Ese día mamá estaba tan alegre, aunque sentía ese dolor en su pecho, uno que no era simplemente físico, era también sentimental.
Papá llegaba borracho, siempre volvía a casa muy tarde y mamá se quedaba esperándolo en la sala. Cuando llegaba ellos simplemente discutían y se iban a la cama enojados, no sabía por qué papá se empeñaba tanto a despreciar lo que mamá hacía por nosotros. Mi madre nunca nos dejó sin comida, sin ropa, no dejó que pasaramos necesidad alguna, pero así era él.
El día que sería la última vez que la veía ambos estábamos en la cocina, platicando mientras almorzábamos. Recuerdo muy claramente esa sonrisa que me brindó, como diciendo que todo estaría bien, mientras me hablaba de que su constante tos había mejorado ultimamente. Yo sabía que era mentira, la había escuchado por casi dos meses tener una especie de episodios en donde la tos la atacaba tan seguido que a veces la dejaba sin aliento y respiraba muy agitada, casi le dolía respirar. También la oía quejarse de aquel dolor en el pecho una y otra vez. Me preocupaba demasiado, pero a papá le daba igual. No importaba cuántas veces le dijera que mamá estaba sufriendo, mi padre nunca tuvo tiempo de llevarla al hospital, no hasta que ya fue muy tarde.
También recuerdo aquel día en que me llamaron para que vaya a la oficina del director. Temía que fuese por mis bajas calificaciones, pues en ese tiempo a mi no me importaba demasiado lo que era mi educación, mamá siempre me regañaba por eso. La razón por la cual me dieron el recado para ir a la oficina del director fue nada más y nada menos que para darme la noticia de que mamá ya no estaba con nosotros. Recuerdo que no había reaccionado en el momento. Me quedé callado el resto de la clase, ensimismado en demasiados pensamientos. Corrí de camino a casa, ni siquiera esperé a Ruki, no quería saber nada de nadie y eso lo incluía a él.
Papá no ha cambiado nada, aún lo sigo culpando... Si tan sólo la hubiera llevado antes para que la revisaran... Si tan sólo hubiese escuchado la petición de su hijo...Manos temblorosas que por la noche me aprisionan, me acunan para que pueda dormir. Son mis manos, aún así siento que me estoy ahorcando y no puedo respirar.
Desperté sudando frío, mis ojos se abrieron tan ampliamente al reaccionar. Aún estaba oscuro. Miré al reloj y apenas marcaba las 3:46 am. Padre respiraba acompasadamente debido al profundo estado de sueño en que se encontraba. Lo miré por unos minutos y pasé mis manos por todo mi rostro. Bostecé y me acomodé nuevamente en aquel incómodo sofá. Aunque era un hospital bastante prestigioso, sus sofás merecían ser cambiados en carácter de urgencia ¿Cómo podría alguien, con un problema de cadera o muy sensible a que sus músculos se tensionen si duerme en una mala posición, pasar la noche en aquel hospital si no podía dormir cómodamente? Debería quejarme. Lo haré mañana.
Esos ojos oscuros me envuelven tan bien, me cobijan y no quiero dejar de sentirme tan cálido ¿Por qué no me dejas descubrirte?
-Buenos días, hijo. -Escuchó el castaño ni bien al despertar. Una sensación de amargura le llenó la boca. Quiso vomitar.
-Buen día. -Murmuró, frotando su ojo derecho con su mano empuñada, dejando un bostezo libre.
Somnoliento aún, se estiró con sutileza y escuchó crujir su espalda y su cuello. -Veo que estás mejor de lo que mencionaron tus simios trajeados. -Espetó algo rudo, mirando a su progenitor con algo de indiferencia. -Será mejor que me vaya. No es que tenga todo el tiempo del mundo para faltar a clases.
-No deberías ser tan rudo, Takashima, soy tu padre. -Tragó seco.
-Si me importara un poco más, no lo sería. Usted no es, ni aunque quiera, un atisbo de lo que significa ser un padre. -Espetó nuevamente con indiferencia.
-Deberías ser más educado, si tuviera las fuerzas no dudaría en darte una bofetada, tienes suerte.
-No me trate como a un niño, ya pasé esa etapa y se la perdió. -Se levantó del sofá, dispuesto a irse. -Mejor me voy, se me llena la boca de algo que no me agrada cada vez que le dirijo la palabra. -Sin querer escuchar una palabra más, el castaño salió estrepitosamente de aquel cuarto de hospital ¿Para qué lo trajeron si su padre se encontraba casi en perfecto estado?
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Almas Conectadas (Aoiha)
Fanfic-Cuando te sientas solo y no sepas qué hacer o cómo actuar, no dudes, aquí estaré ¿está bien? -Aquella frase era demasiado dulce, demasiado fraternal... ¿Por qué debía ser tan perfecto y tan ajeno a su mundo? ¿Por qué había sobrepasado los límites q...