Capítulo 22

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"Bueno, da lo mismo, total los puede volver a imprimir" pensé, aunque me dio lata que el Ibizo se enojara porque le dije que iba con el Español a argentina. Él podía ir, yo nunca le diría que no, con lo buena onda que era conmigo. Además me pareció bien femenino su arranque de romper los papeles del vuelo.

Dejé los papelitos desordenados tal cual los encontré y luego saqué su cargador. Fui a mi pieza (no era mi pieza pero le decía 'mi' igual), dejé cargando el celu y me tiré en la cama.

Los últimos días habían sido demasiado movidos. Tenía muchas cosas dando vueltas en mi cabeza y sentía que había preguntas sin responder pero cuando las quería analizar, se me iban. Me pesaban tanto los ojos y pensé tantas weás que finalmente me quedé dormida.

Soñé que jugaba al hijo pródigo con mi gato, que es un juego bien aweonao en realidad.

Estaba yo en mi casa y retaba a Teodoro por alguna cagá que se había mandado. Después me iba indignada y me escondía en el baño. De fondo escuchaba los maullidos desesperados de Teodoro buscándome para pedirme perdón... hasta que llegaba al baño, me veía y nos abrazábamos y me lamía la cara. Y ahí, mientras estábamos abrazados cara con cara, yo empezaba a entonarle una canción:

Tu hocico tiene caca

Yo lo tengo claro

Tu hocico tiene caca

Veo como lames tu ano

No me importa que tenga caca

Yo igual te doy besos

A tu nariz le gusta eso

Aunque tu hocico tiene caca

Cuando desperté eran como las tres de la tarde. No había nadie en casa así que me fui a hacer almuerzo, pero me dio tanta paja ponerme a cocinar que al final saqué una bolsita de pan de pipas y fui a comer a la pieza mientras prendía el celu.

Tenía un chilión de llamadas perdidas del Español, del Ibizo y de la Mexicana.

Abrí Tinder y caché que el Zorrón me había dado like de vuelta, porque tenía unos mensajes suyos.

«jajajaja»

«Me diste like de vuelta»

«Oye sorry si fui pesao, era la caña»

«Estas? »

«Ya po no le dis color»

«Seamos amigos?»

«Estuvo filete el carrete»

«Sacate otro carretin po»

«Estaba rica tu amiga mexicana»

Ya me había olvidado de la existencia del Zorrón y de mi estúpido like en la cagá de Tinder. Furibunda le respondí.

«No, Zorrón culiao, no quiero ser tu amiga y no te voy a invitar a ningún carrete, porque me caís mal, weón hediondo a hocico»

Le mandé el mensaje y esperé a que lo leyera para cerrar mi perfil y borrar la aplicación. Tinder, el peor invento de la historia de la humanidad.

Abrí whatsapp y vi varios mensajes del Español pidiéndome perdón una y otra vez y preguntándome cómo estaba. Le respondí escuetamente con algunos monosílabos peligrosos típicos de toda mujers para dejarle claro que su cagá era grande y no le saldría tan fácil arreglarla.

Me decía que Javiera le había pedido plata para los pasajes pero que él se había negado a darle pasta, como si eso fuera motivo para felicitarlo. Después me contó que Javiera le había tenido que pedir plata a sus viejos y mandaba caritas felices como el mejor niño rata.

Pepi la fea /TERMINADA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora