I've Always Loved You © [EN EDICIÓN]

Capítulo 15

Mark's POV

Me levanto de la cama y me siento en esta. Tengo insomnio. Ha pasado ya una semana desde el cumpleaños de Ally y mi mente no deja de reproducir el momento de la fiesta. Ese en el que estábamos tan cerca, cuando tomó mi mano y sentí esa chispa, como si ella me produjera electricidad. No entiendo que es lo que rayos me pasa con ella, pensé que iba a ser algo pasajero, pero no algo tan fuerte como para quitarme el sueño. Espero poder controlar mis sentimientos y no confundir las cosas. No quiero provocar que Ally se aleje de mí.

El sonido del despertador me saca de mi trance. Veo la hora y la confusión que sentía segundos atrás ha sido sustituida por los nervios.

Mierda, el examen.

Sin perder más tiempo me levanto de la cama y me dirijo a prepararme. Me lavo los dientes, me ducho y me dirijo a mi habitación. Me pongo una camiseta con cuello en V de color azul marino, unos jeans negros y converse del mismo color. Tomo una sudadera negra y salgo de mi habitación.

Bajo y me siento en el comedor junto a Peyton.

—Buenos días mamá.

—Buenos días, cariño —me saluda mamá con un beso en la mejilla.

—Buenos días, Peyton —le saludo despeinándola levemente y esta sonríe mostrando sus dientes faltantes y sonrío ante lo tierna que es.

—¿Estás bien? —me pregunta mamá y de inmediato mi sonrisa se borra al recordar el examen.

—Si, estoy tranquilo —miento pero no parece muy convencida. No quería que se preocupara por un asunto que es mi culpa en primer lugar.

—Mark, quiero que entiendas que lo que hago es por tu bien, por tu futuro. No quiero que pienses que quiero quitarte lo que amas, pero necesito que entiendas lo importante...

—Está bien, mamá y perdón por no haber hecho las cosas bien en primer lugar. Debí ser más responsable y no olvidarme de mis estudios.

—No sabes lo orgullosa que estoy de ti, y lo estaré aún más cuando pases ese examen —me sonríe y hago lo mismo.

Veo alrededor y frunzo el ceño. Alex no ha bajado aún y siempre es la primera en bajar.

De repente oigo pasos fuertes en la escalera y volteo. Veo entrar a Alex a la cocina con cara malhumorada y el rostro algo pálido. Mamá la observa con una sonrisa de oreja y yo no puedo entender menos.

—¿Y ahora qué pasó? —mamá iba a responder pero Alex alza el dedo índice haciéndola callar.

—No...digas...nada... —murmura con la mirada perdida.

—Está bien...  —dice mamá tratando de calmarse pero lamentablemente estalla—¡Tu hermana ya es una señorita! —chilla emocionada y Alex golpea la mesa haciendo estallar en risa.