One.

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Me levanté para ir a la universidad, tarde (como siempre), con cara de sueño y mi pelo moreno despeinado.

En diez minutos, ya me había lavado, peinado, vestido y desayunado.

Corriendo, subí a mi coche mientras ponía el disco de mis canciones favoritas.

En cuanto me monté en el coche, puse la canción. ESA CANCIÓN.
Mi canción favorita, la que tanto había escuchado últimamente, la que tanto significaba para mí... 'Thinking out loud'.

Lo que más me gustaba en realidad era el cantante.
El pelirrojo me había enamorado con su voz desde que escuché una de sus canciones por primera vez. Y luego, cuando le puse cara, no pude evitar quererle como nunca había querido a nadie.
A pesar de que él ni siquiera supiera de mi existencia...

Llegué a la universidad con lágrimas en mis ojos azules, como siempre que me ponía a pensar en aquel maldito tema.

¿Por qué tenía que afectarme tanto?
Al fin y al cabo, había muchísima gente, no solo famosos, que no me conocía. ¿Por qué siempre me echaba a llorar por un chico?
Era realmente frustrante...

Cuando vi a mis amigas, me acerqué con una sonrisa falsa hacia donde estaban.

En cuanto mi mejor amiga me vio, me cogió del brazo y me llevó al baño de chicas. Cuando llegamos, puso sus brazos en jarras y me dijo:
-¿Se puede saber qué te pasa? ¿Otra vez Ed Sheeran?
-Sí... Es que... Dios. Cómo duele.
-Lo sé. Pero no tendrías que pensar tanto en eso... Mira, sé que te encanta; a mí también me gusta, pero no es para ponerse así. Ahora, sécate las lágrimas y sonríe, que hoy es un buen día.

En efecto, lo era. Ese día empezaban las vacaciones de verano.
Así que, en cuanto nos dieron las notas, nos fuimos a casa.

Yo me fui con Samantha y Mike, mis dos mejores amigos, a casa de Sam.

Allí, pusimos música, pero en cuanto pusimos la radio, empezó a sonar 'Photograph', lo que ocasionó que me echara a llorar descontroladamente.

Mike le echó a Sam una mirada de: "¿Otra vez?", y corrió a abrazarme.

Sorprendentemente, entre sus brazos era donde más cómoda y protegida me sentía. Pero había otros que yo sabía que me harían sentir mil veces mejor.
Los de Ed Sheeran.

Y Dios, eso me hacía sentir tan extremadamente impotente. Que, aunque consiguiera un abrazo, mientras que eso me daría la vida, para él no sería nada. A los minutos se habría olvidado de mí.

Eso pensaba mientras me balanceaba entre los brazos de Mike, y mientras Sam quitaba la radio e iba a por una película de miedo, que eran las que más nos gustaban a los tres.

Jamás podría decirles lo agradecida que estaba por sus esfuerzos por hacerme feliz.

Pero aun así, lo intentaba.
-Gracias- dije mientras subía mi cabeza para mirar a mi amigo a los ojos.
-¿Por qué?
-Ya sabes... Hacerme feliz, e intentar que no piense en Eddie, y todo eso.
-Lucy, eres mi mejor amiga. ¿Crees que no lo haría todo por ti? Te equivocas, peque. Daría mi vida porque fueras feliz.

Con una sonrisa, enterré mi cara en su cuello mientras él me abrazaba más fuerte, y en esa posición nos encontró Sam cuando volvió con un bol de palomitas y la película.

Nos tiramos todos en su cama y nos pusimos a verla.

Cuando acabamos era demasiado tarde, así que nos quedamos a dormir allí.
Sí, los tres en la misma cama. ¿Cómo cupimos? No lo sé, pero siempre que dormíamos juntos cabíamos los tres en una sola cama.

Cuando me desperté, noté un peso en mi cintura, y cuando me di la vuelta vi a Mike abrazándome por detrás, profundamente dormido. Sonreí y, después de darle un beso en la mejilla, me levanté y fui hacia la cocina, a preparar el desayuno para mí y mis amigos.

Estaba tarareando 'Kiss me' cuando oí pasos acercándose a la cocina. Era Sam.
-Madre mía... Estás obsesionada.- dijo riéndose.

Yo solté una carcajada y seguí tarareando, pero esta vez una canción de Lana del Rey. Sam se me unió y, no sé cómo, acabamos bailando y cantando a voz en grito canciones de Queen.

De repente, escuchamos que se nos unía una voz masculina. Y rápidamente nos dimos la vuelta a ver a Mike con una cuchara a modo de micrófono, bailando como si fuese Freddie Mercury.

Cuando acabamos la canción, todos reímos y desayunamos.

Después, nos vestimos y cada uno se fue a su casa.

Cuál fue mi sorpresa al encontrar un gran sobre azul en la entrada.

Lo abrí rápidamente, y cuando vi lo que había dentro, no pude creerlo.

Lo leí y releí varias veces, hasta estar segura de que no era una broma o un sueño.
¡Sam y Mike habían conseguido entradas para el próximo concierto de Ed Sheeran en la ciudad, además de un Meet & Greet con él!

Rápidamente llamé a mis amigos y les agradecí de todo corazón lo que habían hecho por mí.

Ellos simplemente rieron y quedamos el día del concierto en mi casa, dos horas antes de que empezara.

¡Estaba emocionadísima!

Teddy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora