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*Ambientado en Scorch Trials cuando Teresa y el Grupo B secuestran a Thomas*

Harriet y Sonia estaban acostadas cerca, en unos camastros. Mientras se preparaban para dormir, no dejaban de echarle miradas furtivas. Thomas volvió a notar esas extrañas expresiones de culpa o de vergüenza. Pensó que era una buena oportunidad de emplear las palabras para defender su vida.

-Ustedes no quieren matarme, ¿verdad? –Preguntó en un tono que implicaba que las había pescado en una mentira -¿Acaso alguna vez han matado a alguien?

Harriet le echó una mirada severa y se detuvo justo antes de descansar la cabeza sobre un montón de mantas. Se recostó en el codo.

-De acuerdo con lo que Teresa nos contó, nosotros nos escapamos de nuestro Laberinto tres días antes que ustedes. Perdimos menos gente y, en la huida, matamos a más Penitentes. Por eso no creo que acabar con un pequeño e insignificante adolescente vaya a ser algo muy complicado.

-Piensen en la culpa que van a sentir —Repuso, esperando que la idea las atormentara.

-Podremos superarlo –Bromeó y le sacó la lengua, ¡en serio le sacó la lengua! Luego bajó la cabeza y cerró los ojos.

Sonia estaba sentada con las piernas cruzadas y parecía estar muy lejos de quedarse dormida.

-No tenemos alternativa. CRUEL dijo que esa era nuestra única tarea. Si no la llevamos a cabo, no nos permitirán entrar al refugio. Moriremos aquí afuera en el Desierto.

Thomas se encogió de hombros.

-Hey. Te entiendo. Me sacrifican a mí para salvarse ustedes. Muy noble.

Ella lo miró atentamente durante un largo rato y él tuvo que hacer un gran esfuerzo para no bajar la mirada. Por fin, ella desvió la vista y se acostó de espaldas a él.

Teresa se acercó, con la cara contraída por la irritación.

-¿De qué están hablando?

-De nada –Masculló Harriet –Dile que se calle

-Cállate —Dijo Teresa.

Thomas lanzó una risa irónica.

-¿Qué vas a hacer si no me callo? ¿Matarme?

Ella no dijo nada, solo siguió observándolo sin ninguna expresión en el rostro.

-¿Por qué este odio repentino? —Preguntó— ¿Qué te hice?

Sonia y Harriet se habían volteado para escuchar, mirando alternadamente a Thomas y a Teresa.

-Tú sabes bien lo que hiciste –Replicó Teresa después de unos segundos –Y todas las que están aquí también. Yo les conté todo. Pero aun así, yo nunca me hubiera rebajado a tu nivel como para tratar de matarte. Estamos haciendo esto únicamente porque no tenemos otra opción. Lo lamento. La vida es dura.

¿Acaso hubo un destello especial en sus ojos?, se preguntó Thomas. ¿Qué estaba tratando de decirle?

-¿A qué te refieres con eso de rebajarte a mi nivel? Yo nunca mataría a un amigo para salvar mi vida. Jamás.

-Yo tampoco. Por lo cual me alegro de que no seamos amigos —Exclamó y comenzó a alejarse.

-¿Entonces qué fue lo que te hice? –Preguntó Thomas rápidamente –Perdóname, pero tengo un momentáneo lapsus de memoria; tú sabes, es algo muy común por aquí. Ayúdame a recordar.

Ella volteó y lo miró con ojos llenos de furia.

-No me insultes. No te atrevas a actuar como si nada hubiera pasado. Ahora cállate o volveré a lastimar tu bonita cara.

Teresa se fue dando zancadas y Thomas se quedó en silencio. Se arrellanó hasta encontrar una posición cómoda con la cabeza apoyada hacia atrás en el tronco del árbol seco. La situación en que se hallaba era muy complicada, pero estaba decidido a encontrar una salida y sobrevivir.

Al rato, se quedó dormido, pero no logró dormir por mucho tiempo.

