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POV. Max

- Para mi fuiste un gran juguete, Dylan siempre ha estado ahí para mi - la sonrisa de Abby era malvada y me daba escalofríos.

- Él no te ama cómo yo lo hago, pequeña - traté que entrara en razón y que se quedara conmigo

- Pero yo lo amo como tú me amas - esas palabras me terminaron de matar.

La luz del día se filtra por las cortinas, dándome directo en los ojos y hace que me despierte. Lentamente abro los ojos, me pesan bastantes. Ayer estuve despierto como todas las noches de ésta semana, pensando y analizando. Trato de incorporarme, pero mi cuerpo no reacciona. No me sorprende en absoluto. Otro día más sin que pueda hacer algo y la verdad es que tampoco hago nada al respecto. Y el mismo sueño me invade una y otra vez. Nunca desde que terminamos, me ha dejado descansar aunque sea un poco y cuando logró dormir se burla de mí. No estuve totalmente desaparecido, el viernes por lo noche estaba un poco desorientado pero pude llegar a un lugar dónde tenía buenos recuerdos y no estaba tan lejos de la universidad. Quería un sitio dónde pudiera tener mi espacio y tiempo para pensar lo que iba a hacer acontinuación. De cómo iba a ser mi relación con mi hermana o exnovia.
Me quedé otro poco más tratando de que mi cuerpo reaccionara y finalmente lo hizo cuando llegó a mi teléfono un mensaje de papá

La pequeña ya sabe tu situación.
¿Cómo has estado? ¿Pronto llegarás a la universidad?
Mx

A penas se entera...
Le contesté que el lunes regresaría y que estaba igual, tal vez un poco mejor que el viernes pasado.

Unos toquidos en la puerta llaman mi atención,¿quién será? Nadie se ha acercado aquí durante largo tiempo y casi nadie sabe que existe ésta cabaña. Mi papá me dijo que mis abuelos le heredaron esta cabaña cuando ellos murieron. Y que aquí trajo a la mamá de Abby y fue dónde se escondió un tiempo. Al final de su embarazo.
Sin hacer ruido me paro y me dirijo a una ventana para poder ver, en la puerta está mi pequeña, con el ceño fruncido y con cara de pocos amigos, me tenso de inmediato. No estaba aun preparado para decírselo a la cara. He estado ensayando frente a su foto pero no es nada comparado con la Abby real. Pasa unos minutos más, y deseo que se vaya pero se queda todavía ahí. Y me frustro.

- Max, sé que estás ahí. Abre la maldita puerta - grita frustrada.

¿Cómo carajos lo sabe? Él único que sabía era mi papá... ¡Es increíble!

Y lo hago sin pensarlo. Aunque sé que no debí hacerlo. Y por primera vez, en una semana, me siento vivo y lleno de energía. Está tan hermosa como siempre con su vestido color ciruela y unas sandalias de piso, y mi corazón late a mil cuando llega y me abraza. No le correspondo. No puedo hacerlo, aunque me muera, me había tomado una semana (sin descuidar los estudios porque tampoco voy a tirar todo por ella) para decir lo que aún no estaba del todo listo.

- ¿Por qué te fuiste así? Sin decir nada a nadie. Ayer me enteré y me puse como loca a buscarte. La última y posible opción era aquí, en la cabaña, dónde pasamos momentos inolvidables. - Su voz mostraba esperanza, y casi caí

Abby y Dylan ya son novios, es una zorra con suerte.

Me aparté de ella

- No te interesa, Abigail. Y si, le avisé a mi padre y es más que suficiente. No te tengo que dar explicaciones de todo - mi voz fue más dura de lo que pretendía.

Sus ojos se abrieron como platos y no me sorprendió.

- No me hables así - su tristeza era evidente. Y decepción también.

- Y, ¿cómo quiere la majestad que le hable? - mi sarcasmo la hirió, nunca lo usaba y cuando lo hacía era un maldito hijo de puta.

- Eres un idiota - atacó. La conocía y quería ocultar su dolor.

- Si, soy un idiota por haberme enamorado de ti. De una persona que desde antes que terminaramos ya esta con otra, y que después que lo hiciéramos sin dejar pasar tiempo se hace su novia oficialmente...

- Eso no es cierto, te lo puedo explicar - me cortó, el nudo se formaba en su garganta.

- Ahora soy yo quién no quiere saber de ti. Ahora soy yo quién levanta un muro y no te va a dejar pasar hasta que me de la gana - tomé un respiro - por favor vete - no quería lastimarla más de la cuenta.

- Max, yo te amo a ti - dijo como su última oportunidad.

- ¡Qué te largues te digo! - Le grité por segunda vez en su vida.

Palideció.

Abby se quedó ahí parada, en estado de shock. Como no se movió yo me fui. Si estaba un segundo más, no iba a responder por mis actos.

Manejé y me fui a un bar cerca de la cabaña. No me importaba nada ni nadie, lo que quería es olvidar todo aquello que me hacía sentir mal.
No me di cuenta que estaba justo enfrente de la habitación de Sofi, hasta que ella abrió y me dijo:

- Hola Max - con una sonrisa extraña y me dejó pasar.

La besé. Y algo más

POV. Abby

Seguía parada, dónde me había dejado Max, en medio de un lugar dónde fue nuestra reconciliación y ahora es dónde nos despedimos. Es increíble que jamás podremos arreglar las cosas como personas normales. Las lágrimas estaban a punto de salir y las dejé fluir por mi cara como cascadas. Había perdido a Max por mi culpa, ahora soy yo la miserable. Era justo y necesario llegar a éste punto. Gracias a mi estupidez por creer que alguien es mi amigo, he perdido al hombre que amo. Pero esto no se va a quedar así. Dylan me pagará por lo que me ha hecho, más bien nos ha hecho. Jamás debió haberse metido conmigo ni con Max.

¿QUÉ LES HA PARECIDO HASTA AQUÍ LA HISTORIA?
Muchas gracias por leer l@s quiero a montones 👌
Un beso y un abrazo
K

El Encanto De AbbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora