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Observé el lugar pero aún veía algo borroso, jamás me había caído de tal manera es estúpido o tal vez yo sea el estúpido. Observé a Kaede acercarse con un refresco en una mano.

—Toma —lo puso en la mesa—. Por aquí hay una farmacia cerca tal vez debería ir a comprar una pastilla o algo...

—No... y-ya me siento mejor —volteé la cabeza.

—¿Estás seguro? Te golpeaste muy fuerte... incluso tienes sangre en la cara definitivamente hay que curarte ¿Te parece si vamos a mi casa? —sonríe.

—¿Qué? —dije exaltado—. ¿T-tu casa?

—Si, ahí tengo algunas cosas, vamos no queda tan lejos —tomó mi brazo y me jaló.

—E-está bien —me sonrojé.

Tener esta clase de sentimientos por un chico es extraño, no entiendo como pasó, apenas lo conocí ayer no tiene sentido que me sienta de este modo, tal vez por eso nunca tuve novia. Ninguna chica me ha llegado a interesar de este modo, soy un tarado, creo que podría llorar en este momento pero eso sería ridículo y no tengo un motivo exacto para hacerlo.

Tal y como dijo Kaede su casa no se encontraba tan lejos, estaban enfrente de ella, había visto esta casa un par de veces cuando era niño pero ahora está diferente, más linda y grande, me pregunto cuando fue que se vino a vivir a éste lugar. Kaede abrió la puerta y entramos de inmediato, si era muy grande y no había nadie o eso creo.

—Vamos a mi habitación, las cosas están en mi baño —tomó mi mano.

—B-bien — y una vez más me sonrojé, debería controlar más mis emociones ¡Estoy harto de sonrojarme como subnormal!

No podía estar más avergonzado, me pregunto si él lo nota por que si es así podría morirme ahora mismo, entramos a su habitación y Kaede fue directo al baño, me quedé de pie observando el lugar, éste cuarto estaba impregnado de su aroma, creo que podría vivir aquí por el resto de mi vida.

Me acerqué a su cama y me senté sobre ella, es cómoda de seguro su almohada debe oler a él... mierda por que pensé en eso. Miré de reojo la almohada y sin poder evitarlo me acerqué a ella y la olí, es verdad, si tiene su aroma, esto es la gloria. Me acosté y cerré los ojos, me sentía cansado y a la vez feliz por poder estar aquí tan cerca de él... creo que debo aceptarlo ya, me gusta y no lo voy a poder cambiar, pero es raro que haya sido de un día para otro, apenas lo vi, no hablamos mucho y no lo conozco como es debido... es ¿Amor a primera vista?

—Oye ¿Estás cansado?

—¿Eh? —me levanté de la cama—. L-lo siento mucho... si creo que si.

—Si quieres puedes dormir un poco, no tengo ningún problema pero antes déjame curarte ¿Está bien? —sonríe.

—Sí.

Kaede se acercó a mí y me pasó por la mejilla un algodón lleno de alcohol, ardía un poco pero a la vez se sentía bien, miré sus ojos color miel y me quedé perdido en ellos, sentía que mi corazón iba a estallar y que todos estos sentimientos iban a salir, en ese momento Kaede lamió sus labios, no fue a propósito pero no me pude contener, tome su camisa y lo acerqué a mí, roce nuestros labios y luego lo besé. Al fin había podido probarlos, eran tan dulces, pero... esto está mal.

Me di cuenta de lo que estaba haciendo y sin pensarlo dos veces me separé de golpe, estaba más rojo que un tomate y mi pulso se encontraba más acelerado que antes, bajé la cabeza avergonzado.

—Lo siento, el golpe debió afectarme... no sé en que estaba pensado ya debo irme gracias por todo —me levanté y rápidamente salí de su habitación.

Quiero Amarte (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora