Delirio /Yaoi/ [Finalizada]

Capítulo 10 "Verdad"

A veces las despedidas eran mejor que los reencuentros. Sin duda era difícil de entenderlo o siquiera creerlo, y mucho más para Brais, que no había compartido ni una despedida y tampoco ocurría un reencuentro con Aitor.

La tristeza que sintió durante estos días parecía querer desvanecerse, él quería olvidarse de aquel hombre, pero cada vez parecía más difícil y eso lo estaba cansando. Tal vez era tiempo de darse por vencido, ya habían pasado casi dos semanas desde la última vez que lo vio y seguía sin tener señales de él.

Lo único que sabía es lo que Britanny se había encargado de averiguar, él estaba vivo, sano, sin ningún problema a excepción de que no quería volver a verlo nunca. ¿Por qué? Le gustaría conocer el motivo porque ni siquiera estaba enterado de eso.

Suspiró lanzándose a la cama, sus orbes se posaron en el blanco techo sobre él. Cerró sus ojos lentamente, hoy había sido un largo día y lo único que deseaba era descansar un poco, olvidarse de que se sentía como la mierda por lo menos unas horas.

Una sensación de dolor lo recorrió como venía haciéndolo durante todo este tiempo, ¿Por qué le era tan difícil olvidar? Estaba cansado de sufrir así, quería olvidarse de todo, borrar de su mente a Aitor Parker para siempre.

Pero no, no estaba funcionando.

Su teléfono sonó en ese momento, no quería contestar, estaba seguro de que era Simón queriendo saber si su estado había mejorado. Y debería mentirle y decir "si, me encuentro mejor" sabiendo que no era así.

Quería escaparse de ese lugar, necesitaba despejarse de todo ese asunto, así que tomó solamente su chaqueta, sus llaves y salió por la puerta de su departamento. No sabía a donde iba a ir, simplemente caminaría por la ciudad.

Descendió del ascensor y abrió la puerta del edificio, al hacerlo el viento húmedo lo golpeó, estaba lloviznando y él no traía paraguas, genial. Se acomodó su abrigo antes de comenzar a caminar hacia la derecha en dirección a dios sabe dónde, hasta que un llamado lo detuvo en su lugar.

—Hey.

Su corazón se detuvo.

Diablos, no, no. ¿Por qué estaba aquí?

Se quedó duro como una piedra, pero no giró, no quería verlo.

Escuchó como el contrario caminaba lentamente hacia él—Brais...

— ¿Qué haces aquí?—Respondió el azabache tajante.

—Te llamé hace un momento, quería verte, necesito hablar contigo.

Brais cerró sus manos en puños, unas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos pero se contuvo, giró lentamente para encarar al mayor encontrándose con aquellos ojos ámbar que lo enloquecían, lucía triste, desmejorado.— Nosotros no tenemos nada que hablar, Aitor.

El pelirrubio negó confundido y dolido por su actitud. —Lo siento, yo no quería lastimarte....solamente...

—No querías lastimarme. —El joven de ojos turquesas probó aquella frase en sus labios como si las palabras fueran desconocidas, lanzó una risa frenética, mientras la furia se encargaba de sucumbir en su interior en menos de un instante. — ¡¿No querías lastimarme?!

—Lo sé, soy una basura, no debí irme así, no debí desaparecer. —Dio un paso hacia Brais haciéndolo retroceder. —Pero es que no quería herirte con mis problemas.

Frunció el ceño—Adivina qué, galán, lo hiciste de todas formas, así que ¿Supongo que debería estarte agradecido?

—No.