Amor sin Sentido (ChicoxChico)

CAPITULO 3

Estaba recogiendo los naipes, que por distracción tiré, ya era muy tarde y mis "padres" me iban a enseñar un nuevo movimiento, estaba ansioso, aunque me costaba un poco concentrarme, me esforzaba al máximo.

Bueno, que esperaban de un chico de 15 años, por cierto creo que no lo he mencionado, soy un caballero, y soy el caballero rojo, mi nombre es Chase Redford, y vivo en el fabuloso País de las Maravillas.

He vivido mucho tiempo aquí, y podría decirse que soy el más respetado, aunque no es así, sin embargo me gusta llevarme bien con todos a mi alrededor.

Antes de dirigirme a casa fuí a visitar a Courtly, le lleve el juego de naipes que le había prometido y me invito a tomar el té.

Me la pasaba a todo dar con Courtly, a pesar de ser tan joven quería entrar a algún campeonato de naipes o de baraja, era una chica muy audaz.

- ¿Mañana vas a acompañarme a pedir informes para entrar al torneo? - me preguntó Courtly emocionada.

- ¡Claro!, hasta la pregunta ofende - le respondí.

Se veía muy feliz como para arruinar el momento, pero yo llegaría tarde a la reunión, así que le explique la situación mientras comía un pay de zarzamora, me despedí, y retome el camino a casa.

Al llegar, mis padres me dijeron que tenían buenas noticias, así que me senté con mucho entusiasmo en la silla.

-¡Mañana mismo saldremos del País de las Maravillas!- exclamó mi "madre".

- ¡Gracias a mi trabajo nos mudaremos cerca de un reino!- dijo mi "padre" triunfante.

A caso estaban bromeando, esas no eran buenas noticias, era lo peor que había escuchado, lo que más me preocupaba era como se sentiría Courtly; mis padres se les veía muy contentos y..... pues al ser un caballero, sólo podía obedecer las órdenes de los reyes.

- ¡Oh es una magnífica noticia! - dije mientras sonreía falsamente.

- Ve a empacar tus cosas, para que no te agarren las prisas, partiremos en la tarde - dijo mi madre sin más preámbulos.

Fuí directo a mi cuarto, ya no soportaba más, quería romper en llanto, pero me contuve.

- Tal vez no sea tan malo - pensaba, mientras me daba ánimos empacando mi maleta.

Estaba cansado, pero pensaba en cómo le explicaría las cosas a mi amiga, me metí a la cama, - espero Courtly me comprenda- cerré mis ojos y poco a poco me fuí quedando dormido.

Al despertar vi el reflejo del sol en mi ventana, baje con las maletas y se las di a mi madre, le avise que iría a casa de Courtly, y salí de allí, antes de que dijera una palabra.

Después de tanto correr y casi sin aliento, llegue a casa de Courtly, toque desesperadamente la puerta, pero no salió.

- Ya a de haberse ido al torneo - dije tristemente, mientras insistía tocando la puerta.

No espere mucho tiempo cuando una carroza se acercaba hacia mí.

- ¡Sube ahora, ya es tarde! - dijo mi padre un poco molesto, y yo no podía reprochar.

Subí a la carroza, estaba triste, no había visto a Courtly, y ni si quiera tenía algo para dejarle una nota.

Miré hacia atras, para ver si de la nada aparecía Courtly, pero no fue así, - Perdóname Courtly - fue lo único que dije mientras me alejaba a gran velocidad de su casa.

- No te preocupes hijo, ya vendrás a visitarla - dijo mi madre con una mirada sincera.

- ¡Así lo haré! - exclamé mientras me limpiaba las lágrimas de los ojos...