Matrimonio con dificultades

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  Luna se había olvidado por completo que sería la boda del hermano de Ron, por lo que, al legar a la casa Weasley le pareció extraña la apariencia que ésta tenia.
En la entrada se encontraba Ron y otro muchacho que por un segundo desconoció, hasta que hizo una expresión muy propia de...

- Hola Harry - dijo Luna sonriente.
- Eh.. mi nombre es Barny - dijo Harry desconcertado.
- Oh ¿También te has cambiado eso? - preguntó radiante.
- ¿Cómo sabes...?
- Oh, simplemente por tu expresión.
- Luna, lamento no haber escrito más de...
- Tranquilo Barny - dijo Luna con una sonrisa - sé que es difícil para ustedes que yo este en casa de los Malfoy, lo entiendo.
- ¿Y como te han tratado? - preguntó Ron mientras movía los pies por el cansancio.
- No ha sido tan terrible.
- ¿Haz oído algo de Voldemort?
- No, nada en absoluto.. tal vez ellos no tengan nada que ver con él.
- O tal vez saben ocultar muy bien lo que hacen... - dijo Ron
- Ten cuidado Luna, no confíes a ciegas.
- Tranquilo Harry nunca lo hago.

El reencontrarse con sus amigos hizo que Luna se sintiese mucho mejor, Ginny, Hermione, Harry... incluso Ron. La señora Weasley se emocionó al ver a Luna e intentó convencerla de volver.

- Querida, solo basta que me lo digas y te sacó de ese lugar.
- No se preocupe, estoy bien.
- No puedo creer que tu madre haya sido amiga de esa víbora venenosa.
- No ha sido tan mala.
- ¿No estas bajo el Imperius? ¿Cierto?
- No - dijo Luna con una sonrisa - estoy bien.

La fiesta transcurría sin mayores problemas, la Sra. Weasley se llegó a las lágrimas, y por poco Luna hace lo mismo. Es cierto solo tenía 15 años pero imaginarse en el altar, en unos años más, del brazo de alguien especial, que la ame, la cuide sin importar nada, alguien que sea capaz de cambiar por ella... ¿Acaso se estaba enamorando?

De pronto algo grande y plateado apreció cayendo sobre la pista de baile. Grácil y brillante, el lince aterrizó con suavidad en el medio de los asombrados bailarines.
Luna se congelo cerca de la pista de baile, ¿un patronus? eso no podía significar nada bueno.
La boca del lince se abrió y la voz de Kignsley Shacklebolt se hizo notar.

- El ministerio a caido. Scrimgeour esta muerto. Están viniendo.

Entonces todos comenzaron a desaparecer, correr, empujar y caer. Luna había quedado en la misma posición que minutos atrás. Estática.
Ginny paso a su lado y la tomo del brazo para que se moviera, juntos minutos después una maldición rozó su cabeza. Luna volteó a ver y observó como Harry, Hermione y Ron desaparecían frente a sus ojos.

- ¡Corran! - gritó Arthur protegiendo a ambas niñas.
- ¿Dónde está Harry? - gritó Ginny desesperada.
- Desapareció - le dijo en voz baja a Ginny - se fué con Hermione y Ron - agregó mientras lanzaba un hechizo a uno de los mortifagos que estaba frente a ellas.

Luna logró esquivar a varios, hasta que de pronto se apagó todo...

Minutos antes en la mansión Malfoy.

- ¿Papá? - los ojos de Draco se desorbitaron, lo último que sabía de su padre era que estaba en Azcabán.
- Así me das la bienvenida. Pasé una buena temporada en esa mugre y asi me tratas.

Ya habían pasado varios minutos y Draco aún no se acercaba a su padre.

- Lo siento yo...
- No importa, toma tu varita... tenemos buenas noticias hijo.
- ¿Qué?
- Nuestro Lord esta a solo minutos de recuperar el lugar que le pertenece.
- No entiendo.
- Draco, el monigote de Scrimgeour esta muerto, ahora solo tenemos que ir por Potter y todo estará finalizado.
- ¿Dónde?
- ¿Dónde crees que se ocultaría una rata como esa?
- En una Madriguera - dijo Draco en susurro.
- Exacto, vamos y acabemos con todas esas ratas de una vez por todas.
- Claro, padre - la voz de Draco fue dubitativa, Luna estaba con ellos. Debía hacer algo para protegerla.

Se puso su capucha y desapareció junto a Lucius hasta el lugar donde habían muchos otros encauchados, quienes eran, no era lo importante. Si importaba lo que eran capaces de hacer.

Al llegar a la Madriguera muchos estaban desapareciendo, seguramente alguien ya les había informado. Draco dió un vistazo rápido y pudo ver como El trío que tanto detestaba desaparecía frente a sus ojos. Siguió observando y encontró lo que buscaba, una cabellera rubia, que se movía ágilmente entre algunos pelirrojos.

- Perdóname por esto Luna - dijo Draco en susurro. Lanzó un hechizo aturdidor a la rubia en plena espalda y ésta cayó inconsiente de forma inmediata - pero es la unica manera de mantenerte a salvo.  

Sin otra alternativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora