-Es una taza preciosa, verdad (t/n)?
Me quedé sorprendida porque supiera mi nombre hasta que caí en la cuenta de que llevaba una chapa con mi nombre en el delantal (me sentí imbécil en ese momento, que pensaba que el chico era médium o algo?)-Sí -respondí tímidamente, casi sin voz ya que no había hablado en casi toda la mañana aparte de dar la bienvenida y tomar pedidos- aunque aquí llega muy poca luz, normalmente cuando está al lado de esa ventana de allí parece que incluso refleja el cielo.
El chico sonrió de nuevo
-Creo que tengo bastantes buenas vistas desde aquí, y creo que también se refleja un poco el cielo aquí- Dicho esto volvió a sonreír y mi corazón se aceleró un poco. Eso era un cumplido? Quería decir que era como si estuviera en cielo cuando me miraba? No, debía ser un error, eso es, hablaba de la taza, la taza. Verdad..?El chico terminó su café y de nuevo movió los labios para articular otra frase.
- Esta noche hay un evento en Mykie's, te apetecería venir? - Dicho esto se apoyó sobre la barra de brazos cruzados, lo que hizo que los músculos de sus brazos apretaran su camisa; wow, ese chico debía hacer ejercicio, porque tenía un cuerpo genial.
Nerviosa me coloqué un mechón que había escapado de la prisión que el recogido ejercía detrás de la oreja, bajé la mirada, pensando si era buena idea. En esto el chico dijo.
- Te dejo aquí mi número, llámame cuando te decidas -Dicho esto deslizó el papel de la cuenta con un nombre y un número de teléfono escrito en el.
Mark. Ese era el nombre del hombre que acababa de desbaratar mi mente, dejándome algo perpleja mientras cruzaba el umbral de la puerta para dirigirse a la calle de nuevo, alejándose de mi.
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Bueno, ese es la tercera parte. Últimamente no he podido publicar porque no he estado en casa, pero a partir de hoy, publicaré cada semana. Espero que os esté gustando la historia y como siempre dejad un comentario con lo que os ha parecido! 😊
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Dirty Business(Markiplier X Reader)
Hayran KurguMarkiplier y tú Vives en LA desde hace 1 año y tienes una vida tranquila hasta que un chico extraño entra en tu cafetería y desbarata todos tus pensamientos opuestos hacia el amor y el amor sano.