14: Amnesia

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Había pasado ya un año y las cosas iban mejor que nunca, a Dani y a mi nos iba muy bien. La gente ya sabía que teníamos algo especial, incluso me presentó a sus padres, pero no eramos novios oficialmente. Aunque no nos veíamos mucho, ya que él estaba en último curso de la universidad y yo prácticamente había comenzado, disfrutábamos al máximo el poco tiempo que podíamos pasar juntos. John y Val comenzaron a salir hace un tiempo y eran la pareja perfecta.

Aquella noche nos encontrábamos en la mansión de los padres de John que estaban celebrando el cumpleaños de su padre. Era un sitio muy lujoso y había una cantidad inmensa de invitados. Estaban todas las personas importantes del país, e incluso había celebridades. Aunque llevase un año viviendo con John no acababa de acostumbrarme a tanto lujo. Yo me encontraba sentada en una mesa observando a la gente, cuando comenzó a sonar una canción lenta y John me sacó a bailar.

—Sabes que pronto será Navidad, ¿no?

—Claro.

—Pues yo te voy a dar mi regalo antes.

—¿Y eso? -dije alzando una ceja.

—Deja que te lo explique todo desde el principio. Hace tiempo que contraté a un detective privado para que descubriera el paradero de tu hermano -me quedé helada cuando dijo aquello-. Hace un par de días que me llamó dándome noticias sobre él. Tu hermano se encontraba en un viaje de negocios en Chicago y pronto volverá a su casa con su familia. Tendrá que pasar por nuestro aeropuerto para poder llegar a su casa, y esa es tu oportunidad para verle. Tendrás que estar pendiente porque es la única posibilidad que tienes por ahora.

Me quedé paralizada sin saber qué hacer o qué decir. ¿Mi hermano? Ni siquiera sabía como sentirme en aquellos momentos, la noticia me pilló por sorpresa. Eso era algo que nunca esperaría que pasara. Después de tanto tiempo podría reencontrarme con mi hermano. Sólo pensar en él me enfureció pero a la vez me conmovió; tenía los sentimientos encontrados, por una parte siempre había odiado a mi hermano por haberme abandonado, pero por otra deseaba volver a verle.

—No sé que decir... realmente me has dejado sin palabras. No sé si estoy preparada para verlo.

—Pensé que te pondrías más contenta.

—No sé cómo reaccionar, me ha pillado por sorpresa.

—El detective me ha dicho que llegará pasado mañana, tienes tiempo para aclararte y pensar las cosas. Si quieres verle, ve; y si no, simplemente no tienes que hacer nada.

—Tendré que pensarlo bien. De todas formas, gracias por haberte tomado la molestia de buscarlo.

—Sabes que siempre intento hacer lo mejor para ti -dijo con un tono un poco triste y me dio un abrazo.

Pasaron los dos días y después de pensarlo mucho, decidí afrontar la situación y volver a ver a mi hermano. Sí, definitivamente lo haría y no me echaría atrás.

—Nosotros te llevaremos, tenemos que hacer unas cosas y nos pilla de paso -se ofreció Dani.

—¿Qué cosas tenéis que hacer a las afueras de la ciudad? Me parece que más bien queréis enteraros de lo que pasa porque sois unos cotillas.

—¿Cotillas nosotros? -dijo Marc señalándose a sí mismo y a Dani.

—Sí, vosotros -respondí recalcando mis palabras.

—¿Quieres que te llevemos o no? -preguntó Dani.

—Pues claro, no me queda otra; pero preferiría no tener que aguantar a dos bobos por el camino.

—Haré como que no he oído eso porque sé que en el fondo nos quieres -dijo Marc.

—En en fondo, muuuy en el fondo -respondí riendo.

Cómo me enamoré de un completo idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora