eso que llevo solo 1 semana aquí...

Definitivamente la vida de un chico "cliché" no es nada de fácil