Un llanto desconsolado lo despertó, abrió los ojos e intentó vislumbrar en la oscuridad cual era la chica que estaba tan abatida. Se sorprendió al distinguir la figura de Teresa junto a una casi extinta fogata, podía ver su perfil casi nítidamente, notaba como las lágrimas corrían sin cesar por sus mejillas y como sus hombros subían y bajaban abruptamente debido a su agitada respiración.

Si bien estaba enojado con Teresa porque sentía que ella ya no estaba actuando, como le había prometido, sino que realmente tenía intenciones de matarlo, sin embargo, no pudo evitar preocuparse por ella, quería saber qué le sucedía. Se acercó a ella todo lo que el amarre le permitía, aún estaba a un par de metros, y desde ahí le habló.

-¿Teresa? ¿Te encuentras bien? –Después de haber formulado la pregunta se sintió el garlopo más grande del mundo, obviamente no se sentía bien, por algo estaba llorando.

Teresa levantó la cabeza sorprendida, se secó rápidamente las lágrimas y se aclaró la voz.

-Claro que estoy bien –Intentó que su voz sonara dura pero solo logró escucharse derrotada –Además no debería importante como esté... -Volteó en todas direcciones como si estuviera buscando a alguien y luego se acercó rápidamente a Thomas

Se abalanzó sobre él y lo fundió en un gran abrazo.

-Lo siento tanto –Murmuró entre sollozos –Lo siento, lo siento, lo siento

Thomas respiró aliviado, Teresa estaba actuando, ella no lo odiaba.

-Ellos quieren que te haga esto –Habló en voz baja –Si no lo hago te mataran, Tom

A Thomas lo destrozó verla así, Teresa solo intentaba mantenerlo con vida.

-Haz lo que tengas que hacer –Susurró secando sus lágrimas con el dorso de su mano

-Vas a odiarme

-Te prometo que no lo haré

Teresa volvió a largarse a llorar y Thomas la estrechó más fuerte contra sus brazos.

-No debería estar diciéndote esto...Si ellos se enteran...

-No lo harán –La tranquilizó, aunque él no tenía idea de si estaban o no vigilándolos

Se quedaron abrazados en silencio durante un rato.

-Odio tratarte mal –Teresa habló cuando por fin pudo dejar de llorar

-Que me trates como basura tampoco es mi cosa favorita en el mundo

-Lo siento –Teresa volvió a disculparse –Odio todo esto –Suspiró –Solo quiero que sepas que hago esto por ti, porque eres mi mejor amigo y te quiero. Y no quiero que estos malditos te hagan daño.

Teresa se acercó lentamente a sus labios, Thomas cerró los ojos esperando ansioso que sus labios finalmente se encontraran. Impaciente, Thomas pasó una mano por la cintura de Teresa y la acercó aún más a él, juntando sus labios de una vez en un beso apasionado, Teresa puso las manos tras el cuello de Thomas y lo sujeto con fuerza, como si no quisiera separarse nunca de él, porque eso era exactamente lo que sentía.

-Tendrás que confiar en mí –Susurró Teresa con la voz entrecortada debido a la falta de aire una vez que se separaron –Se vienen cosas horribles, pero si confías en mi todo estará bien.

-Confío en ti

-Júralo

-Te lo juro –Murmuró Thomas antes de juntar nuevamente sus labios



¡Hola! Lamento mucho no haber actualizado la semana pasada, ¡No tienen idea de la semana horrible que tuve! No terminaba nunca de estudiar argh, horrible.

De hecho, ahora debería estar estudiando, pero no quiero, recen por mi pobre alma que mañana tiene dos pruebas y no ha estudiado nada.

¿Les gustó el capítulo? Lo ambiente antes de la "The Real Traición" pero igual se están "reconciliando" así que cuenta ¿No?

Muchas gracias por leer, comentar y votar <3

Nos leemos la otra semana. (Si sobrevivo a las fuckin' pruebas)

20 maneras de reconciliarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora