Delirio /Yaoi/ [Finalizada]

Capítulo 6 "Enigma"

Pasaron dos semanas después de lo ocurrido y Brais no había vuelto a saber absolutamente nada sobre Aitor. No lo había vuelto a ver y tampoco se había comunicado con él en ningún momento, estaba cumpliendo su promesa de apartarse, al azabache seguía sin parecerle correcto aquello. Más bien, seguía pareciéndole tonta y hasta un poco misteriosa toda esta situación.

¿Qué era aquello que el pelirrubio intentaba ocultarle? La incertidumbre estaba comiéndolo vivo, pero no se rendiría tan fácilmente, le sacaría aquel secreto de las manos antes de que se diera cuenta. Pero para poder lograrlo, primero tenía que verlo y sabía que aquello no ocurriría si no daba el primer paso. Aunque su orgullo tampoco le permitía hacerlo, no quería parecer desesperado por verlo, tampoco era tan importante, sí, llevaba repitiéndoselo durante días y aún seguía sin creérselo.

El jueves por la tarde Brais se encontraba en su estación de trabajo teniendo una plática con Britanny y Mike, los tres estaban discutiendo que el sabor de las ensaladas del restaurante de la esquina era similar al del cartón aunque la joven seguía repitiendo que se asemejaba más al papel.

A simple vista cualquiera podía notar que era un día con poca clientela, aunque agradecían aquello ya que había ocasiones en las que no podían detenerse ni para almorzar. Cuando un tatuaje se volvía pesado, simplemente deseaban terminarlo rápido para irse a casa a descansar, sin duda eran dedicados en sus trabajos.

— ¿No han probado los sándwiches de ese lugar?—soltó Mike cruzándose de brazos y colocando una mueca de repulsión. —Preferiría comerme una vaca muerta antes de probar otra de esas cosas.

Brais sonrió ante su jefe negando con la cabeza. —No puedo creer como ese sitio sigue abierto, deberían hacerle una inspección por lo menos.

—Debe haber personas a las que les gusta la basura que cocinan. —se encogió de hombros la joven. — no le veo otra explicación.

Justo en ese momento el tintineo usual de la puerta se hizo escuchar haciendo que los tres dirijan su atención a esta y que Britanny se colocara de pie corriendo a abrazar a la chica que ingresó en el local. — ¡Julia!—gritó al colgarse de ella. — ¿Qué haces aquí?

La chica de ojos claros y largo cabello rubio sonrió ante su amiga. — Vine a tatuarme por supuesto. — el verla movilizo algo dentro de Brais, estaba segura de que la había visto antes, tal vez en el cumpleaños de su compañera o quizás tuvo que tatuarla en algún momento en el pasado. No recordaba bien.

Julia volvió a hablar. —Pero quiero un diseño personal, así que preferiría que me tatuara Brais.

El azabache crispo una ceja confundido. — ¿Conoces mi nombre?

Ella asintió. —Por supuesto, tú me hiciste este tatuaje—levanto su camiseta mostrando en su hombro una pequeña mandala en blanco y negro, que era muy bonita. El tatuador recordaba cuando realizo ese dibujo, era un día tranquilo como el de hoy y esta misma chica había ingresado en el local para hacerle aquel pedido. Finalmente se fue muy complacida con el resultado final y él también.

La joven continúo hablando. —Además mi hermano no deja de hablar de ti. —puso los ojos en blanco agotada. — ¿Están saliendo o algo por el estilo?

El chico no necesito mucho más que eso para percatarse de quien era Julia, sin duda, eran muy parecidos. Ambos poseían esa belleza que deslumbraría a cualquiera, por lo visto era un gen familiar, también poseían una sonrisa sarcástica además de ese brillante cabello rubio. — ¿Eres la hermana de Aitor?

—Ding ding. — Britanny fingió golpear unas campanitas. —Y tenemos un ganador en el concurso de las cosas más obvias del universo.

Brais entrecerró los ojos en dirección a su amiga por un instante pero decidió ignorarla, comenzaría con su trabajo de una vez. —Bien Julia, acompáñame por aquí.