CAPITULO 6

647 35 0
                                    

- No cambies de conversación, puedes decírmelo, o no confías en mí - me dijo.

- ¡Claro que no!, es decir sí - no sabía que decir, se veía confundida - Claro que confío en tí pero no es nada importante, no te preocupes -

- ¡Entonces dime! - se notaba impaciente.

- Lo de siempre, esa señora me regaño por algo que en realidad no hice, y de no ser por tí, estaría en este momento siendo acusado por ella, ¡Te debo una! - dije con una gran sonrisa, calmando la preocupación de Darling.

- ¡Oh!, con que era eso, debiste habérmelo dicho antes - protesto.

- ¡No quería arruinar tu día! - le respondí tiernamente.

- ¡Puedes contar conmigo en las buenas y en las malas! - dijo.

- ¡Eso espero! - me alegre - Y mira eso de allá se ve fabulotástico! - dije señalando un espectacular que colgaba de los árboles.

- ¡Wow! ¡Increíble! - dijo Darling admirada.

Era un anuncio que decía "BIENVENIDOS AL JARDÍN DE LA INFANCIA", se escuchaba Divertido y quería curiosear un poco más, pero de pronto empezó a brisnar.

- ¡Darling, corre! - le grite, y recogí todos los frutos que pude en mis brazos, corriendo en dirección al castillo.

Al llegar le entregamos los frutos a Dalia y subimos a nuestras habitaciones para cambiarnos.

Después de un rato bajamos a cenar, todos se veían muy alegres, incluso mí madrastra, tal vez era por aquella gargantilla que brillaba sin cesar.

- Padre, ¡Hoy de regreso a casa vimos un gran espectacular en el bosque - comento Darling.

Fue así como le conto sobre lo que habíamos descubierto, y mi padre nos explico que era un lugar donde asistían algunas criaturas mágicas y animales del Bosque.

- ¡¿Y podemos ir?! - pregunto, estaba emocionada, tanto como yo.

Pero antes de que mi padre diera una respuesta, mi madrastra contesto con un rotundo "NO".

- Por qué piensas semejantes disparates, es mejor que estudien en casa con los mejores profesores del reino cómo hasta ahora - dijo mi madrastra levantándose de la silla, y mi padre corriendo tras ella.

- Parece que esta vez no pude convencerlo - dijo desolada.

- ¡Al menos lo intentaste! - dije para animarla un poco.

Esa semana fue muy divertida, pero esperábamos con ansias el fin de semana.

- No creo poder ir con ustedes al bosque chicos, lo siento - dijo mi padre.

- ¡Pero lo prometiste! - reclamo Darling.

- Lo siento mucho, pero de ahora en adelante también tendré los fines de semana ocupados - respondio sinceramente.

Darling estaba afligida, pero noté una cara pícara en mi padre.

- Pero en lugar de ello, ¡podrán asistir al Jardín de la Infancia, cómo tanto querían! - Dijo alegremente.

Los ojos de Darling se llenaron de lágrimas, y en su rostro se dibujo una gran sonrisa.

- ¡Gracias papá!, ¡Eres el mejor! - dijimos al unisonó y lo abrazamos fuertemente.

- ¡Muy bien!, y ahora a preparar sus cosas, el lunes será un día de fábula - dijo dándonos un espejófono a cada uno, lo abrazamos una vez más y subimos a nuestras habitaciones.

Darling se veía muy feliz, eso me alegraba, por fin estaríamos más tiempo fuera del reino, y lejos de mi madrastra, era como un sueño hecho realidad.

Cada día que pasaba se hacia eterno, y Darling y yo practicábamos cómo nos presentaríamos ante los demás.
El domingo en la noche, mientras Darling terminaba de decorar sus útiles, me quede pensando por un instante la posibilidad de no ser tan grandioso como esperaba, concluyendo que tenía que ser yo mismo, y así es como me presentaría, sin más ni menos, sólo sería auténtico, olvidando las lecciones en casa, sin ser alguien falso...

Amor sin Sentido (ChicoxChico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora