Delirio /Yaoi/ [Finalizada]

Capítulo 7 "Algo grande"

El sonido del viento era como un ligero suspiro entre ambos jóvenes, sus manos escondidas en el interior de sus ropas, sus mentes divagando sobre lo que estaba ocurriendo. No entendían bien a donde iban, ni porqué lo hacían. Solo deseaban nunca llegar, porque todavía tenían cosas que resolver con ellos mismos.

Un recuerdo del beso que había ocurrido hace minutos se precipito en la mente de Brais como un destello, su corazón aun latía con fuerza por aquello, su cerebro estaba distraído, podía sentir el sabor indeleble de Aitor en sus labios, sintió la necesidad de sacar un cigarrillo y fumarlo en dos segundos. Pero se mantuvo al margen y continúo caminando con la compañía del pelirrubio.

—Una noche entretenida ¿Verdad?—soltó el mayor con sus mirar embelesado en sus pies. Aquello removió todo en el interior del azabache, no sabía que responderle, es decir, no habían hablado después de acordar en venir a su departamento. ¿Qué podía hacer?

Se encogió de hombros. —Bastante.

Hubo otros seis minutos de silencio entre los dos después de ese intercambio de palabras. El menor seguía pensando, tratando de controlarse ante esta situación, no había pensado bien las cosas al proponerle ir a su departamento. Aunque no podía culpar a la bebida, ya que no estaba ebrio, no había fumado ninguna sustancia extraña, solamente había sido la adrenalina controlando sus ideas.

Sus pasos se detuvieron frente a la inmensa puerta del edificio donde vivía Brais, había varias luces de los demás departamentos encendidas y se escuchaba música que provenía del tercer piso, probablemente su vecino estaba montando una fiesta o algo así.

Aitor peinó su cabello a un costado dirigiendo su atención al joven frente a él, este estaba rebuscando sus llaves en el interior de sus pantalones. Cuando las saco el tintineo de estas indico que debía decir algo. — Me gustó mucho verte, Brais.

El contrario tomo un poco de aire y le dedico una pequeña sonrisa. —A mí también. —Se acercó hacia la puerta colocando la llave en la cerradura y finalmente logrando abrirla. — ¿Quieres...quieres pasar? —De nuevo perdía el control y todo por culpa del perfecto hombre delante de él.

El pelirrubio caminó con lentitud hacia el contrario, deteniéndose frente a él. Encontró los hermosos ojos de Brais antes de colocarse a su altura y darle un pequeño beso en los labios.

Aquel beso no era para nada como el anterior, este era dulce, lento, amoroso y encerraba una promesa. El azabache abrió los ojos como platos ante aquello, pero a medida que pasaron los segundos fue cerrándolos lentamente, dejándose hacer.

Es que en este punto ya no podía negarlo, algo muy fuerte le ocurría con Aitor Parker. Desde el primer momento en que lo vio, supo que él no era como los demás, no, este chico tenía algo especial que lo resaltaba entre los otros hombres que había conocido Brais.

Los labios de los dos se apartaron antes de unirse una última vez y así terminar aquel beso, Aitor alzó la comisura de sus labios al ver el rostro satisfecho del menor y le pareció sumamente adorable.

—Tal vez en otra ocasión.

Brais volvió a la tierra después de haber oído esas palabras y se sintió un estúpido por proponerle aquello. —Si—susurró —nos vemos.

Justo antes de ingresar en el edificio sintió la voz del mayor nuevamente. —Oye, ¿quieres...salir uno de estos días a comer o algo por el estilo?

Colocó una mano en su pecho divertido. — ¿Me estas pidiendo una cita?

—Algo así. —sonrió este. — ¿Mañana a las ocho?

Una carcajada se le escapo ante aquello, pero Brais no pudo negarse, quería volver a verlo sin duda. —De acuerdo. —se giró. —Nos vemos mañana.