Capítulo 3 "Fotografía"

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El día estaba nublado, como siempre.

La gente no mentía cuando decía que en Londres el cielo siempre estaba gris y no paraba de llover, la humedad era insoportable para cualquiera que no haya nacido en este lugar o se hubiera criado en un ambiente similar.

Brais estaba vestido con una chaqueta cubriendo su cuerpo mientras vagaba por las calles concurridas de la ciudad. Su amigo Simón iba a su lado vistiendo unos pantalones color salmón a juego con sus zapatillas, mientras le comentaba acerca de la nueva chica con la que estaba saliendo desde hace una semana. El chico acostumbraba a cambiar de novia como de camiseta así que el azabache no le estaba prestando mucha atención que digamos.

—Yo no creo que el escote que lleva sea solamente por mí—continuaba Simón mientras seguían su camino por Bond Street pero sin prestar atención a ninguno de los comercios junto a ellos.—es decir, no me molestaría porque es hermosa pero tampoco quiero que ande mostrando ese par que tiene a cualquiera que se le cruce.

El pelinegro suspiró agotado.—Hace media hora que estás hablando de las tetas de tu novia. ¿Podrías parar?

Simón frunció el ceño antes de tomar del brazo a su amigo agitándolo.—Eres cruel conmigo, Brais.

Este puso los ojos en blanco mientras metía sus manos en los bolsillos de su chaqueta buscando calentarlas. Siguieron caminando mirando alrededor, yendo hacia la cafetería que frecuentaban casi todo el año.

Cuando ingresaron en el rustico lugar lleno de mesas de pino y olor a caramelo en el ambiente una chica que estaba de pie junto a una de las mesas tomando el pedido de una pareja se giró hacia ellos. Los chicos que se depositaron en una de las mesas junto a la ventana, le sonrieron mientras ella les hacia un pequeño gesto en forma de saludo. Cuando terminó de anotar los pedidos se acercó hasta donde se encontraban colocándose frente a estos—Buenas tardes, caballeros.

—Alice, hoy luces más hermosa que la semana pasada. —Dijo Simón seductoramente.

La joven de cabello color vino entrecerró los ojos ignorando al castaño dirigiéndose directamente hacia su amigo que observaba la escena aburrido. — ¿Cómo estas, Brais?

El azabache apoyó su codo sobre la mesa—Bien, ¿Mucho trabajo?

Asintió.—Bastante, pero me alegra verte—sonrió.—Quiero hacerme un tatuaje la próxima semana. ¿Crees que puedas darme un turno?

Simón posó su atención en el menú frente a ellos mientras que Brais seguía pensando acerca de lo que le había dicho. —Mi semana está completa, pero creo que Britanny tiene algún espacio. Puede atenderte ella.

Alice aplaudió emocionada.—De acuerdo, te lo agradezco. —Tomó la libreta guardada en su bolsillo volviendo a su trabajo. — ¿Lo de siempre?

Ambos movieron la cabeza en afirmación antes de que la chica desaparezca de su vista dirigiéndose a la zona de la cocina.

Simón levantó una ceja mientras apoyaba los codos sobre la mesa enterrando su rostro entre sus manos. —Sé que sigue loca por mí. —Brais sonrió al escuchar aquello. Alice había salido con Simón por un par de meses hace años atrás, pero el chico la había engañado con una joven que conoció en un bar y a pesar de que fingiera que ya no le importaba la situación, seguía resentida al respecto.

—Yo no contaría con ello, probablemente te odia. —dijo su amigo mirando alrededor del establecimiento. El contrario se encogió de hombros deprimido soltando un suspiro, se arrepentía de haberla perdido, era una buena chica. Pero en el momento de engañarla no había pensado con claridad, estaba completamente ebrio y al otro día cuando despertó junto a una mujer que no era su novia, sintió que era la peor basura del universo. Obviamente ella al enterarse, no pudo perdonarlo.

Delirio /Yaoi/ [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora