Parkinson un fastidio

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Luna entró en aquel cuarto y lo miró sorprendida, era lo más elegante que hubiese visto jamás. Bastante amplio también, una cama donde tranquilamente entraban tres personas, un velador en cada lado y un enorme espejo de frente al lado de un espacioso armario. Todo en tono rosa.

- ¡Wow! - exclamó.
- ¿Te gusta?, espero que sí - dijo Narcisa desde la puerta.
- Si, está muy lindo... gracias.
- En tu armario he puesto muchos vestidos, espero sean de tu agrado. Tu baño está en este lado.
- Gracias Sra. Malfoy
- No hay por qué, puedes llamarme Narcisa... si es que quieres.
- Gracias... Narcisa

A penas la mujer salió, Luna borro su fingida sonrisa, a pesar de que le gustaba que la tratasen así, no confiaba en Narcisa, era una Malfoy, y eso no podía ser era nada bueno.

- Podré estar muy loca, Pero no soy tonta - dijo la rubia en voz baja - y a pesar de todo no debo olvidar porque estoy aquí: debo encontrar al asesino de mi padre... y vengarme.

Comenzó a observar su nuevo cuarto, era enorme y muy elegante, digno de un Malfoy. Observó por su ventanal que daba hacia la parte trasera de la mansión, donde había un pequeño parque, no muy lejos de allí se encontraba un joven rubio apoyado en sus rodillas con el rostro frío. Una delgada mujer se acercó a su lado y le tomó uno de los hombros, le hablo algo al oído que Luna no pudo escuchar.

- Solo será un año... - dijo la mujer dulcemente.

- ¿Solo un año? - dijo Draco al momento que se levantaba para alejarse de su madre. - ¿Te he dicho que no la soporto?

- Por favor hijo, ella no te molestará, lo prometo.

- Tú y tus promesas.

- Vamos Draco. Seguramente pasaras tus vacaciones en casa de Blaise o de Pansy, ella no saldrá de su habitación.

- ¿De verdad crees que tendré vacaciones? - preguntó Draco irónico - más ahora que todo esta tan cerca - agregó el rubio pensativo.

- Draco, por favor - dijo Narcisa suplicante, aquella discusión la habían tenido muchas veces últimamente.

- ¿Por favor? ¿Qué quieres que haga madre? Tú sabes que no podemos escapar de Él, aunque quisiéramos, ya los deshonré una vez, no puedo cometer ese error dos veces.

- Hijo, si hablamos con...

- ¿Hablar? madre, honestamente creo que has perdido la cordura, tu más que nadie sabes que no tenemos otra opción.

- Hijo siempre hay otras opciones.

- ¿Por qué no se fue con los Weasleys? ¿Acaso no es amiguita de ellos? Seguramente ya no tienen espacio en su casa, como se les dio por tener más de media docena de hijos - dijo Draco cambiando de tema de forma radical.

- ¡Draco! deja de hablar tonterías estoy hablándote con seriedad.

- Bien has lo que se te de la regalada gana, yo iré a casa de Blaise esta misma noche, te quedarás solita con tu "ahijada". Espero que lo pasen de maravilla - dijo Draco al momento que se iba de allí.

- Hijo, yo creo...

Pero una de las elfas domésticas llegó a interrumpir la "reunión" familiar, y a pesar de que Luna se esforzaba desde el balcón no podía oír lo que decían.

- Srto. Draco, ha llegado su novia.

- ¿Pansy? ¿Hoy? - preguntó el rubio extrañado.

- Sí, está en...

Pero antes de que la elfa terminara de hablar una muchacha de la edad de Draco, se acercó al rubio besándolo sin importar la presencia de Narcisa.

- Pansy, Por Merlín, donde están tus modales - dijo Narcisa algo incómoda, bastante en realidad, al momento que separaba a su hijo de la chica.

- Lo siento ¿Cómo está Sra. Malfoy? - dijo Pansy, sin soltar el cuello de su pareja.

- No tan bien como tú... por lo visto.

- Me raptaré a Draco por una semana ¿Imagino que no le molesta?

- Supongo que si tus padres no tienes inconveniente, yo tampoco.

- ¡Qué bueno! - dijo la morena, besando la mejilla de su novio.

- De todas formas no estarás sola. - inquirió Draco.

- ¿A qué te refieres? - preguntó la chica.

- Mi madre, y sus locuras, hablando de locuras, a que no sabes quién está "hospedada" en mi casa - dijo el rubio.

- ¿Quién?

- Lunática Lovegood.

- ¿Qué? - preguntó espantada la chica slytherin.

- Sí, acabo de enterarme que es la ahijada de mi madre, y tendrá que vivir aquí.

- ¿Aquí? ¿Contigo? ¿Juntos? ¿Ustedes? - continuo preguntado celosamente la morena.

- Sí - respondió Draco sin mucha paciencia.

- ¡Pero cómo es posible! Sra. Malfoy. ¿Ha perdido usted la cordura? Como se le ocurre dejar que convivan en la misma casa a mi Draco, con la Lunática... se imagina y ellos...

Mientras Pansy hablaba Draco asentía a todo lo que ella decía, hasta llegar a la ultima parte: "se imagina y ellos". Donde el rubio colocó una enorme cara de horror.

- ¿Qué? ¿De qué demonios hablas? - preguntó el rubio con molestia - "se imagina y ellos" - agregó imitando con burla a Pansy - ¿Qué? ¿En qué rayos estás pensando?

- Pues, yo solo digo que puede resultar, algo "peligroso" que ella y tú vivan juntos.

- ¡Puaj! ¿Has perdido la razón tú también? Cómo se te ocurre pensar que entre "esa" y yo podría pasar algo, estamos hablando de LUNÁTICA LOVEGOOD! ¡POR MERLIN!

Pansy lo miro algo seria y luego sonrió.

- ¿Sabes? Tienes toda la razón, lo siento, soy una tonta, es decir mírame y mírala, no hay donde perderse.

- Créeme... lo sé - dijo el rubio con mirada libidinosa.

Narcisa los miraba serena y decidió no intervenir, sería mejor entrar en la mansión, pues estaba anocheciendo. Draco la siguió, al igual que Pansy quien se distrajo un momento al ver a Luna en su balcón.

- No puedo creerlo LUNATICA LOVEGOOD.

Luna se lamentó internamente por no entrar antes a su cuarto.

- ¿Qué se siente estar huérfana? - de pronto la morena dejo de reír y le dijo a la rubia - Hey ¿Quieres ir a mi fiesta? ve con Potter, eso sí deben pedirle permiso a sus padres primero...

Luna negó con la cabeza y entró tranquilamente en su habitación lo que obviamente irritó más a la morena, que comenzó a gritar desde afuera.

- ¡AY LUNÁTICA, NO SABES COMO LAMENTARÍA ESTAR EN TU PELLEJO! ¡NO TIENES IDEA EN EL LÍO EN QUE TE HAS METIDO POR ESTAR AQUI! ¡NO LO SABES Y TE ENTERARÁS DE LA PEOR MANERA!

- Espero que no tenga Hotfeet* en su casa - dijo la muchacha pensativa, mientras por su cabeza pasaba la imagen de un pequeño gnomo de calurosos pies.

Narcisa mientras tanto maquinaba muchas ideas y todas llevaban al mismo final: si la loca de Hogwarts era su ahijada, debía cambiarla y convertirla en una Srta. decente y para ello tenía mucho trabajo por delante ¿Cambiar a Lunática Lovegood?, suena imposible, aunque tal vez no tanto, y mucho menos para una MALFOY.

Sin otra alternativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora