El día comenzó nublado para Camila, pensó que al final al llegar a casa todo mejoraría, pero no fue así. Al entrar a su departamento encontró a su novio nada más y nada menos que en su cama, enrrollado entre las faldas de su mejor amiga. Indignada y destrozada recoge algunas pocas pertenencias y se marcha sin siquiera dirigirles la palabra a esos seres a quienes les entrego su amor y confianza.
Decidida a no mirar atrás, Camila emprende un viaje lo más lejos que puede con el propósito de empezar de nuevo.
En su camino encontrará que existen personas capaces de amar sin traicionar.