Capítulo 1

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Hace unos 10 años yo tenía tiernos 15 años y conocí el maravilloso mundo de internet. Empecé a meterme a cuanto chat encontré hasta que llegué a latinchat. Me hacía pasar por cuanta cosa se me ocurría; por modelo, maraca, karateca, teletubi, etc, y pasaba el rato haciendo eso. Esa era la única diversión en esa época en que no había whatsapp y con cuea recién existía el MSN.

Ahí en latinchat conocí a un español de 18 años y le mandé unas fotos de mi mejor amiga, que a diferencia mía, es muy linda. Mi idea era webearlo y después chao, pero me cayó bien y seguimos hablando.

Pasó el tiempo y le seguía mandando fotos de mi amiga, y él me mandaba fotos suyas. Era bien rico y terminé enamorándome. Se que me dirán aweoná, pero bueno, asi fue la cosa. Me enamoré por el internets.

Y así pasaron dos largos años, de chateo día y noche con el españolete. Después salieron las webcam, aunque eran muy caras, y el empezó a pedirme que me pusiera en una así que me vi obligada a contarle todo a mi mejor amiga para que ella se pusiera en la webcam un rato. Ese fue el inicio del fin.

La mentira, que se había estirado por dos años, creció aún más y ahora tenía involucrada a mi amiga. Yo sufría todos los días por no haberle dicho la verdad desde un principio, pero después me miraba al espejo y veía a un ser igual a las tortugas ninja que salieron ahora, pero con el pelo largo, negro y tieso. Mi amiga era linda, de ojos azules y pelo claro, flaca y linda sonrisa... y yo cuando sonreía era como si me hubiera caido de hocico desde un piso 12. Ni con toda la línea 1 del metro hecha frenillos podían arreglar la cagá que tenía.

La cosa es que tuve que empezar a pagarle a mi amiga por fotos de ella, videos, y porque usara la webcam con el español. Yo solo chateaba con el, pero una vez a la semana ella se ponia a la webcam y le iba escribiendo lo que yo le decía. Era muy triste la situación.

A los dos años y medio del inicio de todo, el español me anunció que en tres meses más vendría a chile. Yo dije, conchesumadre! ni cagando alcanzo a adelgazar y a hacerme una cirugiaplastica, y aunque lo intenté y trate de conseguirme la plata para hacerlo y todo, fue una mierda, así que me vi obligada a pagarle como 30 lucas de la época (que era mas plata que la chucha en esos tiempos... ok no, pero igual) para que se juntara con el español en mi lugar. Le di clases de como ser yo, instrucciones, le pase mas plata para pagarse su comida y todo, etc.

Llegó el gran día y la weona se juntó con él en la estación plaza de armas, que en ese entonces aún no estaba tan abarrotada de peruvians. Yo le cargué el celular para que me mandara mensajes informándome de todo, cada cierto tiempo, mientras estaba en mi casa mas nerviosa y triste que la mierda, sintiendome fea y patetica por la trmenda mentira que habia invientado y mas encima por no poder juntarme con el hombre al que amaba, que mas encima había viajado mas lejos que la cresta solo para verme...

Al otro día me junté con mi amiga y la vi con una cara como de asco tremenda. Ahi me conto que el español había sido mas chanta que la mierda, que era un viejo culiao y que no era como se veia en las fotos o la webcam, que tenia como 30 años, que habia incluso viajado con su esposa y su hijo y que nunca habia contado esas cosas. Yo quedé pa la cagá, lloré más de lo que había llorado la noche anterior. Después de que ella me contó todos los detalles de la cita me fui a mi casa y me tire directo al computador, lo prendí, abrí MSN... y cache que el español me había bloqueado. Ahí confirmé que era cierto lo que me habia dicho mi amiga, que el weón era un chanta de lo peor y que al verse descubierto o rechazado había preferido huir cual rata.

Estuve muy mal harto tiempo, como un año entero. Nunca mas supe del español porque messenger era el único medio por el cual nos podíamos comunicar.

Después entré a la universidad y tuve que preocuparme de otras cosas, mi amiga se fue a estudiar al sur y perdimos el contacto. Después me titulé, tuve un par de pololos que no fueron la gran cosa y ahora me vine a hacer un magíster a Madrid. Y sí, adivinaron. LA PERRA CULIÁ SE QUEDÓ CON EL ESPAÑOL! Esto es confesiones metro de santiago,pero quizá vale que les diga que me encontré con él y ella, y un perro de esos crespos que parecen oveja en brazos, acá en el metro, y puedo jurar que ella me reconoció porque me miró y agarró al perro y se fue caminando hacia el otro lado del vagón, cuando el tren iba en movimiento, y el español, MI ESPAÑOL, la siguió como sin saber qué weá pasaba.

Pepi la fea /TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora