Nine.

87 3 1
                                    

Me levanté desorientada y sin saber dónde estaba. Me encontraba sola en una habitación no del todo desconocida.
Al lado de la cama, en una mesita había un vaso de agua y una pastilla. Reparando en el dolor de cabeza que me causaba la resaca, tomé la medicación rápidamente.

Me levanté con cuidado y me dirigí hacia lo que me parecía el baño. Cuando salí oí ruido de cacharros, así que busqué la cocina, la cual me costó encontrar. Cuando entré vi una melena pelirroja que me hizo recordar todo lo que había pasado la noche anterior en aquel bar.

Arrastré los pies hasta llegar a Ed, que estaba tostando pan para el desayuno, y le di varios toquecitos en el hombro, que le asustaron e hicieron que pegara un bote, lo que me provocó una carcajada. Él hizo un pequeño puchero pero acabó riéndose conmigo.
Desayunamos tranquilamente, y al terminar me dirigí al salón, cogí el bolso del sillón en el que lo había dejado la noche anterior y abrí la puerta para irme. Me despedí de Eddie y bajé las escaleras para llegar a la calle, pero justo cuando iba a subir al coche, el pelirrojo gritó mi nombre, y le vi correr hacia mí.

Me giré lentamente hacia él, y cuando llegó a mi lado me besó. Fue un beso lento, tierno, que hizo que mi cabeza diera vueltas de la emoción.
Le seguí aquel beso durante unos largos segundos, hasta que nos separamos por falta de aliento, ambos con una gran sonrisa en nuestras caras.
Le vi sonrojarse y esconder la cara entre sus manos en un gesto de adorable felicidad.

-No sabes cuánto tiempo llevo deseando esto.- dijo tímidamente entre sus dedos.

Yo le aparté las manos de su cara y le besé las mejillas, riendo suavemente.
-Yo también, pelirrojito, yo también.

****

Conduje hasta casa de Sam rápidamente, todo signo de resaca me había abandonado. Entré sin llamar pues tenía las llaves de la puerta desde hacía tiempo.
Una vez estuve dentro, escuché murmullos en su cuarto, su voz y la de... ¿un chico?
Me acerqué sigilosamente y me asomé con cuidado a la puerta. Vi a mis dos mejores amigos hablando tranquilamente.
No me sorprendió demasiado, pues ellos dos solían verse de vez en cuando y hablaban de todo. También lo hacían conmigo, pero como ellos se conocían desde la niñez estaban más unidos.
Yo conocí a Sam en el colegio, pero a Mike le había conocido hacía solo unos pocos años, entonces comprendía que le costara más abrirse delante de mí.

A pesar de todo eso, me entró curiosidad, así que decidí quedarme un poco a escuchar.
-Por cierto, ¿qué hacías con Brittany el otro día?- atacó Sam al castaño.
-Nada, le debía un favor... Me dijo que si no pasaba el día con ella y la llevaba de compras contaría a todos mi secreto.

Espera, espera... ¿¡SECRETO!? ¿De qué secreto están hablando?
Esperaba escuchar más sobre eso, pero en seguida cambiaron de tema y empezaron a hablar sobre comida, como los amantes de la comida que son.

Me fui silenciosamente y volví a mi casa, todo el camino pensativa y preguntándome sobre el misterioso secreto de mi mejor amigo.

Nada más llegar a casa, cansada y confusa, pero feliz por el momento que había compartido con Ed, me di una larga ducha, me puse ropa cómoda, y me dispuse a retomar un pequeño proyecto que había dejado estos días de lado: una acuarela que estaba dibujando de la rubia y de mí y que le regalaría por su cumpleaños número 24 dentro de un mes.
Pero no conseguía concentrarme, en mi cabeza no paraban de dar vueltas el beso, el secreto, Britanny, Ed..., así que dejé el trabajo; no quería arruinar el dibujo por no prestarle suficiente atención, me estaba quedando muy bonito como para estropearlo.

Pasé la tarde recogiendo y limpiando mi casa para mantener mi mente lejos de todo el revuelto de pensamientos que había ahora mismo dentro de mí. Cuando acabé, cansada y sudorosa, ya era bastante tarde. Me di una ducha rápida, preparé la cena y cuando la terminé, me dormí rápidamente debido al cansancio que me había producido limpiar todo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 15, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Teddy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora