Nada más llegar a casa, con una gran sonrisa que enseñaba mis dientes, me tiré en mi cama, y mandé un mensaje a Ed:
"Hola, soy yo. La fan que lloró varias veces mientras te abrazaba... ¿Te acuerdas de mí?"
Bloqueé mi móvil y cerré mis ojos, justo cuando sonó un mensaje entrante.
Lo ignoré e intenté dormir, porque era muy tarde. Cosa que no me fue fácil, puesto que mi móvil volvió a sonar.
Lo cogí suspirando y entré a Whatsapp, donde tenía dos mensajes.
Eddie: "Hola, linda. ¡Como para no acordarme!"
Mike: "Hola, señorita. ¿Te apetece comer mañana?"
Abrí la conversación con Ed y le respondí:
"Dios... Eres tan genial. En serio, te adoro, a ti y a tu música."
Después, respondí a Mike:
"¡Por supuesto! Mañana lo hablamos. Buenas noches."
Puse mi móvil en silencio y lo bloqueé.
Medio minuto después estaba dormida.
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A la mañana siguiente me despertó el sol entrando por mi ventana abierta.
Gruñí y me quedé en esa posición durante diez minutos más, hasta que decidí levantarme.
Desayuné tranquilamente mientras miraba mis redes sociales y vi que tenía varios mensajes sin abrir.
Sam: "¡Tíaaaa! ¡Tienes su número! Pásamelooooo."
Mike: "Está bien. Buenas noches. Paso por ti a las dos."
Eddie: "Cariño, ¿te apetece comer hoy?"
Sonriendo, hice un grupo de Whatsapp en el que metí a Sam, Mike y Ed.
Mientras la chica fangirleaba, respondí al pelirrojo:
"Jo, ya me dijo de ir a comer Mike... Lo siento, Teddy. Otra vez será..."
También respondí a mi amigo castaño:
"¡De acuerdo! Buenos días."
Bloqueé mi móvil y miré la hora: la una y media.
Rápidamente me duché, sin mojar mi pelo (así no perdería tiempo secándolo después), me vestí con una falda negra, una blusa azul cielo, que resaltaba mis ojos, y unos zapatos planos azules.
Me maquillé un poco (solo rímel y brillo de labios) y miré la hora: las dos en punto.
Justo cuando dejé mi perfume sobre el estante en el baño, sonó la puerta.
La abrí y allí estaba Mike. Llevaba su pelo desordenado, una camisa azul a cuadros, pantalones vaqueros y unas converse negras, a juego con los cuadros de la camisa.
Le saludé con un beso en la mejilla y bajé las escaleras de mi apartamento junto a él.
Nos subimos a su coche y condujo hasta el restaurante en el comeríamos.
Allí nos sorprendió ver muchas cámaras y gente acumulada.
Cuando logramos hacernos paso entre la multitud, le vimos. Ahí estaba Ed... Con una chica. Me sentí celosa, porque a pesar de solo ser una fan loca para él, creí que significaría algo que me diera su número y me hablara. Pero me di cuenta de que no sería así.
Mike, sin darse cuenta de lo que pasaba por mi mente, prácticamente me arrastró hacia el famoso cantante y la chica castaña que le acompañaba.
En cuanto nos vio acercándonos, el pelirrojo nos sonrió y vino corriendo a abrazarnos.
Cuando se separó de mí, me quedé mirando a aquella chica que no conocía de nada. Ed se dio cuenta de lo que pensaba y me dijo:
-Chicos, esta es Sarah, una amiga de la infancia. Acaba de mudarse a Londres y estamos recordando viejos tiempos.
Yo le di dos besos y me presenté, a lo que ella respondió tímida.
Nos despedimos y Mike y yo nos fuimos a nuestra mesa.
Ya allí, mi amigo me dijo:
-Acabarán saliendo, estoy seguro.
Yo forcé una sonrisa, pues mi amigo no se equivocaba nunca con las parejas.
Tonta de mí.- pensé- ¿Cómo se me ocurre que el mismísimo Ed Sheeran pudiese llegar a sentir algo por mí?
Miré a Mike, quien me observaba sonriente, y rompí a llorar.
El castaño, asustado, se acercó a mí, y me abrazó.
Yo, entre sollozos, le conté todo lo que había estado pasando por mi cabeza, mientras él me acariciaba el pelo y me rodeaba con sus brazos.
Cuando terminé de hablar, me miró a los ojos y me dijo:
-Lucy, eres una persona maravillosa. Sé que le has querido desde que le escuchaste por primera vez. Pero entiende que solo es un amor entre una fan y su ídolo. Jamás podrás ser feliz, siempre está rodeado de mil chicas.
-Yo... Lo sé.- dije con un balbuceo.- Pero, es que, creí que... Que podría hacerlo funcionar. No sé...
Mike dio un suspiro largo y se quedó callado. Un rato después volvió a hablar.
-Mira, Lucy. Soy tu mejor amigo, y por eso me veo en la obligación de decírtelo. Para él no eres mas que una fan. Lo siento, pero es la verdad. Eres una fan más, que a lo mejor podría llegar a convertirse en una conocida. Pero no llega a más. Solo te dio su número porque sintió compasión. ¿Por qué solo a ti y no a otras fans? No lo sé. Pero ten en mente siempre que solo siente compasión por ti. Por eso te hace caso. Lo siento si sueno cruel, pero no quiero seguir viéndote sufrir por él...
Yo, decidida, levanté mi cabeza, y dándole un beso en la mejilla a Mike, sonreí, y le dije:
-Gracias, pero aun así. Voy a intentarlo. Sé que lo haces por mi bien. Pero si eres mi mejor amigo, entenderás que tengo que intentarlo para dejar de sufrir.
Él asintió serio y me dijo:
-Lo entiendo. Sabes que pase lo que pasé estaré ahí, para secarte las lágrimas o para reírme junto a ti.
Me dio un último beso en la frente antes de mirarme mientras me acercaba hacia el pelirrojo que tantas alegrías y desgracias me acarrearía.
