¿QUE ESTAMOS QUE? TERMINADA

CAPITULO TRES

Onodera Pov's

A pesar de todo lo transcurrido, el dolor del cuerpo persista. Ahora dormía menos (¡como si eso fuera posible!), mis ánimos se estaban decayendo y era culpa del cansancio de estar pendiente de mis dos criaturitas.

Pero sin que se enteré Takano-san esto ya me estaba fatigando, en uno de estos días las dos pobres criaturas se quedaran sin madre, lo cual digamos no es de mi agrado. Aún tenía cosas que hacer como ver crecer a mis dos hijas, impedir que estén atadas a cualquier persona y obviamente, ¡vencer a Takano-san!

-Tengo que superarlo, tengo que hacerlo

Seguí doblando la ropa, cosa rara en mí, pero ya que las niñas estaban dormitando aproveché el pánico para terminar de ordenar algunas cosas, pero lo único que logré fue sentirme avergonzado ya que había cúmulos de mi ropa en los sofás.

Sabía que "mágicamente" está aparecía en el ropero de mi habitación, y por mágicamente me refiero a que Takano-san la doblaba y la guardaba en el ropero, pero por el trabajo que él tenía acumulado no lo podía hacer. Hasta sólo con eso lograba avergonzarme

-Takano-san- refunfuñe entre dientes

Sabía que no me podía escuchar, era estúpido, pero igual tenía que pronunciar su nombre para no sentirme tan solo, tan vacío...

No había nada que hacer, más que resignarme. Volvería a trabajar en menos de un mes, y en vez de estar doblado como una ama de casa mi ropa debería estar indignado en la web o consultando en algunos catálogos de niñeras.

¿Pero es lo que realmente quiero?, ¿volver a trabajar al lado de Takano-san, hacer que nada pasó y seguí con nuestra vida rutinaria (exceptuando lógicamente el hecho de que tenemos dos hijas) o estar encerrado en casa cuidando a mis dos hijas, esperando con un mandil puesto junto con una sonrisa radiante a que su padre llegué del trabajo?

No sabía cuál escoger, por si solas las dos opciones eran difíciles y tentativas. Después de todo estaba a la mitad de camino para lograr la "meta" por la cual deje la editorial de mi padre.

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a mi madre, desearía poder preguntarle tantas cosas, preguntarle qué hacer en esta situación. Necesitaba la añorada y necesaria ayuda materna, después de todo fui poco pegado a ella, siendo yo su único hijo, me hacía sentir peor. Necesitaba remediar ese problema.

Está decidido, iría a visitar a mis padres, sería un fin de semana en familia y Takano-san vendría conmigo. Tendré que arrastrarlo de la editorial