CAPITULO 5

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Al salón entraron dos chicos empapados por la lluvia y uno de ellos estaba manchado de lodo, era gracioso, pero mejor me mantuve discreto.

No podía disimular la risa, así que mire hacía enfrente.

En el recreo, desayune sin compañía mi almuerzo, no era bueno haciendo amigos, incluso los otros chicos nuevos ya habían hecho amigos - ¿Tal vez deba decirles que vengo del País de las Maravillas? - me pregunté, pero eso sería desventaja, parecía que estaría sólo por siempre.

Al tocar el timbre entre sin muchos ánimos al salón, y al ver mi asiento estaba sentado alguien más, volteé a ver y todos se habían cambiado de lugar, seguí observando y vi un lugar vacío, así que me senté, y me quede pensando.

- ¿Te vas a sentar allí? - me dijo un puma.

- Sí, o ¿está ocupado? - dije sorprendido.

- No, si quieres ahí quédate - me respondió un leopardo.

La clase se hizo eterna, pero al fin era la hora de salir, así que tome mis cosas y me dirigí a la puerta, cuando de pronto escuche.

- ¡Hey, humano! - dijo el leopardo.

Volteé y mire a mi alrededor, ya no esteban los otros chicos, me le quede mirando, y me señale.

- Sí, tú, ¿quieres ir con nosotros a explorar la selva? - me preguntó.

Me daban un poco de miedo, pero era con los únicos que había hablado, y no quería perder la oportunidad de tener amigos.

- Ahhhh.... Sí, ¿por qué no? - dije y fuimos a la selva.

Siempre andaba tras ellos, y con el tiempo nos decían los "felinos", no me sentía cómodo pero después me acostumbré.

Siempre andábamos causando problemas y por lo tanto no poníamos atención a clases, y como el leopardo se llevaba con los "populares", les pedíamos los apuntes, o incluso la tarea.

Una vez los "populares" estaban decorando el salón y el chico rubio tiro cajas encima del leopardo, este se molesto y dejo de ayudar; después estábamos ensayando una representación y el oso negro le piso la cola al leopardo, parecía que traían algo contra el, pero yo había visto que era por distracción de los otros.

- Siempre me andan molestando, desde que esos dos humanos llegaron - dijo el leopardo - pero me vengaré.

- ¿Cómo, sí todos están al tanto de lo que hacen? - pregunté.

Río malvadamente, y me dijo que le había dado una buena idea, lo miré sorprendido y salió del salón.

Al día siguiente, después de una exposición todos felicitaban a los "populares", en eso se acerco el leopardo y dijo

- ¡Uy, basta par de tórtolos, ¿cuándo es la boda?! - se dirigió al chico rubio y al oso que se estaban abrazado.

- ¡Sí!, cuándo va a ser - dijo el puma, poniéndose a su lado.

Yo no sabía que hacer, así que me acerque a ellos, empezaron a discutir y luego a empujarse.

El oso era muy grande y no podía dejar que lastimaran a mi "amigo", así que el puma y yo lo ayudamos, todos estaban gritando, cuándo alguien exclamó.

- ¡¿Qué pasa aquí!?!, a la dirección ahora mismo - nos separó el profesor y nos llevo a la dirección.

Este era un lugar pacífico, con paredes color crema, y con un estante lleno de libros, de un lado estabamos nosotros y del otro el oso, el orientador había salido y en eso el leopardo empezó a alegar.

- Ya casi te ganamos, no que muy fuerte, ¡oh!, lo olvidé, sólo querías quedar bien con ese humano - dijo burlándose.

- ¡Pues Sí, y qué, lo quiero mucho, y el a mí, hasta se podría decir que lo AMO...

Amor sin Sentido (ChicoxChico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora