5: El chico nuevo

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Entré en la casa y subí directamente a la habitación para ponerme el pijama y después fui a buscar a Hannah. De repente escuché un fuerte ruido que venía del tejado de la casa y me asustó, lo que me hizo pensar que eran ladrones. Busqué algo que me sirviera como arma y me encontré con un flexo; era mejor que nada. Me armé de valor y salí por una ventana, que daba a un pequeño patio (esa era la única forma de acceder) y subí por unas viejas y desgastadas escaleras hasta llegar. Con mucho cuidado, me asomé y pude ver una silueta entre la oscuridad. Me acerqué con cautela, alzando el flexo para golpearle pero cuando estaba detrás del supuesto ladrón, se giró y me miró.

—¿Carol?

—¿Hannah?

—¿Qué haces?

—No, ¿qué haces tú aquí? Pensé que había un ladrón -Hannah se echó a reír.

—¿Por qué creíste eso?

—Porque escuché un fuerte ruido y como no te encontré, pensé que iban a robar.

—¡Ah! Esa fui yo. Se me cayó el móvil.

—¿Un móvil hace tanto ruido? ¿Enserio? -dije con un tono irónico.

—Vale, fui yo la que se cayó.

—¿Cómo, cómo te caíste?

—Me senté en una silla y se rompió -empecé a reír descontroladamente-. No me hace gracia, me he hecho daño en el culo.

Después de unos largos segundos riendo a carcajada limpia, dije mientras terminaba de reír:

—Lo siento, no quería reírme de ti pero es que sólo imaginármelo... -volví a reírme. Hannah me fulminó con la mirada pero yo no podía parar.

—Sí, seguro que lo sientes de verdad.Con tu risa ya me lo has demostrado.

—No te enfades. Perdona, ya no me reiré más -dije intentando ponerme seria.

Me senté a su lado para comenzar a tener con ella la conversación sobre lo que pasó por la tarde. Después de unos instantes en silencio, me decidí a preguntarle.

—¿Qué te pasó esta tarde? ¿Por qué te pusiste así? -dio un largo suspiro antes de contestar.

—Simplemente perdí la cabeza. De verdad que no se lo que me pasó, Carol. Ya sabes que soy celosa, pero no me pongo así por ninguna razón; esto ya venía de más antes. Desde hacía unos días, Marc no parecía el mismo. Si estábamos paseando y pasaba alguna tía, se la quedaba mirando descaradamente; o si hablaba con alguna, parecía que coqueteaba con ella.

—Pero, ¿y si era tu imaginación? O, ¿y si Marc lo hacía sin querer?

—¿Le defiendes a él antes que a mi?

—¡No! Es todo lo contrario, no defiendo a nadie. Simplemente digo que todo puede haber sido una confusión.

—¿¡Pero es que no ves cómo te contestó!? Te dijo: "sólo lo haré porque eres tú". ¡SÓLO PORQUE ERES TÚ!

—¡No seas paranoica! Lo dijo bromeando, jamás lo diría enserio. Es sólo una forma de hablar.

—¡MIENTES! -comenzó a llorar y yo no sabía lo que hacer. No sabía como explicarle que su novio no tonteaba con otras. Lo único que hice fue abrazarla para intentar calmarla un poco.

—Él te quiere y lo sabes. Jamás tontearía con otras y menos delante de ti; jamás. Sólo tienes que confiar más en él, Marc no es como esos chicos que un día están con una y al siguiente con otra. Hannah, él te quiere de verdad; se le nota en la cara. Si sólo con decirle tu nombre se sonroja -noté que Hannah al fin sonreía un poco y eso me alegró-. Nunca te haría daño. Él no tontea con otras, es sólo tu imaginación; está loco por ti.

Cómo me enamoré de un completo idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora